La modernización del sistema nacional de refinación y la construcción de nuevas instalaciones requerirá una inversión aproximada de 37 mil millones de dólares, así como su apertura a la inversión privada, aseguró Francisco Barnés de Castro, ex rector de la UNAM.
El monto total de la inversión necesaria para hacer eficientes las actuales refinerías sería de más de 16 mil millones de dólares, cifra 3.5 veces superior a lo utilizado en los últimos seis años, acción que deberá ser ejecutada a más tardar en el mismo lapso.
Urgió a instalar dos nuevas refinerías con una capacidad mínima de 300 mil barriles diarios, las cuales tendrían un costo cercano a los 7 mil millones de dólares.
El mismo costo de inversión sería requerido para la construcción de infraestructuras adicionales, entre las que destacan la incorporación de esquemas de cogeneración en la refinación de las plantas de Salamanca, Guanajuato; Tula, Hidalgo, y Minatitlán, Veracruz, así como una instalación de crudo superpesado para procesar el petróleo en el complejo de Ku-Maloob-Zap de Campeche.
Además, la edificación de dos centros logísticos para el manejo de hidrocarburos en Dos Bocas, Tabasco, y Salina Cruz, Oaxaca, que permitirían de manera óptima la importación de crudo ligero proveniente de otros países para alimentar a las diferentes refinerías.
Aseguró que sería prácticamente imposible que Pemex, con sus recursos actuales, pueda llevar a cabo todos esos proyectos, por lo que “México, tarde o temprano, tendrá que seguir el camino de la mayoría de los países en el mundo:abrir el negocio de refinación a la competencia y permitir la participación de capital privado”.
Añadió que para alcanzar ese objetivo México deberá preparase en tres aspectos fundamentales: reforzar la rectoría del Estado en materia energética, fortalecer Pemex otorgándole autonomía de gestión y reducir su carga fiscal.
Durante el quinto foro sobre la reforma energética, el ex rector afirmó que, de continuar con el actual esquema de refinación, se tendrá que erogar un promedio de 23 mil millones de dólares al año para el pago de las importaciones de productos petrolíferos en los próximos seis años.
Tan sólo durante los primeros tres meses de 2008 se ha destinado alrededor de 45 por ciento de los ingresos de exportación de crudo al pago de importaciones.
El monto total de la inversión necesaria para hacer eficientes las actuales refinerías sería de más de 16 mil millones de dólares, cifra 3.5 veces superior a lo utilizado en los últimos seis años, acción que deberá ser ejecutada a más tardar en el mismo lapso.
Urgió a instalar dos nuevas refinerías con una capacidad mínima de 300 mil barriles diarios, las cuales tendrían un costo cercano a los 7 mil millones de dólares.
El mismo costo de inversión sería requerido para la construcción de infraestructuras adicionales, entre las que destacan la incorporación de esquemas de cogeneración en la refinación de las plantas de Salamanca, Guanajuato; Tula, Hidalgo, y Minatitlán, Veracruz, así como una instalación de crudo superpesado para procesar el petróleo en el complejo de Ku-Maloob-Zap de Campeche.
Además, la edificación de dos centros logísticos para el manejo de hidrocarburos en Dos Bocas, Tabasco, y Salina Cruz, Oaxaca, que permitirían de manera óptima la importación de crudo ligero proveniente de otros países para alimentar a las diferentes refinerías.
Aseguró que sería prácticamente imposible que Pemex, con sus recursos actuales, pueda llevar a cabo todos esos proyectos, por lo que “México, tarde o temprano, tendrá que seguir el camino de la mayoría de los países en el mundo:abrir el negocio de refinación a la competencia y permitir la participación de capital privado”.
Añadió que para alcanzar ese objetivo México deberá preparase en tres aspectos fundamentales: reforzar la rectoría del Estado en materia energética, fortalecer Pemex otorgándole autonomía de gestión y reducir su carga fiscal.
Durante el quinto foro sobre la reforma energética, el ex rector afirmó que, de continuar con el actual esquema de refinación, se tendrá que erogar un promedio de 23 mil millones de dólares al año para el pago de las importaciones de productos petrolíferos en los próximos seis años.
Tan sólo durante los primeros tres meses de 2008 se ha destinado alrededor de 45 por ciento de los ingresos de exportación de crudo al pago de importaciones.
Nayeli González, Milenio, 28 de mayo.
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