TIJUANA, BC.— Los gobiernos que permiten la salida de sus connacionales por falta de trabajo y los que obligan a migrantes a cruzar las fronteras por territorios peligrosos son corresponsables en las muertes que se originan por la migración indocumentada, expresó el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre.
En reunión con obispos de México, Centroamérica, El Caribe y Estados Unidos en esta ciudad, el funcionario católico comentó sobre los más de 5 mil fallecimientos a lo largo de la frontera con Estados Unidos, que “cuando acontece una muerte, hay siempre una responsabilidad”.
Añadió que al igual que en cualquier asesinato, los culpables de esas muertes —de personas que sucumbieron por hipotermia, deshidratación, accidentes o al ser atacados por animales y hasta delincuentes—, incurrieron en pecado mortal, pues violaron uno de los mandamientos divinos que prohíbe matar.
El nuncio aseguró que la Iglesia católica hace lo que está a su alcance en materia de atención a los migrantes, y por ello cuenta con diversos albergues distribuidos a lo largo de México, principalmente en las fronteras norte y sur.
Piden mejor trato
El arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, criticó que las violaciones a los derechos humanos de migrantes extranjeros son mucho más frecuentes que con los connacionales en Estados Unidos, situación que pidió sea resuelta por las autoridades migratorias de nuestro país.
“Ponemos mucho hincapié en lo que acontece en Estados Unidos con nuestros connacionales y la manera en que los repatrian, pero no ponemos tanta atención a la forma en que nosotros tratamos a los que vienen de fuera, que sufren terriblemente”, afirmó Romo Muñoz.
Los obispos de la Iglesia católica participan en el Encuentro Conferencias Episcopales, enfocado especialmente a la migración indocumentada, y se pronunciaron por que las autoridades de los países involucrados en esta actividad consideren los derechos humanos de los migrantes.
No sólo se trata de señalar abusos, sino de que se generen buenas condiciones de vida en los lugares que indirectamente expulsan a sus habitantes, para que no se vean obligados a salir por la pobreza, dijo el obispo auxiliar de Monterrey, Gustavo Rodríguez Vega.
El encuentro concluirá este jueves y se espera la participación de obispos de Centroamérica y El Caribe, además de activistas y funcionarios de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Aparte de generar conclusiones, planean integrar equipos de trabajo para el acompañamiento de migrantes, además de apoyar a los gobiernos en la elaboración de pronunciamientos por violaciones a los derechos humanos durante redadas y faltas de oportunidad para repatriados, entre otros temas.
En reunión con obispos de México, Centroamérica, El Caribe y Estados Unidos en esta ciudad, el funcionario católico comentó sobre los más de 5 mil fallecimientos a lo largo de la frontera con Estados Unidos, que “cuando acontece una muerte, hay siempre una responsabilidad”.
Añadió que al igual que en cualquier asesinato, los culpables de esas muertes —de personas que sucumbieron por hipotermia, deshidratación, accidentes o al ser atacados por animales y hasta delincuentes—, incurrieron en pecado mortal, pues violaron uno de los mandamientos divinos que prohíbe matar.
El nuncio aseguró que la Iglesia católica hace lo que está a su alcance en materia de atención a los migrantes, y por ello cuenta con diversos albergues distribuidos a lo largo de México, principalmente en las fronteras norte y sur.
Piden mejor trato
El arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, criticó que las violaciones a los derechos humanos de migrantes extranjeros son mucho más frecuentes que con los connacionales en Estados Unidos, situación que pidió sea resuelta por las autoridades migratorias de nuestro país.
“Ponemos mucho hincapié en lo que acontece en Estados Unidos con nuestros connacionales y la manera en que los repatrian, pero no ponemos tanta atención a la forma en que nosotros tratamos a los que vienen de fuera, que sufren terriblemente”, afirmó Romo Muñoz.
Los obispos de la Iglesia católica participan en el Encuentro Conferencias Episcopales, enfocado especialmente a la migración indocumentada, y se pronunciaron por que las autoridades de los países involucrados en esta actividad consideren los derechos humanos de los migrantes.
No sólo se trata de señalar abusos, sino de que se generen buenas condiciones de vida en los lugares que indirectamente expulsan a sus habitantes, para que no se vean obligados a salir por la pobreza, dijo el obispo auxiliar de Monterrey, Gustavo Rodríguez Vega.
El encuentro concluirá este jueves y se espera la participación de obispos de Centroamérica y El Caribe, además de activistas y funcionarios de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Aparte de generar conclusiones, planean integrar equipos de trabajo para el acompañamiento de migrantes, además de apoyar a los gobiernos en la elaboración de pronunciamientos por violaciones a los derechos humanos durante redadas y faltas de oportunidad para repatriados, entre otros temas.
Julieta Martínez, corresponsal, El Universal, 19 de junio.
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