La advertencia de la iniciativa de reforma para Pemex sobre el riesgo de que desde Estados Unidos petroleras extraigan recursos contenidos en México mediante pozos direccionados es físicamente imposible, afirmaron expertos en la materia durante el octavo Foro de debate en el Senado.
Fabio Barbosa, especialista en la materia y académico de la UNAM, afirmó que es imposible que desde el otro lado de la frontera con EU se puedan dirigir pozos horizontales a 11 kilómetros, a profundidades de 3 mil metros, para extraer los recursos contenidos del lado mexicano.
De hecho, dijo, este argumento contenido en la iniciativa podría causar conflictos en la comunidad petrolera internacional porque técnicamente es imposible y debe eliminarse de la propuesta.
Adán Oviedo, director de Comesa, empresa que mantienen en sociedad Pemex y Schlumberger, confirmó que actualmente en ninguna parte del mundo se han llevado a cabo este tipo de perforaciones.
"Perforar 6 mil metros verticales y luego perforar extendidos horizontalmente 11 kilómetros no se ha hecho en ninguna parte del mundo".
De nueve estructuras con contenido de hidrocarburos que tiene identificadas Pemex, sólo en dos se sospecha que pudieran ser compartidos, pero aún no se tiene evidencia de descubrimientos, dijo Oviedo.
Agregó que hay la probabilidad de que se presente el "efecto popote", pero se daría en la región de Perdido, en el Golfo de México, aunque no se ha materializado porque los descubrimientos del lado norteamericano están a 10 y 12 kilómetros de la frontera y no se meten al lado mexicano.
Barbosa propuso desechar el planteamiento contenido en la reforma del Ejecutivo, que alude al "efecto popote", porque no hay evidencia por parte de las empresas que tienen actividad en la frontera de EU con México de que se compartan fluidos.
Las regiones en donde se sospecha que puede haber campos compartidos son Hammer Jed y Trident, dentro del Cinturón Plegado de Perdido, pero no hay yacimientos descubiertos ni planos para desarrollo actual en EU, expuso Oviedo.
Fabio Barbosa, especialista en la materia y académico de la UNAM, afirmó que es imposible que desde el otro lado de la frontera con EU se puedan dirigir pozos horizontales a 11 kilómetros, a profundidades de 3 mil metros, para extraer los recursos contenidos del lado mexicano.
De hecho, dijo, este argumento contenido en la iniciativa podría causar conflictos en la comunidad petrolera internacional porque técnicamente es imposible y debe eliminarse de la propuesta.
Adán Oviedo, director de Comesa, empresa que mantienen en sociedad Pemex y Schlumberger, confirmó que actualmente en ninguna parte del mundo se han llevado a cabo este tipo de perforaciones.
"Perforar 6 mil metros verticales y luego perforar extendidos horizontalmente 11 kilómetros no se ha hecho en ninguna parte del mundo".
De nueve estructuras con contenido de hidrocarburos que tiene identificadas Pemex, sólo en dos se sospecha que pudieran ser compartidos, pero aún no se tiene evidencia de descubrimientos, dijo Oviedo.
Agregó que hay la probabilidad de que se presente el "efecto popote", pero se daría en la región de Perdido, en el Golfo de México, aunque no se ha materializado porque los descubrimientos del lado norteamericano están a 10 y 12 kilómetros de la frontera y no se meten al lado mexicano.
Barbosa propuso desechar el planteamiento contenido en la reforma del Ejecutivo, que alude al "efecto popote", porque no hay evidencia por parte de las empresas que tienen actividad en la frontera de EU con México de que se compartan fluidos.
Las regiones en donde se sospecha que puede haber campos compartidos son Hammer Jed y Trident, dentro del Cinturón Plegado de Perdido, pero no hay yacimientos descubiertos ni planos para desarrollo actual en EU, expuso Oviedo.
Alma Hernández, Reforma, 6 de junio.
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