Representa el campo nueva meta para Cuba

GÜIRA DE MELENA, Cuba.- En un país donde buena parte de la población es empleada del Estado, el campesino Jesús Díaz trabaja por su cuenta. Ahora el Gobierno de la Isla espera aprovechar su experiencia.

Empeñadas en llevar más comida a la mesa de los cubanos y en reducir el monto de las importaciones, las autoridades cubanas dieron un voto de confianza a los productores privados al reanudar un programa de entrega de tierras, incrementar los pagos por sus cosechas y permitirles comprar aperos.

"Claro que da resultado el usufructo, porque es una forma de que la tierra quede en manos de personas que la quieran producir", dijo Díaz, un campesino de los alrededores de Güira de Melena, a unos 50 kilómetros al sur de La Habana.

Este hombre de 45 años habla con conocimiento de causa: él mismo tiene bajo esta modalidad una pequeña parcela desde 1996, en la cual cría vacas para vender la leche al Estado.

"En los años 90 (caracterizados por una profunda crisis económica), pasó lo mismo que ahora. Repartieron la tierra ociosa, después lo congelaron (al proyecto) y ahora están hablando de lo mismo", indicó.

"Yo lo veo muy bien", agregó.

El Gobierno de Fidel Castro confiscó los latifundios después que en 1959 derrocó al dictador Fulgencio Batista, pero dejó a los campesinos tener pequeñas propiedades o unirse en cooperativas, por lo que las autoridades insisten en que la nueva repartición no traiciona los valores revolucionarios.

El sector cooperativo y campesino en Cuba tiene 35 por ciento de la tierra cultivable. De ellos, 225 mil son propietarios y 350 mil usufructuarios. En su conjunto producen más de 60 por ciento de los alimentos que se consumen en la Isla.

La decisión de brindar parcelas a los campesinos es un proceso que recomenzó hace algunos meses y se ampliará, pero recién en estos días los funcionarios lo hicieron público.

"A todo el que quiera producir tabaco o café se le entrega tierra", dijo el presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), Orlando Lugo, también miembro del Consejo de Estado -el máximo órgano de Gobierno-.

Hay que crear "condiciones" para realizar una entrega masiva de espacios ociosos, agregó Lugo, quien ratificó la fundación de un Centro de Control de la Tierra y la puesta en marcha de delegaciones municipales agrícolas para regular la entrega de las tierras.

Fuentes oficiales explicaron que las delegaciones, que entrarán en funciones el próximo jueves, significan en la práctica una importante descentralización de la gestión del sector, que elevará su eficiencia y combatirá la burocracia.

Joel Estévez, un campesino que en una hectárea sembró tomate y tuvo buenos resultados esta temporada, coincidió con su vecino Díaz.

"Si me autorizan a coger tierra por aquí, yo la tomo", señaló.

El 51 por ciento de la tierra cultivable en Cuba está subexplotada u ociosa, indicaron fuentes oficiales en un reporte de la televisión cubana, por lo que el nuevo Presidente Raúl Castro se ha mostrado interesado en mejorar la producción.

En los últimos años, las importaciones del sector en Cuba alcanzaron los mil 600 millones de dólares, en medio de un contexto de aumento sostenido de los precios internacionales de los alimentos.

Aproximadamente un tercio de esta cifra corresponde a compras en Estados Unidos, que exceptúa las exportaciones alimentarias y agrícolas de su embargo a la Isla.

De un total de mil millones de dólares, Cuba importa 82 por ciento en arroz, leche en polvo y otros productos básicos que luego entrega a la población mediante un sistema de racionamiento a precios subsidiados, cifra notablemente alta para un país tan fértil.

Según dijeron las autoridades y varios campesinos en un recorrido por Güira de Melena y los alrededores de La Habana, desde inicios de año se incrementó el precio que el Estado paga a los productores por sus cosechas de papa, coco, café y algunas hortalizas. La leche y las carnes van por el mismo camino.

"Antes me pagaban un peso cubano (un dólar equivale a 21 pesos), por litro de leche, ahora me dan 2.50 pesos cubanos", comentó Díaz.

Las autoridades han comenzado también otro programa piloto, la venta de equipo de labranza que hasta ahora debía ser provisto por el Estado, pero cuya meta jamás se cumplió.

Sin hacer publicidad, el Gobierno autorizó a tres tiendas a proveer machetes, limas, herrajes para caballos y otros artículos de labranza para quien pueda pagarlos.

"Les vendemos productos de calidad", dijo Lían Ramírez, encargada comercial de "El Guateque", una tienda ubicada en el corazón de Güira de Melena y una de las tres autorizadas para ofrecen productos de labranza.

Un machete se vende en 4.69 dólares, un rastrillo en 7.72 dólares y ya se solicitaron botas y fundas para machetes, explicó Ramírez, para quien esta experiencia fue exitosa. Sin embargo, nadie, hasta ahora, ha hablado de la posibilidad de vender maquinaria a los campesinos.

Los campesinos piden también que junto con las tierras se les entreguen insumos, especialmente si van a producir productos como frijoles, de gran consumo en Cuba, que requieren fertilizantes y fumigación.

Las medidas tomadas por el Gobierno en el campo son parte de una serie de reformas que el Presidente Raúl Castro ofreció a la población, y que en los últimos días han comenzado a ponerse en práctica, incluyendo la apertura de la telefonía celular a los cubanos, la venta de variados electrodomésticos y la autorización para el alojamiento de locales en los hoteles destinados al turismo desde 1996.

Nota de AP, Reforma, 6 de abril.


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