BUENOS AIRES.— Un gesto hacia el diálogo y una advertencia fue lo que el gobierno Colombiano envió ayer a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a través del ministro del Interior, Carlos Holguín, quien llamó al nuevo líder guerrillero, Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano, a “aprovechar este momento para la paz o de lo contrario el gobierno procederá a exterminarlos”.
Asimismo, en un comunicado conocido ayer, el secretariado de las FARC afirmó que si bien se mantendrán en pie de “lucha armada”, también “se insistirá ante el gobierno a fin de alcanzar un acuerdo humanitario”.
Esos fueron, por un lado, el primer comunicado del nuevo secretariado de las FARC y, por el otro, el primer llamado del gobierno a una negociación, desde que se conoció el deceso de Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda o Tirofijo. El Ejército está ofreciendo una recompensa, de monto desconocido, por información que conduzca al hallazgo del cadáver del guerrillero.
En el llamado del gobierno, Holguín aclaró que el gobierno de Álvaro Uribe “siempre ha estado interesado” en establecer acuerdos de paz y la guerrilla “siempre se ha negado”.
“Si quiere obstinarse, como ha sido la política de las FARC y como fue la actitud de Marulanda, de mantenerse en la guerra y en la criminalidad, pues está también la total decisión del gobierno, de las Fuerzas Armadas y de la Policía de perseguirlo, reducirlo y finalmente exterminarlo”, advirtió el ministro.
Mientras se reproducen los deseos de que en esta nueva etapa del conflicto se termine por privilegiar la vía política, para lograr el canje humanitario y la paz, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quien el pasado sábado se encargó de dar la primicia de la muerte del líder histórico de la guerrilla, consideró ayer que “el gobierno está ganando la guerra”. Exultante, Santos reiteró que su relación con el presidente “es normal”, luego de versiones de que el jefe de Estado se sintió “pasado por alto” en los anuncios de la muerte, el pasado 26 de marzo, de Marulanda.
Otro que desde el gobierno también dio su opinión sobre el peor momento de las FARC fue el canciller Fernando Araújo, para quien la muerte de Marulanda significa “el inicio del fin de la guerrilla”, lo que podría facilitar la liberación de los secuestrados.
Pero los gobiernos de la región se mantienen en silencio. Es el caso del venezolano Hugo Chávez, quien aparece señalado en la última comunicación que la inteligencia colombiana logró detectar en las requisadas computadoras de Luis Édgar Devia, alias Raúl Reyes, el ex número 2 de las FARC, muerto el 1 de marzo.
En esa comunicación, publicada ayer por el matutino colombiano El Tiempo, Marulanda hacía referencia a un préstamo de 300 millones de dólares que llegaba de Caracas.
“Da la impresión de que el hombre (Chávez) está interesado en aportar a la causa bolivariana de las FARC para lograr fortalecer su proyecto geopolítico en varios países...”, habría escrito el viejo líder el pasado 20 de noviembre.
Asimismo, en un comunicado conocido ayer, el secretariado de las FARC afirmó que si bien se mantendrán en pie de “lucha armada”, también “se insistirá ante el gobierno a fin de alcanzar un acuerdo humanitario”.
Esos fueron, por un lado, el primer comunicado del nuevo secretariado de las FARC y, por el otro, el primer llamado del gobierno a una negociación, desde que se conoció el deceso de Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda o Tirofijo. El Ejército está ofreciendo una recompensa, de monto desconocido, por información que conduzca al hallazgo del cadáver del guerrillero.
En el llamado del gobierno, Holguín aclaró que el gobierno de Álvaro Uribe “siempre ha estado interesado” en establecer acuerdos de paz y la guerrilla “siempre se ha negado”.
“Si quiere obstinarse, como ha sido la política de las FARC y como fue la actitud de Marulanda, de mantenerse en la guerra y en la criminalidad, pues está también la total decisión del gobierno, de las Fuerzas Armadas y de la Policía de perseguirlo, reducirlo y finalmente exterminarlo”, advirtió el ministro.
Mientras se reproducen los deseos de que en esta nueva etapa del conflicto se termine por privilegiar la vía política, para lograr el canje humanitario y la paz, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quien el pasado sábado se encargó de dar la primicia de la muerte del líder histórico de la guerrilla, consideró ayer que “el gobierno está ganando la guerra”. Exultante, Santos reiteró que su relación con el presidente “es normal”, luego de versiones de que el jefe de Estado se sintió “pasado por alto” en los anuncios de la muerte, el pasado 26 de marzo, de Marulanda.
Otro que desde el gobierno también dio su opinión sobre el peor momento de las FARC fue el canciller Fernando Araújo, para quien la muerte de Marulanda significa “el inicio del fin de la guerrilla”, lo que podría facilitar la liberación de los secuestrados.
Pero los gobiernos de la región se mantienen en silencio. Es el caso del venezolano Hugo Chávez, quien aparece señalado en la última comunicación que la inteligencia colombiana logró detectar en las requisadas computadoras de Luis Édgar Devia, alias Raúl Reyes, el ex número 2 de las FARC, muerto el 1 de marzo.
En esa comunicación, publicada ayer por el matutino colombiano El Tiempo, Marulanda hacía referencia a un préstamo de 300 millones de dólares que llegaba de Caracas.
“Da la impresión de que el hombre (Chávez) está interesado en aportar a la causa bolivariana de las FARC para lograr fortalecer su proyecto geopolítico en varios países...”, habría escrito el viejo líder el pasado 20 de noviembre.
José Vales, El Universal, 28 de mayo.
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