WASHINGTON.— Tras pagar una fianza de 75 mil dólares, George Inkadosian, el hombre que abastecía armas a los cárteles de droga mexicanos desde su tienda en Phoenix, Arizona, obtuvo su libertad.
La policía lo mantendrá bajo vigilancia por medio de un grillete electrónico sujeto a uno de sus tobillos.
El juicio que enfrentará es por fraude, lavado de dinero y asistencia a una organización criminal, entre otros cargos levantados por el fiscal Patrick Zinicola.
A principios de mayo, Inkadosian fue detenido bajo los cargos de venta ilegal de armas en X-Calibur, un almacén localizado en Phoenix, en donde fueron halladas unas mil 300 armas que se decomisaron, y hay evidencias de que rifles, municiones y pistolas de alto poder viajaban de Arizona a México para abastecer a narcotraficantes.
William Newell, uno de los policías que intervino en el operativo, aseguró que las armas “entran a México por todas las vías, por Nogales, El Paso y Yuma”.
Informes oficiales indican que 90% del armamento que se introduce a México de manera ilícita llega desde Estados Unidos.
Newell dijo que los rifles de asalto y pistolas favoritas de los narcos arriban a territorio mexicano a través de túneles ocultos, automóviles provistos de sillones de doble fondo y transportadas a pie por personas que atraviesan el desierto con sacos llenos de dinero y municiones.
Según él, lo más importante para el crimen organizado y los agentes que lo persiguen son las balas.
“Sin ellas, las armas no les sirven para nada a los narcotraficantes.”
Explicó que sin los proyectiles los policías no tendrían pistas para rastrear el armamento.
Abundó que todas las armas tienen registros, como si se tratara de los datos en el acta de nacimiento de una persona, y cada una cuenta con una huella similar a las digitales, lo cual las hace diferentes a las demás.
Gracias a ello los agentes especiales supieron que el armamento decomisado a principios de mayo fue vendido en el almacén X-Calibur. En el éxito del operativo destaca el apoyo de la PGR y el Ejército mexicano.
La policía lo mantendrá bajo vigilancia por medio de un grillete electrónico sujeto a uno de sus tobillos.
El juicio que enfrentará es por fraude, lavado de dinero y asistencia a una organización criminal, entre otros cargos levantados por el fiscal Patrick Zinicola.
A principios de mayo, Inkadosian fue detenido bajo los cargos de venta ilegal de armas en X-Calibur, un almacén localizado en Phoenix, en donde fueron halladas unas mil 300 armas que se decomisaron, y hay evidencias de que rifles, municiones y pistolas de alto poder viajaban de Arizona a México para abastecer a narcotraficantes.
William Newell, uno de los policías que intervino en el operativo, aseguró que las armas “entran a México por todas las vías, por Nogales, El Paso y Yuma”.
Informes oficiales indican que 90% del armamento que se introduce a México de manera ilícita llega desde Estados Unidos.
Newell dijo que los rifles de asalto y pistolas favoritas de los narcos arriban a territorio mexicano a través de túneles ocultos, automóviles provistos de sillones de doble fondo y transportadas a pie por personas que atraviesan el desierto con sacos llenos de dinero y municiones.
Según él, lo más importante para el crimen organizado y los agentes que lo persiguen son las balas.
“Sin ellas, las armas no les sirven para nada a los narcotraficantes.”
Explicó que sin los proyectiles los policías no tendrían pistas para rastrear el armamento.
Abundó que todas las armas tienen registros, como si se tratara de los datos en el acta de nacimiento de una persona, y cada una cuenta con una huella similar a las digitales, lo cual las hace diferentes a las demás.
Gracias a ello los agentes especiales supieron que el armamento decomisado a principios de mayo fue vendido en el almacén X-Calibur. En el éxito del operativo destaca el apoyo de la PGR y el Ejército mexicano.
Wilbert Torre, El Universal, 25 de mayo.
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