En entrevista, dijo que los enfrentamientos que se han suscitado con las autoridades federales “son malentendidos” que con el paso del tiempo se superan y aseguró que abandona el país “feliz y sin rencores”.
Renuente a responder si su salida se debe a presiones políticas, Incalcaterra sostuvo que “en el trabajo que realiza es evidente y es normal que en ocasiones se producen malentendidos y se superan como se han superado en este país. Los cambios se dan dentro de la burocracia de Naciones Unidas, los funcionarios rotamos como es normal”.
En el contexto de la presentación del Diagnóstico de los Derechos Humanos en el Distrito Federal, el alto comisionado dijo que las declaraciones en el sentido de que su remoción se debe a una solicitud que realizó el gobierno federal, luego de las fuertes críticas que ha realizado a la administración de Felipe Calderón son “rumores”.
Informó que hasta el momento no se ha establecido la fecha de salida de México ni el país a donde será trasladado.
Al realizar una breve evaluación de su gestión, reconoció que quedan temas pendientes en materia de derechos humanos, como lo es la elaboración del plan nacional de derechos humanos, la aprobación de propuestas de reforma constitucional en la materia y diagnóstico a nivel estatal.
En el acto, Amerigo Incalcaterra fue ovacionado de pie por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, el presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, Víctor Hugo Círigo, y el ombudsman capitalino, Emilio Alvarez Icaza, así como por un centenar de representantes de organizaciones no gubernamentales.
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