BOGOTÁ.- Pese a los avances en materia de seguridad, el acoso a los sindicalistas en Colombia es un fantasma que persigue al Gobierno del Presidente Álvaro Uribe.
Expertos reconocen que el rechazo de los demócratas en Estados Unidos a un Tratado de Libre Comercio bilateral obedece en gran medida a presiones internas y electorales, pero también a una preocupación genuina por los sindicalistas colombianos.
A pesar de la reducción de asesinatos de representantes gremiales y al desarme masivo de sus principales perpetradores, los paramilitares, la impunidad es una factura pendiente en la nación andina, advierten.
Este lunes el Presidente estadounidense George W. Bush emplazó al Congreso a votar en un plazo de tres meses el TLC con Colombia, aduciendo razones de seguridad nacional. Los demócratas, que dominan el Senado y la Cámara de Representantes, rechazaron la iniciativa, argumentando, entre otras cosas, que el Gobierno colombiano no hace suficiente para castigar a los paramilitares y proteger a sindicalistas y luchadores sociales.
"El rechazo de los demócratas al TLC es una combinación de ambos factores. Los temas de política exterior para un TLC obedecen ante todo a preocupaciones domésticas", expuso a REFORMA la profesora estadounidense Arlene Tickner, quien reside en Bogotá.
"Sin embargo, sí hay una preocupación genuina por la situación de los sindicalistas; no sólo por presiones internas de los sindicalistas estadounidenses, sino por el cabildeo que los gremios colombianos en el Congreso de EU", precisó.
Tickner acotó que las cifras de asesinatos han bajado, pero la situación es muy preocupante, porque en las tasas de impunidad no ha habido un gran avance.
Según cifras de la Escuela Nacional Sindical (ENS), un centro de pensamiento en materia gremial, desde 1986 a la fecha han sido asesinados 2 mil 661 sindicalistas en Colombia.
Bajo el Gobierno de Álvaro Uribe, los homicidios se han reducido. Según registros de la ENS, de los 191 sindicalistas asesinados en 2002, cuando Uribe llegó al poder, la cifra cayó a 39 en 2007 -el Gobierno admite 26-, aunque en lo que va de este año se han registrado 17.
Por un acuerdo de paz, unos 32 mil paramilitares dejaron las armas en el Gobierno de Uribe, y sus máximos dirigentes están en la cárcel.
"Nos parece positivo que los homicidios hayan disminuido", admite Guillermo Correa, director de investigaciones de la ENS, para quien la reducción obedece al desarme de los paramilitares, que eran quienes más sindicalistas asesinaban.
"Pero las amenazas o el hostigamiento van en aumento. Hoy existen muchas más trabas para crear un sindicato que en el Gobierno anterior", advirtió Correa.
"En Colombia llegaron a asesinar en un año 265 sindicalistas. El año pasado, sumando sindicalistas y maestros, fueron 26. Pero en el país asesinaban 35 mil personas y el año pasado menos de 17 mil", esgrime el Presidente Uribe.
Para combatir la impunidad, la Fiscalía colombiana creó una unidad de 13 fiscales y 78 investigadores dedicados sólo a esclarecer asesinatos de sindicalistas.
"Hay más de 130 personas ya en la cárcel por asesinatos contra sindicalistas", refirió Uribe, quien informó que mil 900 sindicalistas cuentan con protección del Estado.
Expertos reconocen que el rechazo de los demócratas en Estados Unidos a un Tratado de Libre Comercio bilateral obedece en gran medida a presiones internas y electorales, pero también a una preocupación genuina por los sindicalistas colombianos.
A pesar de la reducción de asesinatos de representantes gremiales y al desarme masivo de sus principales perpetradores, los paramilitares, la impunidad es una factura pendiente en la nación andina, advierten.
Este lunes el Presidente estadounidense George W. Bush emplazó al Congreso a votar en un plazo de tres meses el TLC con Colombia, aduciendo razones de seguridad nacional. Los demócratas, que dominan el Senado y la Cámara de Representantes, rechazaron la iniciativa, argumentando, entre otras cosas, que el Gobierno colombiano no hace suficiente para castigar a los paramilitares y proteger a sindicalistas y luchadores sociales.
"El rechazo de los demócratas al TLC es una combinación de ambos factores. Los temas de política exterior para un TLC obedecen ante todo a preocupaciones domésticas", expuso a REFORMA la profesora estadounidense Arlene Tickner, quien reside en Bogotá.
"Sin embargo, sí hay una preocupación genuina por la situación de los sindicalistas; no sólo por presiones internas de los sindicalistas estadounidenses, sino por el cabildeo que los gremios colombianos en el Congreso de EU", precisó.
Tickner acotó que las cifras de asesinatos han bajado, pero la situación es muy preocupante, porque en las tasas de impunidad no ha habido un gran avance.
Según cifras de la Escuela Nacional Sindical (ENS), un centro de pensamiento en materia gremial, desde 1986 a la fecha han sido asesinados 2 mil 661 sindicalistas en Colombia.
Bajo el Gobierno de Álvaro Uribe, los homicidios se han reducido. Según registros de la ENS, de los 191 sindicalistas asesinados en 2002, cuando Uribe llegó al poder, la cifra cayó a 39 en 2007 -el Gobierno admite 26-, aunque en lo que va de este año se han registrado 17.
Por un acuerdo de paz, unos 32 mil paramilitares dejaron las armas en el Gobierno de Uribe, y sus máximos dirigentes están en la cárcel.
"Nos parece positivo que los homicidios hayan disminuido", admite Guillermo Correa, director de investigaciones de la ENS, para quien la reducción obedece al desarme de los paramilitares, que eran quienes más sindicalistas asesinaban.
"Pero las amenazas o el hostigamiento van en aumento. Hoy existen muchas más trabas para crear un sindicato que en el Gobierno anterior", advirtió Correa.
"En Colombia llegaron a asesinar en un año 265 sindicalistas. El año pasado, sumando sindicalistas y maestros, fueron 26. Pero en el país asesinaban 35 mil personas y el año pasado menos de 17 mil", esgrime el Presidente Uribe.
Para combatir la impunidad, la Fiscalía colombiana creó una unidad de 13 fiscales y 78 investigadores dedicados sólo a esclarecer asesinatos de sindicalistas.
"Hay más de 130 personas ya en la cárcel por asesinatos contra sindicalistas", refirió Uribe, quien informó que mil 900 sindicalistas cuentan con protección del Estado.
Nota de Octavio Pineda, corresponsal, Reforma, 9 de abril.
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