En un hecho inusitado en los foros sobre la reforma petrolera, siete de los ocho ponentes invitados alertaron sobre el riesgo de que Estados Unidos se quede con el petróleo mexicano de los yacimientos transfronterizos, porque ante las cortes internacionales sus derechos son limitados para impedir la extracción.
Por ello urgieron a concretar tratados diplomáticos con ese país y Cuba, al hacer notar el director de Comesa, empresa filial de Pemex, Adán Oviedo, que en la franja conocida como el “Cinturón Plegado de Perdido” ya se otorgaron licencias a cuando menos ocho compañías para desarrollar los bloques de esa zona y Shell ya está perforando pozos.
Aunque el tema de ayer fue técnico, la alerta prendió en la mayoría de los ponentes, incluyendo a los invitados del Frente Amplio, Fabio Barbosa y Alberto Zsékely. El primero expuso su preocupación por la inexistencia de un acuerdo con Cuba y pidió prudencia para negociar el existente con EU.
En cambio Zsékely enfatizó que el tratado negociado en 2000, que incluye una moratoria para no explotar el Hoyo de Dona, es tan defectuoso que puede llevar a nefastas consecuencias para el interés nacional y terminar con la pérdida de territorio, ahora submarino, porque no obliga a Estados Unidos a “llegar a un acuerdo”, sino que lo compromete sólo a “buscarlo”.
“Hay un alarmante hueco o laguna jurídica de qué pasará al final de los 10 años, y este sí es el verdadero hoyo del tratado”, alertó, al cuestionar que los últimos dos gobiernos no hayan intentado siquiera pedirle a Estados Unidos que se siente a negociar un acuerdo para la explotación de los yacimientos transfronterizos.
El tema convocó ayer a pocos asistentes. No acudieron ni los coordinadores de PRI, PAN y PRD, que suelen presidir los foros; no obstante, diputados y senadores avalaron la alerta de los expertos.
Lourdes Melgar, ex directora de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Energía, dijo que la propuesta del presidente Felipe Calderón es importante, pero insuficiente para maximizar la renta petrolera, y afirmó que la problemática de los yacimientos transfronterizos en una cuestión de seguridad nacional envuelta en mitos y verdades, como la succión por el efecto popote.
Sostuvo que mientras México discute la reforma, Estados Unidos y Cuba avanzan avasalladoramente en la conquista del fondo marino.
“Hoy México no tiene defensa, no ha hecho su tarea”, acusó, y agregó que si bien la legislación estadunidense impide la perforación horizontal, el hecho es que ya en Cinturón de Plegado empresas como Shell, Chevron, Exon y otras ya se asociaron para instalar perforadoras cercanas a la frontera.
Propuso activar el mecanismo de cooperación y consulta previsto en el tratado del 2000, solicitar una extensión a la moratoria que vence en 2011, exigir a Estados Unidos la negociación de un protocolo marítimo como el de 1978 e iniciar pláticas con Cuba.
Oviedo planteó que además de las negociaciones diplomáticas está la opción de negociar con las compañías operadoras y sus socios el uso de instalaciones de producción, en aquellos desarrollos donde los yacimientos no se extiendan del lado mexicano para no duplicar inversiones.
“Una forma es que Pemex, vía acuerdos comerciales, haga ese pacto o crear un Pemex internacional que opere en el sector estadunidense”, indicó.
El otro escenario, detalló, sería que cuando el yacimiento esté del lado mexicano Pemex invierta o coinvierta con las compañías interesadas en la construcción de instalaciones de producción, “y negocie su uso para potenciales descubrimientos en la parte de Estados Unidos”.
- Claves
Declaraciones
• “Es un tema que requiere manejo urgente, pues es real el riesgo de que mañana amanezcamos con que los estadunidenses ya pincharon un yacimiento transfronterizo y nos están robando petróleo”: embajador Miguel Ángel González.
• “Es indudable la urgencia de iniciar negociaciones. Es impostergable, es conveniente y es un asunto de soberanía”: Néstor Martínez, presidente del Colegio de Ingenieros Petroleros de México.
Por ello urgieron a concretar tratados diplomáticos con ese país y Cuba, al hacer notar el director de Comesa, empresa filial de Pemex, Adán Oviedo, que en la franja conocida como el “Cinturón Plegado de Perdido” ya se otorgaron licencias a cuando menos ocho compañías para desarrollar los bloques de esa zona y Shell ya está perforando pozos.
Aunque el tema de ayer fue técnico, la alerta prendió en la mayoría de los ponentes, incluyendo a los invitados del Frente Amplio, Fabio Barbosa y Alberto Zsékely. El primero expuso su preocupación por la inexistencia de un acuerdo con Cuba y pidió prudencia para negociar el existente con EU.
En cambio Zsékely enfatizó que el tratado negociado en 2000, que incluye una moratoria para no explotar el Hoyo de Dona, es tan defectuoso que puede llevar a nefastas consecuencias para el interés nacional y terminar con la pérdida de territorio, ahora submarino, porque no obliga a Estados Unidos a “llegar a un acuerdo”, sino que lo compromete sólo a “buscarlo”.
“Hay un alarmante hueco o laguna jurídica de qué pasará al final de los 10 años, y este sí es el verdadero hoyo del tratado”, alertó, al cuestionar que los últimos dos gobiernos no hayan intentado siquiera pedirle a Estados Unidos que se siente a negociar un acuerdo para la explotación de los yacimientos transfronterizos.
El tema convocó ayer a pocos asistentes. No acudieron ni los coordinadores de PRI, PAN y PRD, que suelen presidir los foros; no obstante, diputados y senadores avalaron la alerta de los expertos.
Lourdes Melgar, ex directora de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Energía, dijo que la propuesta del presidente Felipe Calderón es importante, pero insuficiente para maximizar la renta petrolera, y afirmó que la problemática de los yacimientos transfronterizos en una cuestión de seguridad nacional envuelta en mitos y verdades, como la succión por el efecto popote.
Sostuvo que mientras México discute la reforma, Estados Unidos y Cuba avanzan avasalladoramente en la conquista del fondo marino.
“Hoy México no tiene defensa, no ha hecho su tarea”, acusó, y agregó que si bien la legislación estadunidense impide la perforación horizontal, el hecho es que ya en Cinturón de Plegado empresas como Shell, Chevron, Exon y otras ya se asociaron para instalar perforadoras cercanas a la frontera.
Propuso activar el mecanismo de cooperación y consulta previsto en el tratado del 2000, solicitar una extensión a la moratoria que vence en 2011, exigir a Estados Unidos la negociación de un protocolo marítimo como el de 1978 e iniciar pláticas con Cuba.
Oviedo planteó que además de las negociaciones diplomáticas está la opción de negociar con las compañías operadoras y sus socios el uso de instalaciones de producción, en aquellos desarrollos donde los yacimientos no se extiendan del lado mexicano para no duplicar inversiones.
“Una forma es que Pemex, vía acuerdos comerciales, haga ese pacto o crear un Pemex internacional que opere en el sector estadunidense”, indicó.
El otro escenario, detalló, sería que cuando el yacimiento esté del lado mexicano Pemex invierta o coinvierta con las compañías interesadas en la construcción de instalaciones de producción, “y negocie su uso para potenciales descubrimientos en la parte de Estados Unidos”.
- Claves
Declaraciones
• “Es un tema que requiere manejo urgente, pues es real el riesgo de que mañana amanezcamos con que los estadunidenses ya pincharon un yacimiento transfronterizo y nos están robando petróleo”: embajador Miguel Ángel González.
• “Es indudable la urgencia de iniciar negociaciones. Es impostergable, es conveniente y es un asunto de soberanía”: Néstor Martínez, presidente del Colegio de Ingenieros Petroleros de México.
Angélica Mercado y Elba Mónica Bravo, Milenio, 6 de junio.
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