La OEA, preocupada por la crisis política en Bolivia, donde gobierno y varias regiones opositoras se enfrentan por el establecimiento de estatutos autonómicos, lanzó un mensaje conciliador ayer al inaugurarse en la ciudad colombiana de Medellín (noroeste), su 38 Asamblea General, al tiempo que rechazó hechos de violencia contra indígenas bolivianos.
El titular del organismo, José Miguel Insulza, lamentó los actos de violencia racial ocurridos el 24 de mayo en la ciudad boliviana de Sucre y urgió “a que se cesen todas la formas de violencia” en ese país.
Las expresiones de Insulza coincidieron con los primeros resultados de referendos sobre autonomía en las zonas bolivianas de Beni y Pando, rechazados por el gobieno de Evo Morales.
Si bien la OEA debatirá al nivel de cancilleres sobre “Juventud y valores democráticos”, en los corrillos de la 38 Asamblea General se discute cómo responderá la institución al pedido de Ecuador para investigar computadores que según Colombia vinculan a Quito con la guerrilla de las FARC.
Insulza precisó que la OEA no realizará una revisión técnica de los computadores del ex líder de las FARC, Raúl Reyes, en poder del gobierno de Colombia y de la Interpol, incautados tras el ataque contra un campamento guerrillero en suelo ecuatoriano el 1 de marzo que terminó con la muerte de Reyes.
En tanto, EU puso a debate en la OEA la situación en Cuba. El subsecretario de Estado, John Negroponte, pidió “una oportunidad” para que los cubanos “elijan a sus representantes”. Cuba no puede rebatir en esta instancia ya que fue expulsada de la OEA en 1962. Las diferencias entre Ecuador y Colombia también quedaron de manifiesto en esta asamblea, que concluye hoy, sin visos de que se reanuden los lazos diplomáticos, rotos tras el ataque del 1 de marzo.
El titular del organismo, José Miguel Insulza, lamentó los actos de violencia racial ocurridos el 24 de mayo en la ciudad boliviana de Sucre y urgió “a que se cesen todas la formas de violencia” en ese país.
Las expresiones de Insulza coincidieron con los primeros resultados de referendos sobre autonomía en las zonas bolivianas de Beni y Pando, rechazados por el gobieno de Evo Morales.
Si bien la OEA debatirá al nivel de cancilleres sobre “Juventud y valores democráticos”, en los corrillos de la 38 Asamblea General se discute cómo responderá la institución al pedido de Ecuador para investigar computadores que según Colombia vinculan a Quito con la guerrilla de las FARC.
Insulza precisó que la OEA no realizará una revisión técnica de los computadores del ex líder de las FARC, Raúl Reyes, en poder del gobierno de Colombia y de la Interpol, incautados tras el ataque contra un campamento guerrillero en suelo ecuatoriano el 1 de marzo que terminó con la muerte de Reyes.
En tanto, EU puso a debate en la OEA la situación en Cuba. El subsecretario de Estado, John Negroponte, pidió “una oportunidad” para que los cubanos “elijan a sus representantes”. Cuba no puede rebatir en esta instancia ya que fue expulsada de la OEA en 1962. Las diferencias entre Ecuador y Colombia también quedaron de manifiesto en esta asamblea, que concluye hoy, sin visos de que se reanuden los lazos diplomáticos, rotos tras el ataque del 1 de marzo.
AFP en Medellín, Milenio, 3 de junio.
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