El ombudsman nacional José Luis Soberanes alertó sobre el incremento de la presencia y peligrosidad de los maras en el territorio nacional, ante la negligencia cometida por el gobierno federal, “que por combatir el narcotráfico ha dejado de lado este problema”.
Al presentar el informe especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre las pandillas delictivas trasnacionales conocidas como maras, indicó que éstas atentan contra la seguridad del Estado.
Pese a su peligrosidad, las autoridades mexicanas, dijo, no tienen diseñado un plan estratégico para contener el ilegal arribo de los mareros de proceden-
cia extranjera.
Actualmente, se considera que hay en el país 5 mil pandilleros de ascendencia centroamericana agrupados en 200 células o clicas, quienes se encuentran en 23 estados del país, además del Distrito Federal, principalmente las bandas denominadas Mara Salvatrucha MS-13 y la Barrio 18, incrementando los índices de criminalidad en esas localidades con conductas antisociales como el tráfico de personas e incluso por los nexos que mantienen con la delincuencia organizada y
el narcotráfico.
Todo ello sin que hasta el momento se hayan alcanzado los objetivos para desarticular e incluso erradicar del país a esas organizaciones.
Desde 2004, la CNDH inició de oficio una investigación en la que se menciona que con información del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, desde 2005 las pandillas delictivas transnacionales se transportan en los trenes de carga que circulaban de Ciudad Hidalgo a Tapachula, de Tapachula a Huixtla, de Huixtla a Villa Comaltitlán, de Villa Comaltitlán a Tonalá y de Tonalá a Arriaga, en Chiapas.
Los principales puntos de concentración de los maras en territorio mexicano, son los cruces ubicados en las zonas de Suchiate, Frontera Hidalgo, Tuxtla Chico y Unión Juárez, y en menor medida en Tenosique, Tabasco, y Othón P. Blanco, en Quintana Roo.
En el documento “Evaluación Nacional de Amenazas en Materia de Drogas 2006”, elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia Antidrogas del Departamento de Justicia de Estados Unidos, señala que los maras han establecido relaciones importantes con organizaciones mexicanas traficantes de narcóticos, lo que les ha permitido convertirse de pequeños distribuidores en importantes contrabandistas, transportistas y distribuidores de narcóticos, lo que representa una amenaza para la seguridad nacional de los países afectados.
El informe destaca que no existe una base de datos que permita ofrecer un adecuado control y administración de la información, encaminados a enfrentar al pandillerismo transnacional, acorde con los mecanismos de coordinación y cooperación entre las instituciones integrantes del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a través del desarrollo e instrumentación de programas integrales de prevención del delito.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos considera necesaria la creación de un mapa virtual de incidencias en donde se ubiquen las áreas específicas de la actividad delictiva realizada por los maras, para combatirlas eficazmente.
- Claves
Aumentan delitos
• Con la presencia de los maras se incrementan delitos como allanamiento de domicilio, asalto, extorsión, homicidio calificado, lenocinio y violación.
• Los maras han rebasado la capacidad de respuesta de las instituciones policiales, lo cual es una amenaza al Estado mexicano.
• Se propone consolidar esfuerzos entre Estados Unidos, México, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala para enfrentar la problemática de las pandillas.
Al presentar el informe especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre las pandillas delictivas trasnacionales conocidas como maras, indicó que éstas atentan contra la seguridad del Estado.
Pese a su peligrosidad, las autoridades mexicanas, dijo, no tienen diseñado un plan estratégico para contener el ilegal arribo de los mareros de proceden-
cia extranjera.
Actualmente, se considera que hay en el país 5 mil pandilleros de ascendencia centroamericana agrupados en 200 células o clicas, quienes se encuentran en 23 estados del país, además del Distrito Federal, principalmente las bandas denominadas Mara Salvatrucha MS-13 y la Barrio 18, incrementando los índices de criminalidad en esas localidades con conductas antisociales como el tráfico de personas e incluso por los nexos que mantienen con la delincuencia organizada y
el narcotráfico.
Todo ello sin que hasta el momento se hayan alcanzado los objetivos para desarticular e incluso erradicar del país a esas organizaciones.
Desde 2004, la CNDH inició de oficio una investigación en la que se menciona que con información del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, desde 2005 las pandillas delictivas transnacionales se transportan en los trenes de carga que circulaban de Ciudad Hidalgo a Tapachula, de Tapachula a Huixtla, de Huixtla a Villa Comaltitlán, de Villa Comaltitlán a Tonalá y de Tonalá a Arriaga, en Chiapas.
Los principales puntos de concentración de los maras en territorio mexicano, son los cruces ubicados en las zonas de Suchiate, Frontera Hidalgo, Tuxtla Chico y Unión Juárez, y en menor medida en Tenosique, Tabasco, y Othón P. Blanco, en Quintana Roo.
En el documento “Evaluación Nacional de Amenazas en Materia de Drogas 2006”, elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia Antidrogas del Departamento de Justicia de Estados Unidos, señala que los maras han establecido relaciones importantes con organizaciones mexicanas traficantes de narcóticos, lo que les ha permitido convertirse de pequeños distribuidores en importantes contrabandistas, transportistas y distribuidores de narcóticos, lo que representa una amenaza para la seguridad nacional de los países afectados.
El informe destaca que no existe una base de datos que permita ofrecer un adecuado control y administración de la información, encaminados a enfrentar al pandillerismo transnacional, acorde con los mecanismos de coordinación y cooperación entre las instituciones integrantes del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a través del desarrollo e instrumentación de programas integrales de prevención del delito.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos considera necesaria la creación de un mapa virtual de incidencias en donde se ubiquen las áreas específicas de la actividad delictiva realizada por los maras, para combatirlas eficazmente.
- Claves
Aumentan delitos
• Con la presencia de los maras se incrementan delitos como allanamiento de domicilio, asalto, extorsión, homicidio calificado, lenocinio y violación.
• Los maras han rebasado la capacidad de respuesta de las instituciones policiales, lo cual es una amenaza al Estado mexicano.
• Se propone consolidar esfuerzos entre Estados Unidos, México, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala para enfrentar la problemática de las pandillas.
Nota de Eugenia Jimènez, Milenio, 3 de abril.
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