Agita Cuba la política alemana

BERLÍN.— El lunes pasado, 26 ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, reunidos en Luxemburgo, fueron testigos de un hecho inédito en la agitada y no siempre pacífica política comunitaria. Por primera vez, la canciller alemana, Angela Merkel, desautorizó en público una paciente labor diplomática llevada a cabo por el ministerio de Asuntos Exteriores germano, que había hecho causa común con el gobierno de España para anular definitivamente las sanciones que impuso la Unió Europea a Cuba en 2003.

Después de un intenso trabajo diplomático, España había logrado dejar sin efecto las sanciones en 2005 y junto con Alemania, Francia, Italia y Portugal, la diplomacia española había logrado convencer al resto de los países comunitarios para eliminar el último obstáculo que impedía normalizar las relaciones entre la UE y la isla.

Pero el lunes pasado, la paciente labor realizada por el ministerio de Asuntos Exteriores español, apoyada casi incondicionalmente por el ministerio germano, quedó en suspenso cuando el diplomático alemán Reinhard Silberberg, en representación del ministro, anunció que la canciller Merkel deseaba postergar el debate para el próximo 20 de julio.

“Es un hecho sin precedentes, porque es la primera vez que un tema que está en la agenda de trabajo se posterga por una decisión del gobierno alemán”, dijeron varias fuentes diplomáticas consultadas por este periódico. “Lo que pasó el lunes ha dejado claro que el ministerio de Asuntos Exteriores alemán no tiene mandato para negociar”.

Aunque el tema de las sanciones volverá a ser debatido esta noche en Bruselas en el marco de una cena de trabajo de los ministros, previa a la cumbre, nadie sabe lo que pueda pasar. Mientras llega la reunión de jefes de Estado y de gobierno, algunos diplomáticos europeos barajan varios escenarios para explicar lo ocurrido el lunes pasado.

Una hipótesis tiene que ver con la creciente rivalidad que existe entre Merkel y su ministro, que impulsa una política diferente hacia a dos países claves para Alemania: Rusia y China. Steinmeier se negó a recibir al Dalai Lama hace un mes en Berlín.

Pero Merkel, que se encontraba de viaje en América Latina, convenció a la ministra de Cooperación y Desarrollo, la socialdemócrata Heidemarie Vieczorek-Zeul, para que se entrevistara, en nombre del gobierno con el líder religioso tibetano, un gesto que enfureció al ministro.

Pero la variante que más inquieta en los pasillos comunitarios tiene que ver con el reciente encuentro entre George W. Bush y Merkel en el castillo de Messeberg, donde ambos tocaron el tema de Cuba en privado. “Sería la primera vez que un país extra-regional tiene éxito en intervenir en la política exterior europea en un tema donde existía una mayoría abrumadora”, dijeron las fuentes, al referirse a la posibilidad de que Alemania decidiera postergar la decisión para complacer al mandatario estadounidense.
Enrique Molinero, corresponsal, El Universal, 19 de junio.

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