MONTERREY.— Congresistas de Estados Unidos aceptaron revisar la redacción de la Iniciativa Mérida, con el fin de replantearla para hacerla más aceptable y evitar condicionamientos.
Ante críticas de legisladores mexicanos por el condicionamiento para otorgar recursos en la lucha de México y Centroamérica contra el narcotráfico, y la coincidencia encontrada en sus homólogos, los trabajos de la 47 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos cerraron con la promesa de los congresistas de ese país para revisar la redacción y lenguaje, e incluso retirar los llamados “candados”, luego de 24 intervenciones de legisladores de ambas naciones.
En la mesa moderada por el senador Ricardo García (PAN), el posicionamiento mexicano fue hecho por el diputado Alejandro Chanona, coordinador de Convergencia, quien exhortó a su similar estadounidense a retirar todo condicionamiento y trabajar conjuntamente para restablecer la confianza entre ambos pueblos y gobiernos, y evitar desvirtuar el espíritu de cooperación y corresponsabilidad para combatir el narcotráfico.
Alejandro Chanona dijo que en nada ayudan las visiones unilaterales, ni de condicionamientos, para hacer frente a amenazas comunes. “Basta de acusaciones y de reproches de uno y otro lado”, dijo, y propuso a nombre de los mexicanos crear un grupo de trabajo bilateral y permanente entre ambos congresos para evaluar y discutir la estrategia de cooperación bilateral contra la delincuencia organizada.
La senadora del Revolucionario Institucional, Rosario Green, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, destacó que la reunión sirvió para poder comunicar a los congresistas estadounidense la preocupación por el lenguaje que acompañó a la Iniciativa Mérida tal y como fue dada a conocer.
La diputada perredista Ruth Zavaleta, presidenta de la Cámara de Diputados, confirmó que cada delegación llevará la propuesta a su Congreso y ver la posibilidad de llegar a un acuerdo.
“Hemos llegado a un acuerdo de que el plan Mérida pueda ser recuperado en términos de llevar a nuestros congresos a discutirlo y resarcir, digamos, las diferencias que tengamos”, dijo.
Entre las conclusiones destaca renovar intenciones de apoyo con base en soberanía y no intervención, además de pugnar por la responsabilidad compartida.
Ante críticas de legisladores mexicanos por el condicionamiento para otorgar recursos en la lucha de México y Centroamérica contra el narcotráfico, y la coincidencia encontrada en sus homólogos, los trabajos de la 47 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos cerraron con la promesa de los congresistas de ese país para revisar la redacción y lenguaje, e incluso retirar los llamados “candados”, luego de 24 intervenciones de legisladores de ambas naciones.
En la mesa moderada por el senador Ricardo García (PAN), el posicionamiento mexicano fue hecho por el diputado Alejandro Chanona, coordinador de Convergencia, quien exhortó a su similar estadounidense a retirar todo condicionamiento y trabajar conjuntamente para restablecer la confianza entre ambos pueblos y gobiernos, y evitar desvirtuar el espíritu de cooperación y corresponsabilidad para combatir el narcotráfico.
Alejandro Chanona dijo que en nada ayudan las visiones unilaterales, ni de condicionamientos, para hacer frente a amenazas comunes. “Basta de acusaciones y de reproches de uno y otro lado”, dijo, y propuso a nombre de los mexicanos crear un grupo de trabajo bilateral y permanente entre ambos congresos para evaluar y discutir la estrategia de cooperación bilateral contra la delincuencia organizada.
La senadora del Revolucionario Institucional, Rosario Green, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, destacó que la reunión sirvió para poder comunicar a los congresistas estadounidense la preocupación por el lenguaje que acompañó a la Iniciativa Mérida tal y como fue dada a conocer.
La diputada perredista Ruth Zavaleta, presidenta de la Cámara de Diputados, confirmó que cada delegación llevará la propuesta a su Congreso y ver la posibilidad de llegar a un acuerdo.
“Hemos llegado a un acuerdo de que el plan Mérida pueda ser recuperado en términos de llevar a nuestros congresos a discutirlo y resarcir, digamos, las diferencias que tengamos”, dijo.
Entre las conclusiones destaca renovar intenciones de apoyo con base en soberanía y no intervención, además de pugnar por la responsabilidad compartida.
Ricardo Gómez, El Universal, 9 de junio.
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