El maltrato y la extorsión que se da en México a los migrantes cubanos ha sido denunciado ante la Organización de las Naciones Unidas por organizaciones civiles, debido a la negativa de las autoridades federales para frenar esa situación.
La organización Sin Fronteras afirmó que la ausencia de acuerdos sobre repatriación entre los gobiernos de Cuba y México ha dado como resultado el establecimiento de un trato legal que el Instituto Nacional de Migración ha llenado de diversas disposiciones internas o circulares, en el que se les solicita un pago para otorgarles un permiso por 30 días para abandonar el país.
Sin Fronteras ha documentado casos de personas de nacionalidad cubana que han estado asegurados desde por los menos 30 días hasta tres meses o más tiempo en espera de la resolución de su expediente migratorio.
Sobre este tema, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos tiene conocimiento y emitió una recomendación a la titular del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero Castillo, por el caso de dos ciudadanos cubanos quienes, tras casi cuatro meses de permanecer asegurados en la estación migratoria de Tapachula, Chiapas, fueron repatriados a su país, a pesar de haber solicitado oportunamente refugio al gobierno mexicano ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Durante la visita del relator de Migrantes, Jorge Bustamante, a México, en febrero de este año, Sin Fronteras denunció las violaciones que sufren los cubanos en territorio mexicano y manifestó que a éstos se aplica la ley estadunidense de “pies secos, pies mojados” por encima de la legislación mexicana de población.
Para salir de la estación migratoria, informó la organización, a los cubanos calificados de no repatriables se les impone una multa de cinco a diez mil pesos, cantidad que es discrecional, y ante la imposibilidad de realizar el trámite tienen que pagar también porque alguien contacte a los familiares y paguen.
Una vez realizado el pago de las multas, los cubanos deben esperar varios días para recobrar su libertad, sin que se les dé ningún tipo de información sobre su situación jurídica.
Este aislamiento, agregó Sin Fronteras, lleva en ocasiones a la desesperación de los inmigrantes asegurados.
Los cubanos, señala el informe entregado al relator de la ONU, son frecuentemente objeto de extorsión por parte de servidores públicos, quienes les solicitan dinero a cambio de resolverles su situación jurídica, porque conocen que el dinero solicitado será enviado por sus familiares que se encuentran en Estados Unidos.
El 30 de noviembre de 2007, el Instituto Nacional de Migración emitió la circular INM/010/2007, en la que se redujo el monto de 10 mil a 5 mil pesos, pero se estableció que las personas migrantes de nacionalidad cubana que se encuentran en el territorio mexicano y no acrediten su legal estancia se les asegurara y se les informará de la multa; además tendrán 30 días para abandonar el país.
La organización Sin Fronteras afirmó que la ausencia de acuerdos sobre repatriación entre los gobiernos de Cuba y México ha dado como resultado el establecimiento de un trato legal que el Instituto Nacional de Migración ha llenado de diversas disposiciones internas o circulares, en el que se les solicita un pago para otorgarles un permiso por 30 días para abandonar el país.
Sin Fronteras ha documentado casos de personas de nacionalidad cubana que han estado asegurados desde por los menos 30 días hasta tres meses o más tiempo en espera de la resolución de su expediente migratorio.
Sobre este tema, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos tiene conocimiento y emitió una recomendación a la titular del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero Castillo, por el caso de dos ciudadanos cubanos quienes, tras casi cuatro meses de permanecer asegurados en la estación migratoria de Tapachula, Chiapas, fueron repatriados a su país, a pesar de haber solicitado oportunamente refugio al gobierno mexicano ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Durante la visita del relator de Migrantes, Jorge Bustamante, a México, en febrero de este año, Sin Fronteras denunció las violaciones que sufren los cubanos en territorio mexicano y manifestó que a éstos se aplica la ley estadunidense de “pies secos, pies mojados” por encima de la legislación mexicana de población.
Para salir de la estación migratoria, informó la organización, a los cubanos calificados de no repatriables se les impone una multa de cinco a diez mil pesos, cantidad que es discrecional, y ante la imposibilidad de realizar el trámite tienen que pagar también porque alguien contacte a los familiares y paguen.
Una vez realizado el pago de las multas, los cubanos deben esperar varios días para recobrar su libertad, sin que se les dé ningún tipo de información sobre su situación jurídica.
Este aislamiento, agregó Sin Fronteras, lleva en ocasiones a la desesperación de los inmigrantes asegurados.
Los cubanos, señala el informe entregado al relator de la ONU, son frecuentemente objeto de extorsión por parte de servidores públicos, quienes les solicitan dinero a cambio de resolverles su situación jurídica, porque conocen que el dinero solicitado será enviado por sus familiares que se encuentran en Estados Unidos.
El 30 de noviembre de 2007, el Instituto Nacional de Migración emitió la circular INM/010/2007, en la que se redujo el monto de 10 mil a 5 mil pesos, pero se estableció que las personas migrantes de nacionalidad cubana que se encuentran en el territorio mexicano y no acrediten su legal estancia se les asegurara y se les informará de la multa; además tendrán 30 días para abandonar el país.
Eugenia Jiménez, Milenio, 16 de junio.
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