Las otras armas del narco: tecnología de punta, corrupción y capacitación de universitarios

Compra de policías y de plazas en aeropuertos y carreteras, uso de tecnología para el trasiego submarino o subterráneo y capacitación de jóvenes para ocupar puestos estratégicos en el negocio de la droga y la impartición de justicia son maniobras que, según el investigador Israel Alvarado, conforman “el círculo de acción del tráfico de drogas en México”.
El especialista en narcotráfico y catedrático del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE) de la PGR, reveló algunos de los métodos utilizados por los cárteles que son tema de análisis en el ámbito de la investigación y la academia.
Sobre la venta de plazas de la PFP en puertos aéreos, señaló: “Lo mismo se ha dicho de las delegaciones estatales de la PGR, ha habido denuncias de que se pagan por ellas precios exorbitantes, de ahí que las instituciones estén apostando por una rotación continua”.
Sí, advierte que en la venta de estos puestos están involucrados altos mandos: “Negocios de este tipo no podrían ser manejados por mandos bajos o medios, sino solo por aquellos que tienen el poder de otorgar plazas y borrar evidencias a cambio de millones de dólares”.
Aunque como investigador ha conocido diligencias de la PGR y la SSP sobre estos actos, lamenta que “no se hayan difundido sentencias condenatorias contra los jefes policiacos involucrados”.
La red de sobornos, dice, es solo un instrumento de los narcos… “La filtración de los cuerpos policiacos y la creación de grupos dedicados a advertir sobre operativos y estrategias oficiales se complementa con labores de contrainteligencia y uso tecnológico”.
En el tema de las rutas marítimas, relata, “se sabe del uso de submarinos muy pequeños que no son tripulados y que son manejados a control remoto, no causan turbulencia en la superficie ni son detectados por radares… Lo peor que podría pasar es que descubriera el cargamento, pero queda cerrada la posibilidad de la detención de criminales, no se sabe quién manda la droga”.
A nivel terrestre, cada vez más se opta por las rutas subterráneas, los llamados narcotúneles.
“Y también se ha puesto de moda el uso de empresas de paquetería. Se trata de un esquema de envío trasnacional que también requiere la complicidad de autoridades, tanto de la policía como del esquema aduanero”.
En los últimos años, él y otros investigadores han obtenido reportes de una fórmula adicional de la delincuencia: el reclutamiento de jóvenes para adiestramientos clandestinos.
“La mayoría son preparatorianos o universitarios, entre los mejores de sus escuelas, los preparan en el extranjero con el objeto de tener a los mejores contadores, abogados, ingenieros químicos, biólogos, expertos en computación y en operaciones bancarias, cualquier rubro que tenga que ver con sus actividades financieras y la producción de droga”.
Y todavía más: otros informes de acceso académico señalan que algunos de estos jóvenes, los más brillantes, “son capacitados intelectual y psicológicamente para pasar los exámenes aplicados a aspirantes a plazas de jueces y ministerios públicos… Se les capacita para afrontar la prueba del polígrafo, las evaluaciones psicológicas y de confianza, quedan listos para responder a cualquier batería de preguntas, lo que cierra el círculo de artificios del narco de manera efectiva”.

Nota de Daniel Blancas Madrigal, Crónica, 24 de mayo.