Me voy pero no por presiones, dice Incalcaterra

El representante en México de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amérigo Incalcaterra, confirmó que se irá del país en los próximos días y aseguró que el motivo obedece a un proceso normal de relevo que se da al interior de este organismo.

Descartó que su salida del país se deba a presiones por parte del gobierno mexicano, aunque señaló que “en el trabajo que uno realiza es normal que en ocasiones se produzcan malentendidos que se discuten de manera profesional con las autoridades y se superan”.

“Son cosas normales que suceden en una burocracia como la de Naciones Unidas donde cambian a sus representantes después de un tiempo”, reiteró.

El diplomático dijo que se va de México sin rencores y destacó que aún hay temas pendientes como el anuncio del Plan Nacional de Derechos Humanos, la discusión y aprobación de reformas constituciones en la materia y la elaboración de diagnósticos estatales.

Al participar en la presentación del Diagnóstico de Derechos Humanos del Distrito Federal —donde fue ovacionado de pie por representantes de organizaciones civiles—, Incalcaterra manifestó que durante su periodo “se hubieran podido hacer más cosas, pero tampoco nosotros fuimos lo suficientemente ágiles para realizarlos. Lo importante es seguir trabajando”.

Indicó que su relación con el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes, es profesional y de cooperación.

El representante de la Alta Comisionada informó que en los próximos días se establecerá su fecha de salida de México y el país a donde será trasladado. Incalcaterra llegó al país a finales del 2005.
Nota de Liliana Alcántara, El Universal, 8 de mayo.

0 Responses to "Me voy pero no por presiones, dice Incalcaterra"