Policía reprime protesta de Damas de Blanco por presos políticos

El mismo día que sale a la luz un nuevo artículo de Fidel Castro, en el que aprovecha la visita del papa Benedicto XVI a Estados Unidos para arremeter contra el presidente George W. Bush, al que denuncia por su “política de brutalidad y fuerza”, el régimen que creó insiste en reprimir con dureza cualquier apoyo a la disidencia, a la que mantiene encarcelada.

Agentes de la Policía y de la seguridad cubanas dispersaron ayer por la fuerza una protesta de un grupo de las Damas de Blanco en una céntrica plaza de La Habana, donde reclamaban libertad para los presos políticos.
Alrededor de cien agentes de la Policía, del Ministerio del Interior y otros de paisano sacaron a una decena de Damas de Blanco, familiares de 75 disidentes condenados en 2003 a penas de hasta 28 años de cárcel, de un parque anexo a la Biblioteca Nacional, en la Plaza de la Revolución.
El piquete policial integrado mayoritariamente por mujeres reprimió a empujones y sacó en volandas a varias de las manifestantes, que fueron desalojadas en un autobús de ese lugar, situado a unos cien metros de los ministerios de las Fuerzas Armadas y de Interior.
Laura Pollán, esposa de Héctor Maseda, condenado a 20 años de prisión por reclamar libertad para el pueblo, dijo: “una vez más el Gobierno ha demostrado su verdadera cara, porque hasta ahora hemos visto que todas estas medidas es fachada, es un toque cosmético para aparentar ante la comunidad internacional una buena voluntad que no tienen”.

La opositora se refería a la firma en febrero por parte de Cuba de dos pactos sobre Derechos Humanos de la ONU: el Convenio Internacional para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y el de Derechos Civiles y Políticos.

Nota de EFE en La Habana, Crónica, 22 de abril.