Por sus pistolas

Son dos gobiernos, dos estilos. Y a pesar de que están separados por miles de kilómetros eso no es impedimento para que tengan algo en común: la hegemonía de sus líderes.

Por un lado está Rusia, donde su expresidente y ahora flamante primer ministro, Vladimir Putin, se las ingenió para evitar que los críticos a su gobierno salieran en la televisión.

Según The New York Times, uno de los analistas políticos más críticos del régimen Putin, Mikhail G. Delyagin, fue -técnicamente- eliminado de un programa de televisión. El colmo fue que con las prisas, los técnicos "olvidaron" quitarle las piernas, que aparecen en una toma.

Y es que Delyagin aparece en la "lista negra" junto con otros críticos "disidentes" como por ejemplo: Mikhail M. Kasyanov, un exprimer ministro de Putin, y Andrei N. Illarionov, quien fuera su principal asesor económico. Ni hablar de Garry K. Kasparov, el excampeón de ajedrez y líder de la coalición opositora Otra Rusia, quien no tiene ni un espacio en la tele.

El otro caso -y no por menos grave- es Venezuela, donde nuestro amigo Hugo Chávez vuelve a hacer de las suyas.

Recién aprobó por decreto la Ley de Espionaje que obliga a todos los venezolanos a participar en estas prácticas para detectar y neutralizar amenazas a la seguridad nacional, incluido cualquier intento de asesinato o conspiración para derrocar al gobierno.

El decreto ya desató las protestas de los grupos de defensa de los derechos humanos que la consideran un instrumento para aplastar a la oposición.

Bajo la ley, los venezolanos que se nieguen a cooperar con los organismos de inteligencia actuando como informantes enfrentan hasta cuatro años de cárcel.

Las fuerzas de seguridad pueden recolectar evidencias a través de medios electrónicos de vigilancia, como grabación de llamadas telefónicas, sin necesidad de contar con la orden de un juez.

"Entre otros problemas con la ley, el derecho a la defensa de cualquier sospechoso puede ser violada, y eso es inaceptable", considera Carlos Correa, líder de Provea, un grupo de defensa de los derechos humanos en Venezuela.

Chávez negó que la ley viole las libertades civiles. Por el contrario, dijo que está integrada en "un marco de un gran respeto a los derechos humanos"... Una más de sus tretas porque el que nada debe...
Maribel Zavala, El Economista, 4 de junio.

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