No a refinerías privadas, dice facción del PRI

El coordinador del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, admitió que aspectos del proyecto de reforma energética que recién envió el Ejecutivo —como las refinerías privadas, los ductos en manos de particulares, y los contratos reservados y las licitaciones clasificadas— no convencen a todos los priistas.

“Son temas en los cuales no existe consenso. Yo percibo hacia dentro del PRI un rechazo” a esos puntos, reconoció el legislador.

Aun cuando no mencionó los nombres de los inconformes con el paquete de cinco iniciativas que el Ejecutivo entregó anteayer a la Cámara Alta, diversas voces dentro del PRI han manifestado públicamente su oposición a propuestas polémicas de la reforma, como las refinerías privadas y la posesión de particulares de ductos.

En ese caso se encuentran el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz; los senadores Fernando Baeza, Carlos Jiménez, Mario López, María de los Ángeles Moreno, Heladio Ramírez y Adolfo Toledo; los diputados Samuel Aguilar, José Murat, Héctor Hugo Olivares, Alfredo Ríos, Jesús Reyna y Carlos Rojas; el dirigente del Movimiento Territorial, Carlos Flores, y los ex presidentes nacionales Mariano Palacios y Humberto Roque.

Jiménez, uno de los priistas escépticos, señaló en entrevista que el proyecto de reforma contiene “trampas” privatizadoras.

“Que se puedan comprar bonos puede ser una trampa, por eso se debe revisar a fondo (la iniciativa), para evitar que sea una rendija que luego se convierta en un portón por el que entre inversión privada, incluso extranjera.”

Sin embargo, el legislador resaltó que también existen “muchas coincidencias” con planteamientos del tricolor.

El proyecto, añadió, debe revisarse no sólo en el fondo, sino también en la forma, porque “a mí me despierta cierta duda el tema de estos bonos; puede ser una trampa”, alertó.

Por su parte, Toledo advirtió: “No podemos entregar un cheque en blanco al gobierno federal o a Felipe Calderón para que con la industria petrolera, patrimonio de los mexicanos, hagan lo que quieran.

“Se deben salvaguardar los intereses de los mexicanos”, indicó; por eso, la iniciativa debe tomarse sólo como un documento de trabajo inicial.

Beltrones, por su parte, descartó que, debido a que “varios” legisladores priistas consideran que hay insuficiencias o deficiencias en la propuesta presidencial, el conjunto de iniciativas quede aprobado en este periodo, que concluye el 30 de abril.

Además, la decisión del órgano de gobierno del Senado, de impulsar un debate sobre el tema, obliga a estirar los tiempos.

“Los tiempos son sumamente cortos para poder agotar un debate de la profundidad que nos la estamos proponiendo”, destacó.

Los priistas, añadió, no piensan realizar modificaciones legales de “enorme trascendencia para el futuro de México” con tiempos estrechos, y aseguró que la reforma energética sea aprobada en los términos que la plantea Felipe Calderón, pues están los aspectos que causan inquietud entre los priistas.

Además de las refinerías y los ductos, Beltrones mencionó como escollo que se incluya que licitaciones y adjudicaciones se mantengan en reserva y confidencialidad “conforme a las disposiciones aplicables”.

En contraparte, el presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Jorge Estefan Chidiac, aseguró que el PRI está dispuesto a aceptar que la iniciativa privada construya y opere refinerías en México, si no se transfiere la propiedad del petróleo a los particulares.

Ese esquema, expuso, será viable si se aplica mediante contratos de prestación de servicio (“que es como rentar a un particular una fotocopiadora o una pipa”), además de que no se requiere cambiar la Constitución, pues las leyes secundarias permiten esa opción.

Nota de Angélica Mercado, Liliana Padilla y José González, Milenio, 10 de abril.