Después de una debacle por la competencia de China, el sector de juguetes en México encontró una nueva vertiente para competir internacionalmente: los videojuegos.
Las exportaciones mexicanas de consolas de videojuegos, sumaron 425.7 millones de dólares de enero a marzo del 2008, un alza de 135% anual.
"Hay un potencial enorme en la producción de juguetes electrónicos", dijo Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju).
Entre las empresas que exportan videojuegos, están Sony, Solectron Global Services, Game Box, Flextronics y Jabil Global Services.
Martín afirmó que uno de los nichos a los que se debe enfocar la industria mexicana es la de juegos más interactivos, para desarrollar una gran cantidad de habilidades.
Puso como ejemplo el nuevo Wii Fit, de la empresa Nintendo, videojuego que, con la ayuda de una alfombrilla de equilibrio, permite desde esquiar en casa hasta hacer yoga, aeróbicos o caminar por la cuerda floja.
Este juego, que mide el índice de masa corporal y el peso ideal, incluye más de 40 tipos de ejercicios; se vende junto a la alfombrilla por 90 dólares, precio al que habría que sumar el de la consola.
El Wii Fit promete ser el gran lanzamiento de Nintendo, que ya vio cómo sus resultados de entre abril y diciembre del 2007 se duplicaron gracias precisamente a Wii.
Las exportaciones mexicanas de videojuegos se realizan principalmente a Estados Unidos, además de Panamá, Argentina y Perú.
El crecimiento de estas exportaciones se dan cuando México se ha consolidado como uno de los mayores comercializadores de televisiones en el mundo, con ventas externas por 21,762 millones de dólares en el 2007.
El videojuego ha fungido como un arma de dos filos: el niño desarrolla habilidades mentales y su capacidad de razonamiento es más activa en comparación con un niño de hace 20 años que no contaba con esta tecnología; no obstante, la consecuencia es la falta socialización, la obesidad y algunos aspectos de su desarrollo motriz.
En cambio, en los adultos ha sido un perfecto liberador de estrés, pues hay estudios que prueban que los videojuegos pueden ser un buen aporte a la salud.
Las exportaciones mexicanas de consolas de videojuegos, sumaron 425.7 millones de dólares de enero a marzo del 2008, un alza de 135% anual.
"Hay un potencial enorme en la producción de juguetes electrónicos", dijo Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju).
Entre las empresas que exportan videojuegos, están Sony, Solectron Global Services, Game Box, Flextronics y Jabil Global Services.
Martín afirmó que uno de los nichos a los que se debe enfocar la industria mexicana es la de juegos más interactivos, para desarrollar una gran cantidad de habilidades.
Puso como ejemplo el nuevo Wii Fit, de la empresa Nintendo, videojuego que, con la ayuda de una alfombrilla de equilibrio, permite desde esquiar en casa hasta hacer yoga, aeróbicos o caminar por la cuerda floja.
Este juego, que mide el índice de masa corporal y el peso ideal, incluye más de 40 tipos de ejercicios; se vende junto a la alfombrilla por 90 dólares, precio al que habría que sumar el de la consola.
El Wii Fit promete ser el gran lanzamiento de Nintendo, que ya vio cómo sus resultados de entre abril y diciembre del 2007 se duplicaron gracias precisamente a Wii.
Las exportaciones mexicanas de videojuegos se realizan principalmente a Estados Unidos, además de Panamá, Argentina y Perú.
El crecimiento de estas exportaciones se dan cuando México se ha consolidado como uno de los mayores comercializadores de televisiones en el mundo, con ventas externas por 21,762 millones de dólares en el 2007.
El videojuego ha fungido como un arma de dos filos: el niño desarrolla habilidades mentales y su capacidad de razonamiento es más activa en comparación con un niño de hace 20 años que no contaba con esta tecnología; no obstante, la consecuencia es la falta socialización, la obesidad y algunos aspectos de su desarrollo motriz.
En cambio, en los adultos ha sido un perfecto liberador de estrés, pues hay estudios que prueban que los videojuegos pueden ser un buen aporte a la salud.
Roberto Morales Navarrete, El Economista, 4 de junio.
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