Los retos tecnológicos que enfrenta la industria petrolera en el mundo está modificando la manera en la que se aplican el cobro de impuestos en aquellos yacimientos y campos petroleros con mayores dificultades técnicas para acceder a reservas petroleras o gasíferas, según el estudio sobre "El agotamiento de las reservas de crudo y las tendencias en el precio del petróleo", elaborado por la consultora Deloitte.
Los costos de exploración, desarrollo y producción han pasado de entre 5 y 12 dólares por barril en Medio Oriente y Rusia, respectivamente, hasta alcanzar en nuestros días más de 25 dólares por barril de petróleo en promedio a nivel internacional, a partir del año 2000, por lo cual se están modificando las normas fiscales.
Para México no es muy diferente, ante el reto de iniciar en Pemex una participación más activa en Aguas Profundas y Chicontepec, donde se tienen identificadas las reservas y recursos prospectivos más grandes del territorio, es necesario modificar la tasa impositiva, dado que los costos esperados en la región de entre 15 y 17 dólares por barril superan los límites de deducibilidad a los que tiene acceso la empresa estatal, en el régimen fiscal que está vigente.
Así lo plantea el diagnóstico Situación de Pemex, elaborado por la Sener como base de discusión en torno a una posible reforma petrolera, en el cual se destaca que para aprovechar el potencial que hay en Chicontepec, campos maduros y aguas profundas del Golfo de México, es necesario modificar el régimen fiscal aplicable porque los costos de producción en dichos campos superan el límite de deducibilidad.
Así lo han hecho países como Rusia, Canadá, Angola y Brasil, para mejorar el atractivo a nuevas inversiones, ya que con costos de producción tan altos se acercan a los límites establecidos por las empresas petroleras para decidirse a invertir, según el análisis de la consultora internacional Deloitte.
"Al contrario a la situación que existía en los años ochenta, el costo marginal de producción de largo plazo (costo marginal de desarrollo, incluidos los gastos de inversión) ya no puede considerarse insignificante", cita el estudio.
Un ejemplo es el de la provincia de Alberta, en Canadá en donde se aplican impuestos flexibles que van cambiando función de la rentabilidad de pequeños pozos que puede adquirir cualquier ciudadano canadiense para su explotación, lo cual ha detonado el compilado de impuestos a la provincia y un gran número de negocios de los mismos, relacionados con la explotación de petróleo en arenas bituminosas.
Este modelo de explotación es muy conveniente para la empresa estatal, la cual no pierde la rectoría de los recursos.
Los costos de exploración, desarrollo y producción han pasado de entre 5 y 12 dólares por barril en Medio Oriente y Rusia, respectivamente, hasta alcanzar en nuestros días más de 25 dólares por barril de petróleo en promedio a nivel internacional, a partir del año 2000, por lo cual se están modificando las normas fiscales.
Para México no es muy diferente, ante el reto de iniciar en Pemex una participación más activa en Aguas Profundas y Chicontepec, donde se tienen identificadas las reservas y recursos prospectivos más grandes del territorio, es necesario modificar la tasa impositiva, dado que los costos esperados en la región de entre 15 y 17 dólares por barril superan los límites de deducibilidad a los que tiene acceso la empresa estatal, en el régimen fiscal que está vigente.
Así lo plantea el diagnóstico Situación de Pemex, elaborado por la Sener como base de discusión en torno a una posible reforma petrolera, en el cual se destaca que para aprovechar el potencial que hay en Chicontepec, campos maduros y aguas profundas del Golfo de México, es necesario modificar el régimen fiscal aplicable porque los costos de producción en dichos campos superan el límite de deducibilidad.
Así lo han hecho países como Rusia, Canadá, Angola y Brasil, para mejorar el atractivo a nuevas inversiones, ya que con costos de producción tan altos se acercan a los límites establecidos por las empresas petroleras para decidirse a invertir, según el análisis de la consultora internacional Deloitte.
"Al contrario a la situación que existía en los años ochenta, el costo marginal de producción de largo plazo (costo marginal de desarrollo, incluidos los gastos de inversión) ya no puede considerarse insignificante", cita el estudio.
Un ejemplo es el de la provincia de Alberta, en Canadá en donde se aplican impuestos flexibles que van cambiando función de la rentabilidad de pequeños pozos que puede adquirir cualquier ciudadano canadiense para su explotación, lo cual ha detonado el compilado de impuestos a la provincia y un gran número de negocios de los mismos, relacionados con la explotación de petróleo en arenas bituminosas.
Este modelo de explotación es muy conveniente para la empresa estatal, la cual no pierde la rectoría de los recursos.
Nota de Alma Hernández, Reforma, 14 de abril.
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