Durante la Administración del Presidente Felipe Calderón, el Ejército mexicano lleva acumuladas 634 quejas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por presuntos abusos y violaciones a las garantías fundamentales.
Un reporte de la CNDH -solicitado expresamente por REFORMA- revela que la frecuencia de las quejas contra el personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) va en aumento.
Mientras en 2007 se reportó una queja al día, en 2008 se registran, en promedio, 2.2 reclamaciones.
La mayoría de las denuncias se refiere al ejercicio indebido de la función pública, cateos y visitas domiciliarias ilegales, trato cruel y degradante, detención arbitraria, robo y amenazas.
Las entidades que encabezan la lista de reclamaciones durante el actual Gobierno son Michoacán, con 139; Tamaulipas, con 68, y Sinaloa, con 38.
La segunda visitadora general de la CNDH, Susana Pedroza, sostuvo en entrevista que el elevado número de quejas obedece a la presencia del Ejército en las calles en tareas de combate al crimen organizado.
Dijo que para el organismo no es deseable que las fuerzas armadas se involucren en esas labores, pero reconoció que no las puede abandonar en este momento, cuando el País enfrenta una ola de violencia relacionada con el narcotráfico.
"La CNDH ha pedido que permanezcan en las calles (...) Estamos optimistas en el sentido que los militares van a ser más cuidadosos y más respetuosos de la población", expresó.
De 1990 -año en el que se creó la CNDH- a la fecha, el Ejército mexicano ha recibido 46 recomendaciones del organismo, y en lo que va de la actual Administración federal apenas van seis.
Para Amnistía Internacional, las violaciones a los derechos humanos cometidas por elementos del Ejército continuarán manifestándose mientras se mantenga a las fuerzas armadas realizando tareas de policías.
Y cuestionan a la CNDH
La actuación de la CNDH ante las quejas contra el Ejército es cuestionada por instituciones.
Vanessa Coria, abogada para México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, criticó que el ombudsman nacional, José Luis Soberanes, avale la presencia del Ejército en las calles.
La jurisdicción militar no cuenta con independencia e imparcialidad para investigar y juzgar adecuadamente las denuncias, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.
Rupert Knox, investigador para México de Amnistía Internacional, dijo que la CNDH nunca ha tenido un papel fuerte en la vigilancia de la actuación del Ejército.
Un reporte de la CNDH -solicitado expresamente por REFORMA- revela que la frecuencia de las quejas contra el personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) va en aumento.
Mientras en 2007 se reportó una queja al día, en 2008 se registran, en promedio, 2.2 reclamaciones.
La mayoría de las denuncias se refiere al ejercicio indebido de la función pública, cateos y visitas domiciliarias ilegales, trato cruel y degradante, detención arbitraria, robo y amenazas.
Las entidades que encabezan la lista de reclamaciones durante el actual Gobierno son Michoacán, con 139; Tamaulipas, con 68, y Sinaloa, con 38.
La segunda visitadora general de la CNDH, Susana Pedroza, sostuvo en entrevista que el elevado número de quejas obedece a la presencia del Ejército en las calles en tareas de combate al crimen organizado.
Dijo que para el organismo no es deseable que las fuerzas armadas se involucren en esas labores, pero reconoció que no las puede abandonar en este momento, cuando el País enfrenta una ola de violencia relacionada con el narcotráfico.
"La CNDH ha pedido que permanezcan en las calles (...) Estamos optimistas en el sentido que los militares van a ser más cuidadosos y más respetuosos de la población", expresó.
De 1990 -año en el que se creó la CNDH- a la fecha, el Ejército mexicano ha recibido 46 recomendaciones del organismo, y en lo que va de la actual Administración federal apenas van seis.
Para Amnistía Internacional, las violaciones a los derechos humanos cometidas por elementos del Ejército continuarán manifestándose mientras se mantenga a las fuerzas armadas realizando tareas de policías.
Y cuestionan a la CNDH
La actuación de la CNDH ante las quejas contra el Ejército es cuestionada por instituciones.
Vanessa Coria, abogada para México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, criticó que el ombudsman nacional, José Luis Soberanes, avale la presencia del Ejército en las calles.
La jurisdicción militar no cuenta con independencia e imparcialidad para investigar y juzgar adecuadamente las denuncias, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.
Rupert Knox, investigador para México de Amnistía Internacional, dijo que la CNDH nunca ha tenido un papel fuerte en la vigilancia de la actuación del Ejército.
Nota de Silvia Garduño, Reforma, 18 de mayo.
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