Marco legal "mata" a la petroquímica

A Pemex Petroquímica la está matando un marco legal inadecuado y obsoleto que no permite materializar inversiones públicas ni privadas, producto de los desacuerdos políticos que han determinado la historia de la industria en los últimos 25 años. José Luis Zepeda, presidente de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), así como los expertos Othón Canales, Antonio Gershenson, Carlos Mireles, Rafael Decelis, Abraham Klip y Rocío Nehle, demandaron a legisladores que la petroquímica sea incluida en la reforma energética para aumentar y garantizar la producción de insumos básicos como el gas natural, y dar viabilidad a nuevos proyectos.
Asimismo, pidieron realizar un cambio en la política de precios, reintegrar a Pemex en un sólo organismo y dotar a la paraestatal de autonomía de gestión. De encontrar los mecanismos para resolver la situación actual de la industria se generarían las condiciones de competitividad, y la iniciativa privada podría realizar inversiones directas por más de 34,000 millones de dólares, añadió, por su parte, José Luis Zepeda.
Raúl Livas Elizondo, director corporativo de Petróleos Mexicanos, dijo que "reservar al Estado una actividad no garantiza su eficiencia. Son las reglas bajo las cuales se rigen las actividades productivas las que determinan el desempeño. Las reglas bajo las cuales se rige Pemex lo condenan a una operación ineficiente". Los especialistas en petroquímica Rafael Decelis, Antonio Gershenson y Rocío Nehle criticaron la forma de operar de la paraestatal, ya que de nada ha servido la apertura que se dio en este sector a partir de 1996 cuando se intentó vender algunos complejos petroquímicos, pues el problema siempre ha sido la falta de seguridad en el suministro de la materia prima a través de contratos de largo plazo.
La producción de Pemex Petroquímica del 2005 a la fecha bajó considerablemente al pasar de 8.2 millones de toneladas anuales a unos 3.5 millones; mientras que las importaciones se han incrementado de 6.5 millones de toneladas a 13.5 millones de toneladas, dijo Abraham Klip, exsubdirector de la subsidiaria. Anualmente, añadió, pierde 800 millones de dólares como resultado de operación, tiene problemas principalmente por exceso de personal y 6,000 personas deberían ser relocalizadas en otras plantas de la petrolera.
Mauricio Rubí y Margarita Palma, El Economista, 13 de abril.

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