Marulanda “se la jugó”

Desde casi el inicio de mi adolescencia he escuchado hablar de Manuel Marulanda, Tirofijo, guerrillero durante casi cuarenta y cinco años en un lejano y desconocido pero —sin saber bien por qué— entrañable país llamado Colombia. Marulanda fue combatido por todos los gobiernos colombianos, por Estados Unidos y por muchos otros.

Fue ignorado por la Unión Soviética, criticado fuertemente por el gobierno de Cuba, por Fidel Castro y el Che Guevara.

También fue acusado de narcotraficante sin que, ciertamente, nadie pueda probar que jamás hubiera cobrado impuestos a los narcos.

El movimiento de Tirofijo fue en sus orígenes un movimiento campesino por la tierra: Marquetalia. La autodefensa fue su táctica: tomar la tierra y defenderla con las armas.

Muchos lo condenaron al fracaso y, tal vez, fracasó, pero después que sus críticos. Si Marulanda hubiera pactado con algún gobierno colombiano habría muerto mucho antes, asesinado como tantos rebeldes traicionados. Al final, perdió la vida de manera natural, en un lugar desconocido como otros en los que habitó durante toda su vida.

Tirofijo fue un rebelde que se la jugó a cada paso. De los cargos que se le hicieron, el mayor fue, quizás, el de comerciar con cocaína o, al menos, dejar traficar con ella. Pero, en Colombia, esa acusación no lo es tal.

La captura de rehenes carece de justificación moral aunque podrían tener explicación política. Pero el mayor drama social de la sociedad colombiana no viene de las FARC sino de los paramilitares que han lanzado al exilio interior, como refugiados, a millones de colombianos que sufren miseria y violencia.

El gobierno de Colombia es paramilitar y narcotraficante según sus propias conveniencias y circunstancias de poder, y forma parte del crimen organizado: es, como decía Marulanda, el verdadero problema de Colombia.

Captura Ecuador a líder de ELN
(Quito•Agencias)

• Un presunto dirigente de la guerrilla colombiana del ELN, identificado como Willington Claro y conocido con el alias de Comandante Antonio, fue capturado en Quito cuando planeaba viajar a Perú, informó la Policía ecuatoriana.

“Se le pidió documentación y presentó documentación que no corresponde a su verdadera identidad”, dijo el comandante policial, general Jaime Hurtado, apuntando que Claro fue detenido cuando intentaba dirigirse hacia la frontera con Perú.

El coronel César Cisneros, de la Interpol de Ecuador, afirmó que el sospechoso pertenece a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), y su nombre aparece en la circular roja de ese organismo policial.

De acuerdo con la prensa, Willington Claro —que ingresó a Ecuador en enero pasado— fue arrestado a comienzos de mayo en un operativo de agentes de la Policía Judicial, y está preso en la principal penitenciaría de Quito.

El reo, con una pierna mutilada y sin el ojo y el dedo meñique derechos, tenía una laptop que fue confiscada por Quito. El ELN es la segunda guerrilla en importancia que combate en Colombia después de las FARC, de línea marxista.
Pablo Gómez, Milenio, 27 de mayo.

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