Tijuana, BC., 31 de marzo. En la frontera norte fue puesto en marcha el Plan Piloto de Repatriación Voluntaria, programa que posibilitaría que los migrantes deportados de Estados Unidos obtengan trabajo o reciban apoyos para el regreso a su lugar de origen.
La subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, María Teresa Aranda Orozco, informó que los migrantes recibirán alimentación, cobijo, atención médica, comunicación con sus familiares, trabajo temporal, transporte a sus lugares de origen, capacitación y certificación, en caso de laborar.
La funcionaria presentó este plan piloto en la Puerta México, en la estación fronteriza de San Isidro, zona limítrofe con California.
Estadísticas oficiales indican que 42 por ciento de las repatriaciones de la frontera norte de México se realizan por la garita Tijuana-San Isidro.
Durante 2007 se reportaron 213 mil repatriaciones, mientras que durante el primer trimestre de 2008 la cifra ascendió a 70 mil.
Dividido en tres fases, el programa de repatriación voluntaria recibirá al migrante en el momento de su deportación por las garitas internacionales, además de que en un segundo momento se le ofrecerá un trabajo temporal, así como su reinserción a los sectores productivos y, en caso que así lo solicite, hacer los trámites correspondientes para que retorne a su hogar.
El director de la Casa del Migrante en Tijuana, Luis Kendzierski, consideró que el proyecto es positivo, pero exigió a los tres órdenes de gobierno participantes que cumplan su función para evitar que se utilice la migración como tema político de la agenda nacional.
En la ceremonia estuvieron presentes la comisionada del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero Castillo; el gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, y el delegado regional de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en la entidad, Heriberto García García, entre otros funcionarios.
La subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, María Teresa Aranda Orozco, informó que los migrantes recibirán alimentación, cobijo, atención médica, comunicación con sus familiares, trabajo temporal, transporte a sus lugares de origen, capacitación y certificación, en caso de laborar.
La funcionaria presentó este plan piloto en la Puerta México, en la estación fronteriza de San Isidro, zona limítrofe con California.
Estadísticas oficiales indican que 42 por ciento de las repatriaciones de la frontera norte de México se realizan por la garita Tijuana-San Isidro.
Durante 2007 se reportaron 213 mil repatriaciones, mientras que durante el primer trimestre de 2008 la cifra ascendió a 70 mil.
Dividido en tres fases, el programa de repatriación voluntaria recibirá al migrante en el momento de su deportación por las garitas internacionales, además de que en un segundo momento se le ofrecerá un trabajo temporal, así como su reinserción a los sectores productivos y, en caso que así lo solicite, hacer los trámites correspondientes para que retorne a su hogar.
El director de la Casa del Migrante en Tijuana, Luis Kendzierski, consideró que el proyecto es positivo, pero exigió a los tres órdenes de gobierno participantes que cumplan su función para evitar que se utilice la migración como tema político de la agenda nacional.
En la ceremonia estuvieron presentes la comisionada del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero Castillo; el gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, y el delegado regional de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en la entidad, Heriberto García García, entre otros funcionarios.
Nota de Antonio Heras, La Jornada, 1º de abril.
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