BUENOS AIRES.— Esta vez fue cierto: Pedro Antonio Marín Marín, mejor conocido como Manuel Marulanda o Tirofijo ha muerto. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lo confirmaron a 24 horas de que la noticia fuese difundida por el gobierno de Colombia.
El gobierno del Álvaro Uribe llamó ayer al nuevo líder de las FARC, Guillermo Sáenz Vargas (Alfonso Cano), y al jefe militar de la guerrilla, Jorge Briceño (Mono Jojoy) a que “aprovechen para entrar por la puerta de la paz”.
“El gran líder se ha marchado”, expresó el documento de la guerrilla difundido a través de la cadena Telesur, leído por el guerrillero Rodrigo Londoño-Echeverry, más conocido como Timochenko, uno de los miembros titulares del secretariado de la guerrilla de las FARC.
En esa misma intervención, Timochenko confirmó la designación de Alfonso Cano, hasta entonces líder del ala política, y el ingreso al secretariado de Jorge Torres Victoria alias Pablo Catatumbo. El jefe guerrillero aseguró que los restos de Marulanda recibieron la sepultura y el homenaje “de los millones de colombianos y ciudadanos del mundo que lo valoran y admiran por encima de la asquerosa campaña mediática contra las FARC”.
Después de la confirmación de la muerte del histórico jefe de las FARC, el pasado 26 de marzo a las 6:26 de la tarde, por un infarto, el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, quien había adelantado la información en la víspera, ofreció una conferencia de prensa, en la que convocó a los milicianos de las FARC a “desmovilizarse” porque el gobierno “seguirá adelante con su plan de seguridad que se fortalecerá aún más”.
Asimismo se refirió a Cano y a Jojoy a quienes les pidió con énfasis que “aprovechen la generosidad del gobierno y entren por la puerta de la paz”.
Apoyado en una escucha telefónica de dos jefes guerrilleros que se referían a la muerte de Marulanda, Santos aseguró que “esas grabaciones nos permitían estar seguros de la información”.
Santos volvió a referirse a fuentes de inteligencia para puntualizar que “la guerrilla está dividida en varias facciones y la designación de Cano generó varias fricciones entre los miembros de la cúpula”, al tiempo que recordó que el acoso militar contra el nuevo líder “se intensificará”.
Mientras, desde Francia, el presidente Nicolas Sarkozy pidió “prudencia” mientras espera que se “allane el camino para la liberación de los rehenes” y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, recordó al líder rebelde Marulanda como un “gran hombre, sencillo y honesto”.
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, se mantuvo al margen de los anuncios y en silencio.
Durante un acto el sábado, en la localidad de Florida (departamento de Valle), Uribe no ocultó su malestar con Santos, por la forma en que había difundido “una noticia como ésta”, que no se la puede dar a un solo medio (la revista Semana) y ayer sólo atinó a decir que “seguiremos trabajando para que no reaparezcan los criminales”. Y es que Santos, quien aspira a una candidatura presidencial en el 2010, le dio la primicia a la revista Semana, dirigida por uno de sus sobrinos, Alejandro Santos.
“La relación con el presidente Uribe es buena”, dijo el ministro al referirse al malestar presidencial por la forma de dar la noticia.
La muerte de Manuel Marulanda, que marca un final de época en las convulsionadas FARC y en Colombia, abre una nueva etapa del conflicto. Con un nuevo líder, dueño de un perfil propenso al diálogo y con un gobierno que en su guerra contra las FARC no para de dar “buenas noticias”.
El gobierno del Álvaro Uribe llamó ayer al nuevo líder de las FARC, Guillermo Sáenz Vargas (Alfonso Cano), y al jefe militar de la guerrilla, Jorge Briceño (Mono Jojoy) a que “aprovechen para entrar por la puerta de la paz”.
“El gran líder se ha marchado”, expresó el documento de la guerrilla difundido a través de la cadena Telesur, leído por el guerrillero Rodrigo Londoño-Echeverry, más conocido como Timochenko, uno de los miembros titulares del secretariado de la guerrilla de las FARC.
En esa misma intervención, Timochenko confirmó la designación de Alfonso Cano, hasta entonces líder del ala política, y el ingreso al secretariado de Jorge Torres Victoria alias Pablo Catatumbo. El jefe guerrillero aseguró que los restos de Marulanda recibieron la sepultura y el homenaje “de los millones de colombianos y ciudadanos del mundo que lo valoran y admiran por encima de la asquerosa campaña mediática contra las FARC”.
Después de la confirmación de la muerte del histórico jefe de las FARC, el pasado 26 de marzo a las 6:26 de la tarde, por un infarto, el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, quien había adelantado la información en la víspera, ofreció una conferencia de prensa, en la que convocó a los milicianos de las FARC a “desmovilizarse” porque el gobierno “seguirá adelante con su plan de seguridad que se fortalecerá aún más”.
Asimismo se refirió a Cano y a Jojoy a quienes les pidió con énfasis que “aprovechen la generosidad del gobierno y entren por la puerta de la paz”.
Apoyado en una escucha telefónica de dos jefes guerrilleros que se referían a la muerte de Marulanda, Santos aseguró que “esas grabaciones nos permitían estar seguros de la información”.
Santos volvió a referirse a fuentes de inteligencia para puntualizar que “la guerrilla está dividida en varias facciones y la designación de Cano generó varias fricciones entre los miembros de la cúpula”, al tiempo que recordó que el acoso militar contra el nuevo líder “se intensificará”.
Mientras, desde Francia, el presidente Nicolas Sarkozy pidió “prudencia” mientras espera que se “allane el camino para la liberación de los rehenes” y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, recordó al líder rebelde Marulanda como un “gran hombre, sencillo y honesto”.
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, se mantuvo al margen de los anuncios y en silencio.
Durante un acto el sábado, en la localidad de Florida (departamento de Valle), Uribe no ocultó su malestar con Santos, por la forma en que había difundido “una noticia como ésta”, que no se la puede dar a un solo medio (la revista Semana) y ayer sólo atinó a decir que “seguiremos trabajando para que no reaparezcan los criminales”. Y es que Santos, quien aspira a una candidatura presidencial en el 2010, le dio la primicia a la revista Semana, dirigida por uno de sus sobrinos, Alejandro Santos.
“La relación con el presidente Uribe es buena”, dijo el ministro al referirse al malestar presidencial por la forma de dar la noticia.
La muerte de Manuel Marulanda, que marca un final de época en las convulsionadas FARC y en Colombia, abre una nueva etapa del conflicto. Con un nuevo líder, dueño de un perfil propenso al diálogo y con un gobierno que en su guerra contra las FARC no para de dar “buenas noticias”.
José Vales, El Universal, 26 de mayo.
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