El marco jurídico en el sector de telecomunicaciones en México está rebasado, por lo que es necesario adecuarlo a los tiempos actuales para elevar la competitividad, atraer mayores inversiones y más operadores que diversifiquen los servicios a favor de los consumidores, asegura Alejandro Puente, presidente de la Cámara Nacional de las Telecomunicaciones por Cable (Canitec).
"Debemos tener una ley que permita garantizar a los consumidores mejores tarifas en mejores condiciones y de calidad", dice Puente.
Recientemente, los industriales del cable pidieron al gobierno federal impulsar una reforma que ordene al sector de las telecomunicaciones y dar solución al problema de interconexión y tarifas, de modo que se cree un entorno favorable para la competencia.
Al respecto, Puente afirma que los principios para esta reforma deben ser: reglas claras y transparentes.
Entrevistado por El Economista, el líder de los cableros asegura que debería estar establecido en la ley que: "no debe estar a juicio de las autoridades declarar dominante a un agente del mercado".
Expone, que con base en la experiencia internacional, la regulación asimétrica no se impone a través de un juicio o proceso administrativo, sino se da de forma automática mediante el porcentaje que tiene una empresa en determinados mercados.
Incluso, en otros países cuando un operador tiene 40% del mercado, en ese momento se le declara dominante sin necesidad de sostener un proceso de uno o dos años con la autoridad de competencia para resolver si lo declaran o no dominante.
Telmex detenta el 91% de mercado en telefonía fija, mientras que Telcel 70% en móvil.
Desafortunadamente, dice, en México pese a la obviedad de la distribución en los mercados, "el regulador en competencia no inició por mutuo propio una investigación, sino hubo que ser los operadores quienes denunciamos que hay un operador dominante con la salvedad de que no sabemos qué va a pasar".
Y advierte, que de no lograr la declaración de dominancia de las Telmex y Telcel "seguiremos rezagados y con tarifas altas. Si estamos como el tercer país de la OCDE con tarifas elevadas podríamos llegar al primer sitio".
Más aportación al PIB.
Actualmente las telecomunicaciones contribuyen con aproximadamente el 6% del Producto Interno Bruto (PIB), y en el corto o mediano plazo podría duplicarse su contribución si se repunta la competencia en el sector y se logra una reducción efectiva en los precios por servicio.
Para la interconexión, Puente dice que ésta debería ser obligatoria, pues en el esquema actual las empresas interponen desacuerdos ante la Cofetel pero el órgano regulador sólo tiene facultad para atenderlos, pero no para obligarlos y mientras éstos son resueltos, las inversiones se detienen.
Además que otro factor son las trabas regulatorias, "como pasó en el caso de nosotros que desde 1995 podíamos dar internet y fue hasta el 2003 cuando se concreto este negocio.
"Con la baja de tarifas, con más competencia, y con un marco adecuado a efecto de tener interconexión a precios internacionales, la economía familiar tendría un impacto impresionante".
Por ejemplo, con 30% de disminución en los precios en los servicios de telecomunicaciones, sería posible lograría efectos equivalentes a una disminución de 53% de las tarifas de energía eléctrica, o 37% de la gasolina.
Sin atractivos "La falta de competencia y regulación ficta no ha permitido que ingresen nuevos operadores, porque no se les garantizas un campo de legitimidad. No hay certidumbre jurídica para hacer inversiones en México en materia de telecomunicaciones", asegura Puente.
A este respecto agrega con mejores condiciones de competencia, interconexión y transporte interurbano, los usuarios tendrán oportunidad de escoger entre más oferentes.
Y aclara que en realidad los cableros son los únicos que se están disputando el mercado con Telmex, porque las empresas de telefonía pese a tener autorización para dar televisión, la realidad es que no invierten, de ahí que asegura el mensaje de "Inviértale" de Telmex es para esas empresas, salvo Maxcom que ya inició a comercializar servicios de video en Puebla y tiene intenciones de expandir el servicio al DF y otras ciudades.
"Debemos tener una ley que permita garantizar a los consumidores mejores tarifas en mejores condiciones y de calidad", dice Puente.
Recientemente, los industriales del cable pidieron al gobierno federal impulsar una reforma que ordene al sector de las telecomunicaciones y dar solución al problema de interconexión y tarifas, de modo que se cree un entorno favorable para la competencia.
Al respecto, Puente afirma que los principios para esta reforma deben ser: reglas claras y transparentes.
Entrevistado por El Economista, el líder de los cableros asegura que debería estar establecido en la ley que: "no debe estar a juicio de las autoridades declarar dominante a un agente del mercado".
Expone, que con base en la experiencia internacional, la regulación asimétrica no se impone a través de un juicio o proceso administrativo, sino se da de forma automática mediante el porcentaje que tiene una empresa en determinados mercados.
Incluso, en otros países cuando un operador tiene 40% del mercado, en ese momento se le declara dominante sin necesidad de sostener un proceso de uno o dos años con la autoridad de competencia para resolver si lo declaran o no dominante.
Telmex detenta el 91% de mercado en telefonía fija, mientras que Telcel 70% en móvil.
Desafortunadamente, dice, en México pese a la obviedad de la distribución en los mercados, "el regulador en competencia no inició por mutuo propio una investigación, sino hubo que ser los operadores quienes denunciamos que hay un operador dominante con la salvedad de que no sabemos qué va a pasar".
Y advierte, que de no lograr la declaración de dominancia de las Telmex y Telcel "seguiremos rezagados y con tarifas altas. Si estamos como el tercer país de la OCDE con tarifas elevadas podríamos llegar al primer sitio".
Más aportación al PIB.
Actualmente las telecomunicaciones contribuyen con aproximadamente el 6% del Producto Interno Bruto (PIB), y en el corto o mediano plazo podría duplicarse su contribución si se repunta la competencia en el sector y se logra una reducción efectiva en los precios por servicio.
Para la interconexión, Puente dice que ésta debería ser obligatoria, pues en el esquema actual las empresas interponen desacuerdos ante la Cofetel pero el órgano regulador sólo tiene facultad para atenderlos, pero no para obligarlos y mientras éstos son resueltos, las inversiones se detienen.
Además que otro factor son las trabas regulatorias, "como pasó en el caso de nosotros que desde 1995 podíamos dar internet y fue hasta el 2003 cuando se concreto este negocio.
"Con la baja de tarifas, con más competencia, y con un marco adecuado a efecto de tener interconexión a precios internacionales, la economía familiar tendría un impacto impresionante".
Por ejemplo, con 30% de disminución en los precios en los servicios de telecomunicaciones, sería posible lograría efectos equivalentes a una disminución de 53% de las tarifas de energía eléctrica, o 37% de la gasolina.
Sin atractivos "La falta de competencia y regulación ficta no ha permitido que ingresen nuevos operadores, porque no se les garantizas un campo de legitimidad. No hay certidumbre jurídica para hacer inversiones en México en materia de telecomunicaciones", asegura Puente.
A este respecto agrega con mejores condiciones de competencia, interconexión y transporte interurbano, los usuarios tendrán oportunidad de escoger entre más oferentes.
Y aclara que en realidad los cableros son los únicos que se están disputando el mercado con Telmex, porque las empresas de telefonía pese a tener autorización para dar televisión, la realidad es que no invierten, de ahí que asegura el mensaje de "Inviértale" de Telmex es para esas empresas, salvo Maxcom que ya inició a comercializar servicios de video en Puebla y tiene intenciones de expandir el servicio al DF y otras ciudades.
Nota de Claudia Juárez Escalona, El Economista, 7 de mayo.
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