WASHINGTON.— En su lucha por el voto de los latinos, Barack Obama ha decidido abrazar la causa de los inmigrantes. Y no sólo ofreciendo una promesa de reforma migratoria que saque de las sombras a más de 12 millones de almas, sino apuntando directamente contra quienes han convertido a los indocumentados en “cabeza de turco” de un sistema migratorio que hace aguas por todos lados:
“Cierto sector (de comentaristas) ha alimentado la xenofobia. Por eso no hay que extrañarse que los crímenes de odio contra los hispanos se hayan duplicado el pasado año”, denunció recientemente en Miami, Florida, el más firme aspirante demócrata a la nominación presidencial.
“Si tienes a gente como (el presentador de la CNN), Lou Dobbs y (el comentarista ultraconservador de la radio) Rush Limbaugh atizando las cosas, no es de extrañar que este tipo de crímenes de odio ocurran”, aseguró Obama al ponerle por primera vez nombre propio a quienes, desde sus respectivas trincheras mediáticas, han propagado el odio antinmigrante y presionado contra una reforma migratoria.
No es la primera vez que Obama denuncia la oledada de sentimiento antiinmigrante que ha atizado el sector más conservador del Partido Republicano y sus terminales en los medios de comunicación. De hecho, durante el debate previo al supermartes del pasado 5 de febrero en Arizona, California, Colorado y Nuevo México —estados con un rico universo de electores latinos—, Obama consideró que no se podía “convertir a los indocumentados en chivos expiatorios de los problemas económicos y desempleo”, ni “utilizar el tema de la inmigración como táctica divisoria”.
Sin embargo, esta es la primera vez que Obama apunta contra quienes, desde sus respectivos espacios en la radio y la televisión, se han encargado de demonizar la causa de los inmigrantes para convertirlos en el “enemigo número uno” de la clase media en Estados Unidos.
Según las estadísticas del FBI, como consecuencia directa de este tipo de campañas, el aumento en los crímenes de odio contra la minoría latina aumentó 35% entre 2003 y 2006. Los expertos creen que estos crímenes son perpetrados por personas que creen estar atacando a inmigrantes que forman parte de una “conspiración” urdida desde la frontera sur para invadir a Estados Unidos.
Las denuncias de Obama, han causado escozor al presentador de la CNN, Lou Dobbs que, en un mensaje de respuesta, le recordó que Estados Unidos si es capaz de deportar a millones de inmigrantes indocumentados a sus respectivos países:
“De hecho, más de 10 millones de ilegales fueron deportados en la década de los 70”, aseguró Lou Dobbs, un personaje de controvertida trayectoria que ha sido denunciado en varias ocasiones por un ejército de periodistas, académicos, líderes comunitarios y congresistas del país por su vena antiinmigrante.
“Este hombre ha causado más daño que nadie con un micrófono a la posibilidad de una reforma migratoria comprensiva”, aseguró el periodista y presentador de televisión, Geraldo Rivera, autor del libro His Panic (juego de palabras que se traduce como Su Pánico): ¿Por qué los estadounidenses temen a los hispanos?”.
Las denuncias del aspirante presidencial Obama —en medio de una intensa campaña por el voto de los latinos que lo llevará esta misma semana a Nuevo México, Colorado y Nevada—, han colocado así por primera vez en la mira a personajes como los presentadores Dobbs y Limbaugh, personaje este último que ha propuesto su propio plan para limitar el ingreso de inmigrantes latinos a “sólo aquellos que vengan con dinero para invertir, que hablen inglés y que no se atrevan a salir a la calle a pelear por sus derechos políticos y civiles”.
“Cierto sector (de comentaristas) ha alimentado la xenofobia. Por eso no hay que extrañarse que los crímenes de odio contra los hispanos se hayan duplicado el pasado año”, denunció recientemente en Miami, Florida, el más firme aspirante demócrata a la nominación presidencial.
“Si tienes a gente como (el presentador de la CNN), Lou Dobbs y (el comentarista ultraconservador de la radio) Rush Limbaugh atizando las cosas, no es de extrañar que este tipo de crímenes de odio ocurran”, aseguró Obama al ponerle por primera vez nombre propio a quienes, desde sus respectivas trincheras mediáticas, han propagado el odio antinmigrante y presionado contra una reforma migratoria.
No es la primera vez que Obama denuncia la oledada de sentimiento antiinmigrante que ha atizado el sector más conservador del Partido Republicano y sus terminales en los medios de comunicación. De hecho, durante el debate previo al supermartes del pasado 5 de febrero en Arizona, California, Colorado y Nuevo México —estados con un rico universo de electores latinos—, Obama consideró que no se podía “convertir a los indocumentados en chivos expiatorios de los problemas económicos y desempleo”, ni “utilizar el tema de la inmigración como táctica divisoria”.
Sin embargo, esta es la primera vez que Obama apunta contra quienes, desde sus respectivos espacios en la radio y la televisión, se han encargado de demonizar la causa de los inmigrantes para convertirlos en el “enemigo número uno” de la clase media en Estados Unidos.
Según las estadísticas del FBI, como consecuencia directa de este tipo de campañas, el aumento en los crímenes de odio contra la minoría latina aumentó 35% entre 2003 y 2006. Los expertos creen que estos crímenes son perpetrados por personas que creen estar atacando a inmigrantes que forman parte de una “conspiración” urdida desde la frontera sur para invadir a Estados Unidos.
Las denuncias de Obama, han causado escozor al presentador de la CNN, Lou Dobbs que, en un mensaje de respuesta, le recordó que Estados Unidos si es capaz de deportar a millones de inmigrantes indocumentados a sus respectivos países:
“De hecho, más de 10 millones de ilegales fueron deportados en la década de los 70”, aseguró Lou Dobbs, un personaje de controvertida trayectoria que ha sido denunciado en varias ocasiones por un ejército de periodistas, académicos, líderes comunitarios y congresistas del país por su vena antiinmigrante.
“Este hombre ha causado más daño que nadie con un micrófono a la posibilidad de una reforma migratoria comprensiva”, aseguró el periodista y presentador de televisión, Geraldo Rivera, autor del libro His Panic (juego de palabras que se traduce como Su Pánico): ¿Por qué los estadounidenses temen a los hispanos?”.
Las denuncias del aspirante presidencial Obama —en medio de una intensa campaña por el voto de los latinos que lo llevará esta misma semana a Nuevo México, Colorado y Nevada—, han colocado así por primera vez en la mira a personajes como los presentadores Dobbs y Limbaugh, personaje este último que ha propuesto su propio plan para limitar el ingreso de inmigrantes latinos a “sólo aquellos que vengan con dinero para invertir, que hablen inglés y que no se atrevan a salir a la calle a pelear por sus derechos políticos y civiles”.
J. Jaime Hernández, El Universal, 26 de mayo.
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