El presidente Felipe Calderón aclaró que sus comentarios de la víspera, en torno a los foros sobre reforma petrolera en el Senado, no fueron de ninguna manera reproches, "sino un franco reconocimiento a la pluralidad del Congreso".
Al participar en el Foro de la Nueva Economía, organizado por The Wall Street Journal, el mandatario respondió a la insistencia de empresarios españoles respecto a si podrán o no invertir en el petróleo mexicano, al señalarles que no habrá inversión privada en Pemex hasta en tanto no se decida otra cosa para que la petrolera administre, contrate y multiplique su capacidad operativa y de ejecución.
Ante 800 comensales congregados en los salones del Hotel Ritz, el jefe del Ejecutivo precisó que en el plano técnico y de los hechos que busca su reforma, no ha habido realmente una polémica sino información, opiniones, pero no controversia, esto es diversidad de opiniones.
Reiteró que el Congreso, en particular en el Senado, se lleva a cabo un debate "verdaderamente enriquecedor para la vida nacional, un debate abierto donde se escuchan todas las voces y puntos de vista. Ayer lo manifesté y hoy lo refrendo", dijo.
Y mi balance es que las mayores diferencias han estado en aspectos ideológicos o políticos y eso es válido; pero en aspectos técnicos, que han sido desde luego importantes, la verdad es que es difícil encontrar discrepancias mayores.
Luego sostuvo: "no encuentro discrepancia relevante respecto de que con la reforma podremos conseguir los objetivos que nos proponemos, esto es aumentar las reservas probadas a través de mayor exploración; aumentar la capacidad de producción de petróleo y de gas, así como su capacidad de refinación de la paraestatal".
Sólo flexibilidad. Poco antes en una entrevista para la cadena Ser, del Grupo Prisa, respecto a si hay posibilidad de que inversionistas, compañías privadas participen en el sector petrolero mexicano y si durante su mandato esto va a ser posible, el Presidente de México respondió:
"Estrictamente inversión privada en Pemex, en la empresa, no; pero sí mayor flexibilidad para que Petróleos Mexicanos pueda administrar, contratar, multiplicar su capacidad operativa y de ejecución".
Subrayó que algo que enfatiza en su propuesta es que siendo Pemex dueño del petróleo y de la gasolina, sí pueda contratar empresas especializadas que construyan refinerías y que las operen.
"Es decir, que entremos a una figura donde Pemex paga por el servicio de refinación sin perder una gota de la propiedad del petróleo o de la gasolina".
Y otro esquema que impulsa también el jefe del Ejecutivo, es que empresas privadas puedan construir los ductos que se necesitan para mejorar la capacidad logística de distribución de los combustibles, sin que Petróleos Mexicanos deba, si así lo juzga conveniente, ampliar su propia red y operar la que ya tiene.
Aclaró que siempre será respetuoso de las decisiones del Congreso mexicano y que hasta en tanto no decida otra cosa, trabajaremos dentro del marco hasta hoy vigente.
Al participar en el Foro de la Nueva Economía, organizado por The Wall Street Journal, el mandatario respondió a la insistencia de empresarios españoles respecto a si podrán o no invertir en el petróleo mexicano, al señalarles que no habrá inversión privada en Pemex hasta en tanto no se decida otra cosa para que la petrolera administre, contrate y multiplique su capacidad operativa y de ejecución.
Ante 800 comensales congregados en los salones del Hotel Ritz, el jefe del Ejecutivo precisó que en el plano técnico y de los hechos que busca su reforma, no ha habido realmente una polémica sino información, opiniones, pero no controversia, esto es diversidad de opiniones.
Reiteró que el Congreso, en particular en el Senado, se lleva a cabo un debate "verdaderamente enriquecedor para la vida nacional, un debate abierto donde se escuchan todas las voces y puntos de vista. Ayer lo manifesté y hoy lo refrendo", dijo.
Y mi balance es que las mayores diferencias han estado en aspectos ideológicos o políticos y eso es válido; pero en aspectos técnicos, que han sido desde luego importantes, la verdad es que es difícil encontrar discrepancias mayores.
Luego sostuvo: "no encuentro discrepancia relevante respecto de que con la reforma podremos conseguir los objetivos que nos proponemos, esto es aumentar las reservas probadas a través de mayor exploración; aumentar la capacidad de producción de petróleo y de gas, así como su capacidad de refinación de la paraestatal".
Sólo flexibilidad. Poco antes en una entrevista para la cadena Ser, del Grupo Prisa, respecto a si hay posibilidad de que inversionistas, compañías privadas participen en el sector petrolero mexicano y si durante su mandato esto va a ser posible, el Presidente de México respondió:
"Estrictamente inversión privada en Pemex, en la empresa, no; pero sí mayor flexibilidad para que Petróleos Mexicanos pueda administrar, contratar, multiplicar su capacidad operativa y de ejecución".
Subrayó que algo que enfatiza en su propuesta es que siendo Pemex dueño del petróleo y de la gasolina, sí pueda contratar empresas especializadas que construyan refinerías y que las operen.
"Es decir, que entremos a una figura donde Pemex paga por el servicio de refinación sin perder una gota de la propiedad del petróleo o de la gasolina".
Y otro esquema que impulsa también el jefe del Ejecutivo, es que empresas privadas puedan construir los ductos que se necesitan para mejorar la capacidad logística de distribución de los combustibles, sin que Petróleos Mexicanos deba, si así lo juzga conveniente, ampliar su propia red y operar la que ya tiene.
Aclaró que siempre será respetuoso de las decisiones del Congreso mexicano y que hasta en tanto no decida otra cosa, trabajaremos dentro del marco hasta hoy vigente.
Cecilia Téllez en Madrid, Crónica, 14 de junio.
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