En el contexto de la celebración de la segunda audiencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la despenalización del aborto, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) consideró que bajo ninguna circunstancia deben contraponerse los derechos de la mujer con el de su hijo a la vida y destacó que si bien la Iglesia católica acepta “que la ley en el Distrito Federal no obliga a nadie a abortar, las leyes desempeñan un papel muy importante y a veces determinante en la promoción de una mentalidad y de unas costumbres”.
Mediante su oficina de prensa, señaló que en la sociedad mexicana, “caracterizada por los esfuerzos en defensa de la vida y la familia, se escuchan voces en favor de la legalización del aborto en nombre de una mal entendida libertad y defensa de la mujer”.
Cualquier legislación en favor del aborto es una contradicción con la función propia del Estado, que debe poner a las personas en el centro de las instituciones, leyes y actuaciones de la sociedad, consideró la jerarquía católica.
Mediante su oficina de prensa, señaló que en la sociedad mexicana, “caracterizada por los esfuerzos en defensa de la vida y la familia, se escuchan voces en favor de la legalización del aborto en nombre de una mal entendida libertad y defensa de la mujer”.
Cualquier legislación en favor del aborto es una contradicción con la función propia del Estado, que debe poner a las personas en el centro de las instituciones, leyes y actuaciones de la sociedad, consideró la jerarquía católica.
Nota de la Jornada, 26 de abril.
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