El director de Pemex Exploración y Producción (PEP), Carlos Morales Gil, afirmó que no es sano para el país concentrar recursos financieros en un área determinada como aguas profundas. “Hacerlo sería cometer el mismo error que con Cantarell, que nos llevó a depender en exceso de un supergigante”, dijo.
Indicó que la nueva estrategia de Pemex es apostarle a una diversificación energética de sus fuentes de producción, de sus cuencas, tanto en tierra como en mar, “porque ni un país ni una empresa pueden depender de un solo yacimiento, por bueno que éste sea”. En entrevista para EL UNIVERSAL, dijo que la palabra clave es “diversificación”, es decir, estar en todos lados, no sólo en aguas profundas.
—Cuando se empezó a tocar el tema de aguas profundas, daba la impresión de que sólo ahí estaría la solución, que era la panacea, pero ahora con el nuevo enfoque que es diversificar, Pemex buscaría estar en todos lados, no sólo en aguas profundas —se le inquirió. —Exactamente, eso es lo que debemos hacer.
“En tierra y aguas someras tenemos evaluados recursos del orden de 18 mil millones, y 30 mil millones de barriles que pensamos hay en aguas profundas”.
“Tanto en uno como en otro lados tenemos que descubrirlos; no son volúmenes descubiertos, pero la gran diferencia es que ni en tierra ni en aguas profundas vamos a encontrar yacimientos de la magnitud de Cantarell, porque se trata de activos pequeños con producción de 100 ó 300 millones de barriles, lo que significa que vamos a realizar más perforaciones de las que realizamos”.
Indicó que para alcanzar resultados en este nuevo enfoque es necesario que Pemex sea tratada como una empresa, no como generadora de divisas. Pemex requiere de un esquema financiero que le proporcione los recursos necesarios para operar sin mayor endeudamiento, ya que 80% de la inversión que realiza lo hace mediante deuda; que el órgano de gobierno tenga mayor autonomía para la toma de decisiones, lo que supone cambios en algunas leyes para que tenga mayor maniobra y capacidad de ejecución, sobre todo ahora que “vamos a entrar a desarrollar yacimientos más complicados como Chicontepec, donde hay que perforar mil pozos al año, y es algo que no hemos hecho, eso requiere flexibilidad para poder contratar servicios y bienes de una manera más ágil”.
También se requiere, dijo, darle libertad a la empresa para concretar alianzas si así lo requiere y que éstas sean convenientes para Pemex y para México.
Al respecto, el directivo sostuvo que se analizan modelos de contrato que se utilizan en otras partes del mundo, cuya base es el incentivo a empresas para alentarlos a poner todas sus capacidades de trabajo en los proyectos, incluso sus capacidades tecnológicas.
“Tenemos que incentivar al máximo el valor de nuestras reservas, y ese mismo objetivo lo deben compartir las empresas que busquen aliarse con Pemex”, dijo.
Es importante incentivar a las multinacionales que decidan ir con Pemex con base en el retorno de las utilidades, dijo. “No se trata de compartir renta petrolera, porque la renta es de la nación, pero sí de darle un retorno atractivo a la gente que está siendo aliada de Pemex”.
—¿Qué porcentaje de retorno de utilidades resultaría atractivo para las multinacionales?
—Varía, dependiendo de algunos factores y riesgos, pero considerando todo el entorno, puede resultar atractivo para los inversionistas un porcentaje superior a 15 ó 20% —consideró.
—¿Ese es el porcentaje de incentivo que se les ofrecerá a las empresas que aporten tecnologías para aguas profundas?
—Sí, sobre todo aquellas que la han desarrollado como Shell, Petrobras, Exxon Mobil, BP, Total, BHPbillinton; a las proveedoras como Transocen, Dyamont Larsen, Dragon Off-short o constructoras o a Schlumberger o Halliburton que dominan tanto en tierra como en aguas profundas precisó.
Morales Gil adelantó que fueron contratados equipos de perforación que llegarán a profundidades de hasta 3 mil metros, pero aún es insuficiente: en Estados Unidos se perforan 170 pozos al año; estamos perforando 15, de ahí la urgencia de buscar alianzas para elevar las tareas de exploración y explotación.
En el tema de yacimientos transfronterizos, el director de PEP indicó que México podría salir a invertir a Estados Unidos con empresas como Shell, aprovechando la infraestructura que ya tienen desplegada las empresas petroleras en el área Perdido de lado estadounidense, “eso ayudaría a reducir costos y obtener beneficios para México”.
Indicó que la nueva estrategia de Pemex es apostarle a una diversificación energética de sus fuentes de producción, de sus cuencas, tanto en tierra como en mar, “porque ni un país ni una empresa pueden depender de un solo yacimiento, por bueno que éste sea”. En entrevista para EL UNIVERSAL, dijo que la palabra clave es “diversificación”, es decir, estar en todos lados, no sólo en aguas profundas.
—Cuando se empezó a tocar el tema de aguas profundas, daba la impresión de que sólo ahí estaría la solución, que era la panacea, pero ahora con el nuevo enfoque que es diversificar, Pemex buscaría estar en todos lados, no sólo en aguas profundas —se le inquirió. —Exactamente, eso es lo que debemos hacer.
“En tierra y aguas someras tenemos evaluados recursos del orden de 18 mil millones, y 30 mil millones de barriles que pensamos hay en aguas profundas”.
“Tanto en uno como en otro lados tenemos que descubrirlos; no son volúmenes descubiertos, pero la gran diferencia es que ni en tierra ni en aguas profundas vamos a encontrar yacimientos de la magnitud de Cantarell, porque se trata de activos pequeños con producción de 100 ó 300 millones de barriles, lo que significa que vamos a realizar más perforaciones de las que realizamos”.
Indicó que para alcanzar resultados en este nuevo enfoque es necesario que Pemex sea tratada como una empresa, no como generadora de divisas. Pemex requiere de un esquema financiero que le proporcione los recursos necesarios para operar sin mayor endeudamiento, ya que 80% de la inversión que realiza lo hace mediante deuda; que el órgano de gobierno tenga mayor autonomía para la toma de decisiones, lo que supone cambios en algunas leyes para que tenga mayor maniobra y capacidad de ejecución, sobre todo ahora que “vamos a entrar a desarrollar yacimientos más complicados como Chicontepec, donde hay que perforar mil pozos al año, y es algo que no hemos hecho, eso requiere flexibilidad para poder contratar servicios y bienes de una manera más ágil”.
También se requiere, dijo, darle libertad a la empresa para concretar alianzas si así lo requiere y que éstas sean convenientes para Pemex y para México.
Al respecto, el directivo sostuvo que se analizan modelos de contrato que se utilizan en otras partes del mundo, cuya base es el incentivo a empresas para alentarlos a poner todas sus capacidades de trabajo en los proyectos, incluso sus capacidades tecnológicas.
“Tenemos que incentivar al máximo el valor de nuestras reservas, y ese mismo objetivo lo deben compartir las empresas que busquen aliarse con Pemex”, dijo.
Es importante incentivar a las multinacionales que decidan ir con Pemex con base en el retorno de las utilidades, dijo. “No se trata de compartir renta petrolera, porque la renta es de la nación, pero sí de darle un retorno atractivo a la gente que está siendo aliada de Pemex”.
—¿Qué porcentaje de retorno de utilidades resultaría atractivo para las multinacionales?
—Varía, dependiendo de algunos factores y riesgos, pero considerando todo el entorno, puede resultar atractivo para los inversionistas un porcentaje superior a 15 ó 20% —consideró.
—¿Ese es el porcentaje de incentivo que se les ofrecerá a las empresas que aporten tecnologías para aguas profundas?
—Sí, sobre todo aquellas que la han desarrollado como Shell, Petrobras, Exxon Mobil, BP, Total, BHPbillinton; a las proveedoras como Transocen, Dyamont Larsen, Dragon Off-short o constructoras o a Schlumberger o Halliburton que dominan tanto en tierra como en aguas profundas precisó.
Morales Gil adelantó que fueron contratados equipos de perforación que llegarán a profundidades de hasta 3 mil metros, pero aún es insuficiente: en Estados Unidos se perforan 170 pozos al año; estamos perforando 15, de ahí la urgencia de buscar alianzas para elevar las tareas de exploración y explotación.
En el tema de yacimientos transfronterizos, el director de PEP indicó que México podría salir a invertir a Estados Unidos con empresas como Shell, aprovechando la infraestructura que ya tienen desplegada las empresas petroleras en el área Perdido de lado estadounidense, “eso ayudaría a reducir costos y obtener beneficios para México”.
Nota de Noé Cruz Serrano, El Universal, 8 de abril.
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