Medellín, 3 de junio. Venezuela denunció hoy a Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA) de montar una campaña para dividir a la región y vincular al gobierno del presidente Hugo Chávez con la guerrilla colombiana, al tiempo que instó a Bogotá a no culpar a sus vecinos por sus problemas de violencia.
El canciller venezolano, Nicolás Maduro, rechazó así ante la Asamblea General del organismo, que sesiona en Medellín, noroeste de Colombia, la afirmación que hizo el lunes el subsecretario estadounidense de Estado, John Negroponte, quien señaló que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “habrían buscado santuario en Venezuela”.
Maduro calificó de “abusadora y grosera” la forma en que habló Negroponte, quien llamó a los vecinos de Colombia a contribuir para evitar que los guerrilleros se refugien en sus territorios.
El canciller venezolano advirtió que detrás de esa denuncia estadunidense hay una campaña de Washington para dividir a América Latina y “llenar de violencia a la región”, además de querer evitar que Venezuela y Colombia “normalicen” sus relaciones.
El representante estadunidense ante la OEA, Héctor Morales, salió a responder: “Rechazamos categóricamente la caracterización venezolana de la declaración del subsecretario Negroponte”, expresó ante los delegados a la Asamblea, pues el canciller venezolano además había acusado a Negroponte de ser “un funcionarillo con prontuario criminal”.
El embajador estadunidense en Caracas, Patrick Duddy, también rechazó los señalamientos de Maduro al afirmar que su país “desde hace tiempo ha trabajado para unir al hemisferio y por un futuro más próspero”. Admitió que “obviamente es un momento bastante difícil de la relación bilateral”, y que “sería inapropiado” comentar las palabras del canciller.
Pero Maduro fue más allá al tomar la palabra para reiterar el pedido a Estados Unidos para que muestre su compromiso contra el terrorismo y extradite al anticastrista Luis Posada Carriles, condenado por Venezuela por el atentado contra Cubana de Aviación en 1976, que mató a 73 personas.
“Si el gobierno de Estados Unidos dice querer combatir el terrorismo, que capture de manera inmediata a Luis Posada Carriles”, uno de los principales agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), reclamó, que se mantuvo muy activo en los años 70 y 80 en Centroamérica.
Incluso acusó a Negroponte de ser un “funcionarillo con prontuario criminal”, “responsable de asesinatos, de torturas y desapariciones en Centroamérica y varias partes del mundo”.
En cuanto a Colombia, el canciller Maduro reclamó que Bogotá debe asumir sus responsabilidades en el conflicto y no culpar a sus vecinos, pues las relaciones bilaterales continúan bajo tensión desde el ataque colombiano del primero de marzo contra un campamento de las FARC en suelo ecuatoriano.
“No le echen la culpa a países amigos o vecinos, la culpa no la tiene Ecuador, Brasil o Venezuela”, dijo el canciller venezolano. Agregó que es responsabilidad colombiana controlar a las guerrillas para evitar que pasen a territorios de países vecinos. Sin embargo, dijo que Venezuela sigue dispuesto a colaborar con Colombia, sobre todo en el caso de los rehenes.
En tanto, Ecuador reiteró ante la OEA su pedido de que Bogotá asuma el pago de indemnizaciones por el ataque que lanzó en su frontera contra un campamento de las FARC, entre otros reclamos.
Continuará la mediación
Hoy se acordó que la OEA seguirá mediando al menos por dos meses más mediante su secretario general, José Miguel Insulza.
El embajador venezolano designado ante la OEA, Roy Chaderton, calificó por su parte de “desafortunado” que el jefe para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, haya “reaccionado como un momio de clóset uniendo su voz a los personajes e instituciones de la ultraderecha internacional”, al pedir que Venezuela aclare “de manera detallada” en qué consiste “su relación” con las FARC, según acusaciones de Colombia.
En otro orden, Colombia afirmó que México y otros ocho países, entre ellos España y Chile, le han solicitado información sobre la computadora del abatido líder rebelde Raúl Reyes.
A todo esto, el gobernante español José Luis Rodríguez Zapatero pidió “prudencia” sobre los supuestos lazos entre ETA y las FARC, al señalar que el grupo vasco es “muy desconfiado” y “suele trabajar en solitario”.
El canciller venezolano, Nicolás Maduro, rechazó así ante la Asamblea General del organismo, que sesiona en Medellín, noroeste de Colombia, la afirmación que hizo el lunes el subsecretario estadounidense de Estado, John Negroponte, quien señaló que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “habrían buscado santuario en Venezuela”.
Maduro calificó de “abusadora y grosera” la forma en que habló Negroponte, quien llamó a los vecinos de Colombia a contribuir para evitar que los guerrilleros se refugien en sus territorios.
El canciller venezolano advirtió que detrás de esa denuncia estadunidense hay una campaña de Washington para dividir a América Latina y “llenar de violencia a la región”, además de querer evitar que Venezuela y Colombia “normalicen” sus relaciones.
El representante estadunidense ante la OEA, Héctor Morales, salió a responder: “Rechazamos categóricamente la caracterización venezolana de la declaración del subsecretario Negroponte”, expresó ante los delegados a la Asamblea, pues el canciller venezolano además había acusado a Negroponte de ser “un funcionarillo con prontuario criminal”.
El embajador estadunidense en Caracas, Patrick Duddy, también rechazó los señalamientos de Maduro al afirmar que su país “desde hace tiempo ha trabajado para unir al hemisferio y por un futuro más próspero”. Admitió que “obviamente es un momento bastante difícil de la relación bilateral”, y que “sería inapropiado” comentar las palabras del canciller.
Pero Maduro fue más allá al tomar la palabra para reiterar el pedido a Estados Unidos para que muestre su compromiso contra el terrorismo y extradite al anticastrista Luis Posada Carriles, condenado por Venezuela por el atentado contra Cubana de Aviación en 1976, que mató a 73 personas.
“Si el gobierno de Estados Unidos dice querer combatir el terrorismo, que capture de manera inmediata a Luis Posada Carriles”, uno de los principales agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), reclamó, que se mantuvo muy activo en los años 70 y 80 en Centroamérica.
Incluso acusó a Negroponte de ser un “funcionarillo con prontuario criminal”, “responsable de asesinatos, de torturas y desapariciones en Centroamérica y varias partes del mundo”.
En cuanto a Colombia, el canciller Maduro reclamó que Bogotá debe asumir sus responsabilidades en el conflicto y no culpar a sus vecinos, pues las relaciones bilaterales continúan bajo tensión desde el ataque colombiano del primero de marzo contra un campamento de las FARC en suelo ecuatoriano.
“No le echen la culpa a países amigos o vecinos, la culpa no la tiene Ecuador, Brasil o Venezuela”, dijo el canciller venezolano. Agregó que es responsabilidad colombiana controlar a las guerrillas para evitar que pasen a territorios de países vecinos. Sin embargo, dijo que Venezuela sigue dispuesto a colaborar con Colombia, sobre todo en el caso de los rehenes.
En tanto, Ecuador reiteró ante la OEA su pedido de que Bogotá asuma el pago de indemnizaciones por el ataque que lanzó en su frontera contra un campamento de las FARC, entre otros reclamos.
Continuará la mediación
Hoy se acordó que la OEA seguirá mediando al menos por dos meses más mediante su secretario general, José Miguel Insulza.
El embajador venezolano designado ante la OEA, Roy Chaderton, calificó por su parte de “desafortunado” que el jefe para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, haya “reaccionado como un momio de clóset uniendo su voz a los personajes e instituciones de la ultraderecha internacional”, al pedir que Venezuela aclare “de manera detallada” en qué consiste “su relación” con las FARC, según acusaciones de Colombia.
En otro orden, Colombia afirmó que México y otros ocho países, entre ellos España y Chile, le han solicitado información sobre la computadora del abatido líder rebelde Raúl Reyes.
A todo esto, el gobernante español José Luis Rodríguez Zapatero pidió “prudencia” sobre los supuestos lazos entre ETA y las FARC, al señalar que el grupo vasco es “muy desconfiado” y “suele trabajar en solitario”.
AFP, DPA y Reuters, La Jornada, 4 de junio.
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