El multipremiado cantautor Silvio Rodríguez, políticamente excomulgado en el decenio de 1960 por los comunistas duros del sistema cubano, negó ayer que su recién finalizada gira por cárceles de la isla respondiera a una vivencia carcelaria personal, como consideran algunos.
“Mi trabajo con los presos no viene de ninguna vivencia, sino de un sentido de solidaridad”, dijo el creador de canciones célebres como “Yolanda”, “La era” o “Cita con ángeles”, quien en compañía de otros artistas acaba de cantarle a los reclusos cubanos en sus lugares de confinamiento, desde el oriente hasta el occidente del país.
Rodríguez reconoció que la “mitología popular” lo situó entre jóvenes desafectos a la revolución o homosexuales que en los años 60 fueron a parar a las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), como se denominaron entonces esos reclusorios de “reeducación”.
En declaraciones al diario Juventud Rebelde, el creador de la Nueva Trova cubana dijo que incluso algunas personas le han dicho en la calle que estuvieron junto a él en las UMAP. “Al principio yo aclaraba que estaban equivocados y veía como algunos se mosqueaban, como si yo estuviera negando mi pasado por alguna supuesta conveniencia” y entonces “me sumaba a la mentira para que mis interlocutores no se sintieran frustrados. Eso pudo haber contribuido a que el mito se expandiera”, puntualizó.
Rodríguez dijo que sus presentaciones en las cárceles “no fueron actos políticos sino culturales”, aunque no aclaró si los presos políticos participaron en las veladas. “Tanto en 1990 como ahora manifestamos nuestra disposición de actuar para cualquier recluso que lo deseara, sin ningún género de discriminación y las autoridades de las prisiones tampoco obligaron a asistir a nadie”, dijo.
Sectores de la oposición dicen que en la isla hay “240 presos políticos”. El gobierno considera a esos detenidos “mercenarios” de Estados Unidos.
“Mi trabajo con los presos no viene de ninguna vivencia, sino de un sentido de solidaridad”, dijo el creador de canciones célebres como “Yolanda”, “La era” o “Cita con ángeles”, quien en compañía de otros artistas acaba de cantarle a los reclusos cubanos en sus lugares de confinamiento, desde el oriente hasta el occidente del país.
Rodríguez reconoció que la “mitología popular” lo situó entre jóvenes desafectos a la revolución o homosexuales que en los años 60 fueron a parar a las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), como se denominaron entonces esos reclusorios de “reeducación”.
En declaraciones al diario Juventud Rebelde, el creador de la Nueva Trova cubana dijo que incluso algunas personas le han dicho en la calle que estuvieron junto a él en las UMAP. “Al principio yo aclaraba que estaban equivocados y veía como algunos se mosqueaban, como si yo estuviera negando mi pasado por alguna supuesta conveniencia” y entonces “me sumaba a la mentira para que mis interlocutores no se sintieran frustrados. Eso pudo haber contribuido a que el mito se expandiera”, puntualizó.
Rodríguez dijo que sus presentaciones en las cárceles “no fueron actos políticos sino culturales”, aunque no aclaró si los presos políticos participaron en las veladas. “Tanto en 1990 como ahora manifestamos nuestra disposición de actuar para cualquier recluso que lo deseara, sin ningún género de discriminación y las autoridades de las prisiones tampoco obligaron a asistir a nadie”, dijo.
Sectores de la oposición dicen que en la isla hay “240 presos políticos”. El gobierno considera a esos detenidos “mercenarios” de Estados Unidos.
Nota de Manuel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 4 de mayo.
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