De la tele a la PC: Román Gubern

Se busca hacer llegar las nuevas tecnologías a los lugares más alejados, pero también se olvida de dotar de otros satisfactores: “La herramienta es importante, pero lo es más el sujeto que la maneja, y en economías tan deprimidas como la africana o la de algunos países latinoamericanos, no hay que empezar la casa por el tejado, sino por la parte de abajo”.

Así definió el investigador español Román Gubern los esfuerzos por hacer llegar las nuevas tecnologías, en especial el internet, a un mayor número de personas, sin tomar en cuenta las carencias y necesidades de cada uno de los pueblos.

“Además, hay que luchar con la idea ingenua de que se trata de un medio global, porque aun en Europa la tasa de conexión a internet no llega a 50 por ciento y en África está en torno a 2 por ciento.”

Presente en México a fin de participar en el Encuentro Internacional Cultura y Medios, organizado por Canal 22 para festejar su 15 aniversario, el catedrático catalán dijo a MILENIO que hay países, como Estados Unidos o Inglaterra, en los cuales los adolescentes comienzan a abandonar la televisión para pasar muchas horas más ante la pantalla de la computadora y navegar por internet.

Se trata, dijo en entrevista, de un cambio cualitativo importante, que obliga a modificar la oferta de televisión, que había sido el espacio de configuración de estilos de vida, de modas o de música, pero “hoy se desplaza a otro sitio y, por tanto, hay que remodelar la oferta televisiva ya sea para atraer a esos jóvenes disidentes o para ocupar ese vacío con otro segmento”.

En la actualidad, los dos focos de la cultura adolescente están en internet y en los videojuegos, en detrimento de la televisión y de la prensa escrita —la radio se defiende gracias a la música—, lo cual tampoco resulta tan peligroso debido a que el espectro de páginas electrónicas es mucho mayor al de la pantalla chica.

“El problema de internet es que no cuenta con buenas referencias de calidad, por eso me refiero a los líderes de opinión. Uno ha de saber que Wikipedia es poco fiable y, en cambio, que determinada página es científicamente fiable; hay que saber discriminar en ese enorme vertedero en el que van a parar los papeles del sabio de Harvard y los del tonto del pueblo.”

De ahí la importancia del renacimiento de esa vieja figura clásica que es el líder de opinión, aquel que detecta y habla sobre las cosas relevantes, “de lo contrario no tenemos tiempo humano para revisar toda la información presente en la web”, enfatizó en la entrevista.

Todos somos comunicadores

Para enfrentar los retos de las nuevas tecnologías, los medios de comunicación o las empresas culturales han tenido que integrarse a lo que Gubern define como un complejo “ecosistema mediático complejo, antes inexistente porque los soportes de información eran más limitados”.

“En la actualidad no sólo han aparecido nuevos medios, como el teléfono móvil o el internet, sino que han producido interrelaciones. A mí me gusta mucho hablar de intermedialidad, y pongo un ejemplo de ello: aparece El señor de los anillos en forma de novela, salta al cine, se difunde en dvd domésticos, se exhibe en televisión y termina en un videojuego, donde recauda más dinero.”

Se trata de flujos en múltiples direcciones, vinculados de distintas maneras con las formas estéticas desarrolladas por los creadores: debido a que en internet todos somos comunicadores, se crean perplejidades ante la ausencia de una jerarquización estética, de cánones.

“Con la posmodernidad, el canon es la anomia, la falta de canon. Incluso, con las vanguardias del siglo XX —el surrealismo o el dadaísmo—, donde se rompía la tradición y se proponían cambios drásticos, existía un canon, un corpus de normas.

“Ahora, el mercado del arte se ha convertido en un mercado de alto riesgo”, asevera, “porque lo que hoy está de moda quién sabe si mañana siga de moda.”

Jesús Alejo, La Jornada, 25 de junio.