Si la reforma energética no se aprueba en el corto plazo nuestro país comenzará a tener severos problemas en cuanto al abasto de hidrocarburos, debido a que las reservas activas calculadas por Petróleos Mexicanos (Pemex) se agotarán en un periodo aproximado de 10 años, indicó el senador del Partido Acción Nacional, Juan Bueno Torio.
El legislador integrante de la Comisión de Energía, señaló que esa situación ocasionará la pérdida de soberanía al depender de recursos petrolíferos de otros países.
Ello, debido a que en la actualidad la importación de gasolinas y componentes de las mismas (naftas), ascienden a 350 mil barriles diarios de esos combustibles, lo que significa un gasto por 10 mil 600 millones de dólares al año.
Tan sólo en 2007, agregó, la paraestatal redujo su nivel de exportaciones en 180,000 barriles diarios de petróleo, debido a que la producción registró una disminución de un 5.3% y, “de continuar sin reforma, estás cifras aumentarán exponencialmente, indicó.
Otro gran problema que se avecina, añadió, es en la industria de la refinación debido a la situación actual de las mismas, así como del sistema nacional de ductos para transportar los hidrocarburos, debido a que nuestras refinerías, dijo, fueron hechas para producir combustóleo y procesar crudo ligero, pero en la actualidad, éste combustible ha sido sustituido en gran medida por el gas natural y por productos petrolíferos de valor agregado.
La última refinería en el país, comparó, se construyó hace 28 años y operan al 42% de su capacidad de procesamiento con tecnología que resulta insuficiente y en algunos casos atrasada, en tanto que compañías como Shell tiene 55 refinerías y 55 mil estaciones de servicio; Exxon Mobil maneja 42 refinerías y 42 mil estaciones, mientras que Pemex sólo cuenta con siete refinerías y 7 mil estaciones de servicio.
Con la propuesta de reforma energética presentada por el jefe del Ejecutivo, abundó, lejos de buscar la privatización de Pemex, la intención es fomentar la construcción de más refinerías.
El legislador integrante de la Comisión de Energía, señaló que esa situación ocasionará la pérdida de soberanía al depender de recursos petrolíferos de otros países.
Ello, debido a que en la actualidad la importación de gasolinas y componentes de las mismas (naftas), ascienden a 350 mil barriles diarios de esos combustibles, lo que significa un gasto por 10 mil 600 millones de dólares al año.
Tan sólo en 2007, agregó, la paraestatal redujo su nivel de exportaciones en 180,000 barriles diarios de petróleo, debido a que la producción registró una disminución de un 5.3% y, “de continuar sin reforma, estás cifras aumentarán exponencialmente, indicó.
Otro gran problema que se avecina, añadió, es en la industria de la refinación debido a la situación actual de las mismas, así como del sistema nacional de ductos para transportar los hidrocarburos, debido a que nuestras refinerías, dijo, fueron hechas para producir combustóleo y procesar crudo ligero, pero en la actualidad, éste combustible ha sido sustituido en gran medida por el gas natural y por productos petrolíferos de valor agregado.
La última refinería en el país, comparó, se construyó hace 28 años y operan al 42% de su capacidad de procesamiento con tecnología que resulta insuficiente y en algunos casos atrasada, en tanto que compañías como Shell tiene 55 refinerías y 55 mil estaciones de servicio; Exxon Mobil maneja 42 refinerías y 42 mil estaciones, mientras que Pemex sólo cuenta con siete refinerías y 7 mil estaciones de servicio.
Con la propuesta de reforma energética presentada por el jefe del Ejecutivo, abundó, lejos de buscar la privatización de Pemex, la intención es fomentar la construcción de más refinerías.
Nota de Cecilia Higuera, Crónica, 5 de mayo.
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