LA HABANA.- "No se pueden repetir los errores, o resolvemos los problemas o autodestruimos la Revolución que tanta sangre y sudor nos ha costado", advirtió María del Carmen Concepción, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC).
La intervención de Concepción ocurrió al resumir el encuentro de la asamblea partidista de la provincia Habana, donde se eligió al nuevo Comité Provincial y éste a su Buró Político, informó el diario Granma hace unos días.
Según el órgano oficial del PCC, Concepción exhortó a trabajar con urgencia por lograr resultados superiores en la economía, fundamentalmente en la producción de alimentos, además de elevar el ahorro, la eficiencia y la sustitución de importaciones.
El reclamo no es nuevo. Raúl Castro no ha dejado de repetirlo desde el 17 de noviembre de 2005, cuando su hermano Fidel, en una intervención en el Aula Magna de la Universidad de la Habana, alertó que si bien ningún enemigo externo había podido derrotar la Revolución, sí podían destruirla los propios cubanos.
Ahora, en medio del alto precio del petróleo y los alimentos, observadores locales opinan que a Cuba le llegó la hora de la verdad.
"Ni Raúl Castro ni Gobierno alguno puede sacar el país adelante si no trabajamos en serio y exigimos las condiciones para hacerlo. Al frente de las empresas tienen que estar profesionales capacitados y no cuadros políticos, que no le saben al asunto", dijo a REFORMA un joven ingeniero cubano.
La dirigencia comunista tampoco para de llamar a la eficiencia en todas las reuniones municipales y asambleas partidistas preparatorias del 6º Congreso del PCC, previsto para el segundo semestre de 2009.
La intervención de Concepción ocurrió al resumir el encuentro de la asamblea partidista de la provincia Habana, donde se eligió al nuevo Comité Provincial y éste a su Buró Político, informó el diario Granma hace unos días.
Según el órgano oficial del PCC, Concepción exhortó a trabajar con urgencia por lograr resultados superiores en la economía, fundamentalmente en la producción de alimentos, además de elevar el ahorro, la eficiencia y la sustitución de importaciones.
El reclamo no es nuevo. Raúl Castro no ha dejado de repetirlo desde el 17 de noviembre de 2005, cuando su hermano Fidel, en una intervención en el Aula Magna de la Universidad de la Habana, alertó que si bien ningún enemigo externo había podido derrotar la Revolución, sí podían destruirla los propios cubanos.
Ahora, en medio del alto precio del petróleo y los alimentos, observadores locales opinan que a Cuba le llegó la hora de la verdad.
"Ni Raúl Castro ni Gobierno alguno puede sacar el país adelante si no trabajamos en serio y exigimos las condiciones para hacerlo. Al frente de las empresas tienen que estar profesionales capacitados y no cuadros políticos, que no le saben al asunto", dijo a REFORMA un joven ingeniero cubano.
La dirigencia comunista tampoco para de llamar a la eficiencia en todas las reuniones municipales y asambleas partidistas preparatorias del 6º Congreso del PCC, previsto para el segundo semestre de 2009.
Yolanda Martínez, corresponsal, Reforma, 23 de junio.
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