Charles dejó hace un año Haití para buscar refugio en México obligado por la problemática política de su país.
Durante el Festival del Día Mundial del Refugiado, el joven de 26 años platica que como guardaespaldas de un político no podía permanecer más en su tierra natal. Ya en México, tuvo que abrirse camino solo y adaptarse a las costumbres de una nación que no era el suyo.
"Yo no tengo a nadie de mi familia aquí, tengo sólo a Dios y tengo a la COMAR (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados), a Sin Fronteras, a todos como una familia por mí, todos me ayudan, me siento mejor que antes".
Hoy en día, se desempeña como maestro de francés y dos de sus hermanos llegaron hace un mes en calidad de turistas.
Charles convive con amigos de la comunidad haitiana, aunque algunos de ellos no tienen la calidad de refugiados.
Es el caso de Harminne y Farah, ellas forman parte de un grupo de baile llamado Sukreol, y hace casi cuatro años que están estudian biología en la UAM Xochimilco y Optometría en el Politécnico, respectivamente.
"No se puede describir, hemos pasado por mucho, antes de integrarnos con la sociedad mexicana y con el apoyo, porque se necesita dinero para vivir. La cosa ahora es mucho más difícil, no solamente en Haití sino también en México".
Y en materia de discriminación, ellas reconocen padecerla a diario, aunque tienen claro que no todos los mexicanos lo hacen.
"Uyy sí, caminando en la calle te tocan, te dicen cosas feas, pero nosotros sabemos porqué estamos aquí y también hay gente que te apoya. Venimos a México porque tiene una buena reputación en mi país".
Al festival que tuvo lugar en la Casa del Lago también mexicanos, refugiados y estudiantes extranjeros.
Marina Echandi, oficial de información pública del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), dijo que en lo que va del año, México ha dado la calidad de refugiados a alrededor de 60 personas, en su mayoría colombianos y haitianos.
El fenómeno actual que la ACNUR ha detectado, no sólo en México, sino a nivel mundial, son los flujos migratorios mixtos, lo que implica que los refugiados utilizan los mismos canales de los que emigran por cuestiones económicas, aunque con una motivación diferente ya que vienen huyendo de conflictos armados.
Echandi puntualizó que en ese sentido, la ACNUR está en diálogo con las autoridades migratorias para que si alguna persona expresa temor por ser devuelto a su país, se le canalice ante autoridades competentes que puedan brindarle ayuda y orientación, ya que, a diferencia de los migrantes económicos, si los que buscan refugio en otro país son devueltos a su país de origen, su vida corre peligro.
Durante el Festival del Día Mundial del Refugiado, el joven de 26 años platica que como guardaespaldas de un político no podía permanecer más en su tierra natal. Ya en México, tuvo que abrirse camino solo y adaptarse a las costumbres de una nación que no era el suyo.
"Yo no tengo a nadie de mi familia aquí, tengo sólo a Dios y tengo a la COMAR (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados), a Sin Fronteras, a todos como una familia por mí, todos me ayudan, me siento mejor que antes".
Hoy en día, se desempeña como maestro de francés y dos de sus hermanos llegaron hace un mes en calidad de turistas.
Charles convive con amigos de la comunidad haitiana, aunque algunos de ellos no tienen la calidad de refugiados.
Es el caso de Harminne y Farah, ellas forman parte de un grupo de baile llamado Sukreol, y hace casi cuatro años que están estudian biología en la UAM Xochimilco y Optometría en el Politécnico, respectivamente.
"No se puede describir, hemos pasado por mucho, antes de integrarnos con la sociedad mexicana y con el apoyo, porque se necesita dinero para vivir. La cosa ahora es mucho más difícil, no solamente en Haití sino también en México".
Y en materia de discriminación, ellas reconocen padecerla a diario, aunque tienen claro que no todos los mexicanos lo hacen.
"Uyy sí, caminando en la calle te tocan, te dicen cosas feas, pero nosotros sabemos porqué estamos aquí y también hay gente que te apoya. Venimos a México porque tiene una buena reputación en mi país".
Al festival que tuvo lugar en la Casa del Lago también mexicanos, refugiados y estudiantes extranjeros.
Marina Echandi, oficial de información pública del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), dijo que en lo que va del año, México ha dado la calidad de refugiados a alrededor de 60 personas, en su mayoría colombianos y haitianos.
El fenómeno actual que la ACNUR ha detectado, no sólo en México, sino a nivel mundial, son los flujos migratorios mixtos, lo que implica que los refugiados utilizan los mismos canales de los que emigran por cuestiones económicas, aunque con una motivación diferente ya que vienen huyendo de conflictos armados.
Echandi puntualizó que en ese sentido, la ACNUR está en diálogo con las autoridades migratorias para que si alguna persona expresa temor por ser devuelto a su país, se le canalice ante autoridades competentes que puedan brindarle ayuda y orientación, ya que, a diferencia de los migrantes económicos, si los que buscan refugio en otro país son devueltos a su país de origen, su vida corre peligro.
Reforma, 22 de junio.
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