Venezuela: Nutren foráneos su oro negro

CARACAS.- En los últimos dos años, el Presidente venezolano, Hugo Chávez, apretó las tuercas a las empresas privadas, que desde la década de los 90 participan en la industria petrolera del país. Pero, a pesar del discurso nacionalista, no se ha excluido al capital extranjero del negocio.

"Nunca antes ha habido más empresas en el sector petrolero que ahora", aseguró a REFORMA Alfredo Carquez, gerente de Comunicaciones Internacionales de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), quinta petrolera del mundo según la revista Petroleum Intelligence Weekly.

En los últimos dos años, el Gobierno ha incrementado los impuestos y emitido nuevas reglas que cambiaron los términos en que operan las compañías privadas. También proclamó hace un año la "nacionalización", con un montaje épico en el que miles de militares y obreros izaron la bandera venezolana en los campos petroleros.

"No queremos que las transnacionales se vayan", afirmó Chávez al iniciar un proceso destinado a aumentar la participación accionaria estatal en los proyectos con las petroleras extranjeras.

Y en estos dos años, no se ha ido ninguna, excepto Exxon Mobil.

Más bien todo lo contrario; se ha estimulado la entrada de más empresas, como la rusa Lukoil. Más de una docena de compañías privadas y otras tantas estatales extranjeras funcionan hoy en el país.

"Aquí no hay miedo a la participación del sector privado, o transnacional incluso. No lo hay. Si eso trae capital, tecnología, aprendizaje e incluso abre mercados, no veo por qué restringirlo", señaló Carquez, quien considera "absurdo" excluir la inversión extranjera.

"Si tienes el control del negocio y lo administras de acuerdo a los intereses de la república, no veo por qué", sentenció.



APERTURA PETROLERA


La industria petrolera de Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, fue nacionalizada en 1976 por el entonces Presidente socialdemócrata, Carlos Andrés Pérez.

"Para ese momento, la Corporación Venezolana de Petróleo tenía 5 por ciento de las actividades y las empresas privadas 95 por ciento", recordó el ex Ministro de Energía Humberto Calderón.

Las 22 empresas concesionarias del sector tuvieron que irse y sus cuadros directivos extranjeros (2 por ciento del personal) fueron reemplazados por venezolanos.

Veinte años más tarde, en medio de aprietos económicos y con precios del barril de petróleo en 14 dólares, se planteó reabrir la industria al capital privado como solución a la crisis.

"Los retos eran muy grandes y Venezuela carecía de recursos financieros y tecnológicos", explicó Calderón, quien participó en el diseño de la apertura del sector del crudo a principios de los 90.

Amparándose en el artículo 5 de la Ley de Nacionalización, que permitía establecer convenios operativos con entes privados en casos especiales, se establecieron tres formas de participación: convenios operativos, para campos inactivos; asociaciones estratégicas, para explotar y mejorar crudos extra pesados de la Faja del Orinoco, y convenios de riesgo exploratorio y ganancias compartidas, para áreas de altísimo riesgo.

El proceso se hizo por licitación durante tres rondas -en 1992, 1994 y 1997- y se exceptuó al Estado de aportar capital.

"Para incentivar a las empresas a venir, porque en ese momento el precio del petróleo era muy bajo, se buscó que el Estado tuviese una participación de hasta 49 por ciento, se redujo la regalía a uno por ciento durante el periodo de amortización (9 años) y se fijó el impuesto sobre la renta en 35 por ciento", precisó Calderón.

Finalmente, entraron más de 30 entidades de Estados Unidos, Francia, Noruega, España, China, Japón, Canadá y algunas otras de capital venezolano. PDVSA compraba todo lo producido a determinado precio y lo comercializaba después.

En 10 años, la inversión privada ascendió a 15 mil millones de dólares, la producción en los campos operados por las contratistas pasó de 140 mil barriles diarios a 660 mil y se desarrollaron plantas mejoradoras de crudo extrapesado.



'NADA RADICAL'


Chávez inauguró, en 2001, el último de los proyectos de la apertura de la Faja del Orinoco, entre PDVSA (30 por ciento) y las estadounidenses Conoco y Chevron, 40 y 30 por ciento, respectivamente.

Poco después, decretó la Ley de Hidrocarburos que introdujo el modelo de empresas mixtas en el que el Estado debe tener más de 50 por ciento de las acciones. En 2004, cuando repuntaban los precios del petróleo, el Gobierno fijó el pago de regalías en 16 por ciento.

Al año siguiente, elevó a 50 por ciento el impuesto sobre la renta de las petroleras y ordenó que los 33 convenios operativos existentes pasaran a ser empresas mixtas, reciclando el esquema de la apertura petrolera, al que consideraba desventajoso.

"Se decidió que el Estado tuviera el control del negocio, con un mínimo de 60 por ciento de las acciones. Tiene socios privados, que aportan capital y tecnología, pero quien decide es el Estado", precisó Carquez.

Todas las compañías aceptaron y se crearon 21 empresas mixtas con capitales privados que provenían de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, España, Japón, China, Brasil, Argentina y de la propia Venezuela.

"Fue un negocio para la mayoría de ellas. Pasaron de tener contratos de servicios a participar como socias minoritarias", apuntó Elio Ohep, editor de Petroleum World.

El cambio más sonado fue el de la adquisición de la mayoría accionaria por parte del Estado en las cuatro asociaciones estratégicas de la Faja del Orinoco.

Exxon rechazó los nuevos términos y el proyecto donde participaba pasó a manos de PDVSA. En los otros tres, se crearon empresas mixtas con mayoría estatal en sociedad con la estadounidense Chevron, la francesa Total, la noruega Statoil y la británica British Petroleum.

Mientras, Conoco-Philips está en conversaciones con el Gobierno para seguir en esta zona, donde Venezuela asegura que están las mayores reservas de crudo del hemisferio occidental -la semana pasada, el país anunció que sus reservas alcanzaron en abril 130 mil millones de barriles.

El mismo esquema de sociedad se aplicó con la petrolera italiana Eni y la china Sinopec.

"Chávez no está haciendo algo radical. El problema no es con el sector privado, es con quienes no quieran reconocer las reglas que impone Venezuela", sentenció Carquez.

Los analistas advierten que aún es prematuro evaluar la política desarrollada por Chávez.

El impacto real de este modelo de gestión mixto y de apertura en la industria petrolera está por verse.




Los socios de PDVSA

Entre las principales compañías extranjeras que son socias de la empresa estatal venezolana para la producción de crudo están:

Cuencas petrolíferas
- Maracaibo Falcón
- Margarita
- Barinas- Apure
- Oriental


Coro
Maracaibo
Trujillo
Caracas
Valencia
Barinas
San Fernando
Maturín
Ciudad Bolívar



ESTADOS UNIDOS

Chevron-Texaco
Harvest Vinccler

Desde que Hugo Chávez cambió las reglas del sector, sólo Exxon Mobil ha abandonado el país.



UNIÓN EUROPEA

Inglaterra: BP, Shell, Hocol
Francia: Total Perenco
Noruega: Statoil
España: Repsol
Italia: ENI

Bielorrusia
Belorushneft



El sector en cifras

El país sudamericano es la quinta potencia poductora y exportadora de crudo.


- 3.2 millones de barriles diarios produce Venezuela, según sus cifras oficiales.

- 2.3 millones de barriles al día, en estimaciones de la OPEP y la Agencia Internacional de Energía.

- 54,100 millones de dólares fueron los ingresos PDVSA en 2007.

- 6,200 millones de dólares fueron las ganancias de la compañía estatal el pasado ejercicio.

- 103.25 dólares era el costo de la cesta petrolera venezolana a principios de mayo.

- 130,000 millones de barriles son las reservas de crudo anunciadas por Venezuela.

Nota de Cristina Marcano, corresponsal, Reforma, 12 de mayo.


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