Estrenan cubanos “nuevo” salario

El gobierno del presidente Raúl Castro dejó a un lado el “igualitarismo” y comenzó la aplicación de salarios “sin límites” vinculados a los resultados de la producción y los servicios, se informó oficialmente ayer en La Habana. La disposición pone fin “a una práctica paternalista de más de 40 años que igualaba a empleados eficientes e ineficientes y parece ser uno de los ejes de las modificaciones económicas en curso en la isla”, en opinión de expertos.

“Los trabajadores que están abarcados por sistemas de pago vinculados a los resultados directos de la producción de bienes y servicios, no tienen límite en el salario”, señala la Resolución 9/08 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que, según el diario oficial Granma, será de aplicación generalizada a todas las empresas estatales a partir de agosto. En cualquier empresa estatal cubana “existirán tantos sistemas de pago por resultados como actividades diferentes haya en la entidad”.

La ausencia de límites salariales sepulta la práctica generalizada de priorizar los estímulos morales por sobre los materiales, a fin de evitar desigualdades sociales. “Ahora quien labora en un área que produce un determinado artículo, va a cobrar por la producción o sobre cumplimiento de ese bien”, dice la resolución. Solo algunas empresas estatales han puesto en práctica el sistema, que toma como referencia los resultados del sector empresarial de las fuerzas armadas, considerado “el más productivo” del país.Vincular los productores al mercado, aumentar los salarios y resolver la desvalorización del peso nacional, son tres de los objetivos a corto, mediano y largo plazo propuestos por el presidente cubano para sacar a flote la economía nacional, donde imperan las entidades públicas.

Opositores dijeron que estos cambios salariales “son cosméticos” y “no impactarán” en la vida cotidiana. “O resolvemos los problemas” acumulados en la isla “o autodestruimos a la revolución”, dijo por otra parte este domingo una alta dirigente, en una reunión del Partido Comunista en la provincia Habana. La prensa local reseña desde hace varios días la aplicación de nuevos sistemas de pago sobre todo en el sector agropecuario, donde los productores, tanto privados como vinculados a entidades estatales, han visto multiplicarse varias veces sus ingresos mensuales.

El salario medio en Cuba es poco más de 400 pesos al mes, equivalentes a unos 16 dólares; un médico especialista puede ganar 600 pesos, pero Julio César Chinea, un pequeño productor de leche en la central región de Florencia, ya ha comenzado a ingresar mensualmente dos mil 500 pesos. En la isla circula una segunda moneda, el peso convertible (cuc), que vale 25 veces más que el peso nacional. Los cambios salariales contemplan que en determinados sectores también se hagan pagos en cuc, por lo que el campesino Chinea está ingresando, además, 50 cuc al mes, unos 54 usd.

Esta variante de pago en el sector agropecuario fue anunciada por el general Raúl Castro en la etapa provisional de su mandato (31 julio 2006 a 24 de febrero 2008) y comenzó a beneficiar a los productores de leche, así como a campesinos capaces de sustituir importaciones. Cuba importa la mayor parte de los alimentos que consume y el sector del turismo, uno de los motores de la economía, debe comprar en el exterior desde frutas hasta verduras. El gobierno dijo que el nuevo sistema “debe verse como una herramienta que ayude a obtener mejores resultados productivos y de servicios”.

“Tan malo ser explotador como paternalista”

El viceministro de Trabajo, Carlos Mateu, defendió la resolución por la cual se comenzará a pagar a las personas según su producción real y afirmó que el igualitarismo y el paternalismo son inconvenientes en un régimen comunista. ``Si es dañino darle al trabajador menos de lo que le toca, es dañino también darle lo que no le toca’’, dijo Mateu en declaraciones publicadas ayer por el diario Granma, órgano del gobernante Partido Comunista. ``Ha existido una tendencia a que todo el mundo reciba lo mismo y ese igualitarismo no es conveniente. Eso es algo que tenemos que resolver pues a veces hay mucho paternalismo’’, señaló.

Agregó que ``no es justo’’ que trabajadores y ausentistas reciban lo mismo. Los críticos del modelo cubano suelen acusarlo de fomentar la ineficiencia, el incumplimiento y el ausentismo mediante reglas benévolas.
Manuel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 12 de junio.

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