Suicida, que el Ejército deje la lucha antinarco

ACAPULCO, Gro.— El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, aseguró que sería un suicidio que el Ejército mexicano deje de colaborar con las corporaciones policiacas en el combate al crimen organizado, que ha dejado una estela de odio, venganza y sangre en todo el país.
A una semana de que un grupo de sicarios ejecutó a 17 hombres, entre ellos a dos hijos y un sobrino del dirigente de la Unión Ganadera Regional del estado de Guerrero, Rogaciano Alva, y secuestró a Ana Karen Alva de la Cruz, también hija del ganadero, Aguirre Franco pidió la liberación de la mujer.

“Nosotros debemos unirnos porque es un ser humano que está en necesidad y pedimos a los captores que la liberen sana para que pueda integrarse a su vida”, señaló el religioso.

Luego de celebrar la misa dominical en la catedral acapulqueña, en conferencia de prensa el prelado explicó la necesidad de que las Fuerzas Armadas se coordinen con las fuerzas de seguridad.

“A los militares no se les tiene que satanizar, ya que en muchas ocasiones han demostrado su eficacia y servicio heroico en situaciones difíciles para los mexicanos”.

Fue reiterativo en que debe coordinarse el Ejército con las corporaciones de policía federales, estatales y municipales.

“Sería un suicidio quitar al Ejército o impedir que el Ejército se asocie a lo que tienen que hacer las policías. Lo que sí decimos, es que no debe suplantar a las fuerzas de seguridad, a los policías de los tres niveles, pero sí debe cumplir, según las leyes, lo que le corresponde como Ejército y no debemos satanizar su tarea que en muchas otras ocasiones nos ha dado ejemplo de eficacia y de servicio heroico en medio de las situaciones difíciles de los mexicanos”, señaló el arzobispo Aguirre Franco.

Ruegan al Espíritu Santo para luchar contra la delincuencia

El representante de la Iglesia católica en Acapulco expuso que se han elevado oraciones al Espíritu Santo para que doblegue las mentes necias de aquellos que tienen una forma indigna de vivir, para que se conviertan al camino del bien.

“Hoy hemos hecho mucha oración al Espíritu Santo para que doblegue las mentes obcecadas de aquellos que hacen del odio, la venganza, el asesinato y el derramamiento de sangre, una forma de vida, una forma indigna de vivir. Debemos cambiar completamente este modo de ser, este modo de pensar. Hacemos oración para que el Espíritu Santo doblegue nuestros corazones”, sostuvo.

Lo anterior, al recordar que el pasado 3 de mayo un grupo de sicarios con rifles AK-47 y AR-15 acribillaron a siete ganaderos y dejaron a ocho heridos en un céntrico hotel de Iguala.

En un segundo atentado, en menos de 24 horas, un grupo armado atacó la casa del dirigente de la Unión Ganadera Regional del estado de Guerrero, Rogaciano Alva, y asesinó a 10 personas en el municipio de Petatlán. Ese día también fue secuestrada la hija del ganadero.

Nota de la corresponsalía, El Universal, 12 de mayo.