Los panistas noquearon

Los tarjeteos están en todo su apogeo en el patio central del Senado. La estrategia de los legisladores del PAN es clara en este que es el quinto foro sobre reforma petrolera: van por el ex director de Pemex, Francisco Rojas.
El diputado panista Luis Alonso Mejía espera paciente su turno, que le llega después de que participan 8 ponentes con todo y sus réplicas y 6 legisladores.
Por fin le dan la palabra y lanza los primeros dardos contra Francisco Rojas.
—Cuando usted fue director de Pemex, no sólo fue partidario de la privatización sino que además la impulsó basándose en leyes secundarias que ahora impugna.
Rojas mira fijamente al diputado y luego toma apuntes.
Alonso Mejía continúa. Parafrasea al propio impugnado cuando dice que hay que terminar con la simulación.
Y lanza un gancho al hígado.
—¿Con qué bases constitucionales usted como director de Pemex asoció la empresa en minoría accionaria con empresarios para cederles la producción y el mercado de lubricantes con Mexlub o Shell? ¿O para hacer la refinería de Deer Park?
El diputado Juan José Rodríguez Pratts, también panista, sonríe, sentado a la izquierda de Alonso Mejía.
Cuando llega el turno de Francisco Rojas, intenta responder sobre la refinería de Deer Park.
-En primer lugar, en 1991 habíamos cerrado la refinería de Azcapotzalco. Se había cerrado un poco antes una pequeña refinería que había en Poza Rica. Y el problema estriba en que estábamos entrando en ese momento a un problema de mercado, muy profundo, en términos del crudo pesado.
Rojas se extiende en su explicación. Sostiene que el problema para colocar crudo maya era principalmente con Venezuela y se contemplaron esquemas de coinversión.
—Había dos opciones que parecían ser bastante buenas. Una era Lion Deer y la otra Deer Park. Por alguna razón, los venezolanos actuaron más rápidos y más agresivos y se quedaron con la refinería del Lion Deer.
Nosotros, afortunadamente, también reaccionamos y pudimos hacer el acuerdo con Deer Park.
Rodríguez Pratts sonríe con cara de "ya la hicimos" y le dice algo al oído al diputado Luis Alonso Mejía.
Rojas expone argumentos y se come su tiempo, pero el moderador, Francisco Labastida, está encantado con su discurso y no se da cuenta.
Rojas se interrumpe solito.
—Licenciado Labastida, usted me dice si le corto o le sigo.
—Le puede tomar dos minutos más, —le responde el senador del PRI.
—Lo que usted diga; usted es el que manda aquí.
-No, no, yo tengo la difícil responsabilidad de coordinar los tiempos, tocayo.
Pasa el tiempo y el micrófono regresa a las manos del diputado Luis Alonso Mejía, quien lanza sin compasión.
-Señor Rojas, todo lo que usted ahora me contestó, veo que es en apoyo a las iniciativas presentadas por el presidente Calderón, lo cual celebro.
Y remata:
-Usted se salió del marco jurídico y compartió las áreas que ahora sí considera estratégicas. Esto sí es una simulación.
El tiempo consume el foro y Francisco Rojas ya no responde a los panistas, quienes satisfechos sonríen.
José Contreras, Crónica, 28 de mayo.

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