Radio UNAM llega a 71 años “con buena salud y madurez”, afirma el director de la emisora, Fernando Chamizo, quien a cuatro meses de haber asumido el cargo hace una autocrítica de la labor que la estación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realiza al tiempo que propone cambios para convertirla en “un referente que dé certidumbre, mirando a los ojos al público”.
En entrevista con La Jornada, alude a la necesidad de que la emisora “camine para construir una nueva manera de acercarnos a las audiencias, no podemos imaginar una radio detenida. Si bien llevo cuatro meses al frente, he estado cerca desde 1987, conozco las entrañas y la encuentro bien, tanto por la rehabilitación del edificio como por el ánimo de los compañeros.
“Pero se necesita entrar en un proceso de introspección, sobre todo, buscar audiencias. Los medios públicos fuimos un poco ambiguos en aquello de no vivir bajo la tiranía del rating.
“No vimos a las audiencias, ahora tenemos que hacerlo, trabajar para el público sin perder la autenticidad, los principios, los valores, el sentido de la emisora. Tenemos que encontrar la forma y el fondo para nos oigan, para generar una alegría, una idea, una emoción. Hay que hablarle tanto al corazón como a la razón. Esa es la radio que sueño.”
Correr riesgos para cambiar
Chamizo considera que Radio UNAM vivió una suerte de inercia, “ahora hay que correr el riesgo y cambiar. La radio privada le aprendió mucho a la cultural, por ejemplo, el sismo de 1985 hizo que las emisoras comerciales tuviera un contacto de otra manera con los oyentes, algo que nosotros veníamos haciendo desde muchos años antes.
“Ellos lo hicieron bien, mientras que nuestras radios se quedaron en el camino. Hay quienes me han dicho que Radio UNAM está envejecida, hay algo de razón, pues hoy día la estación no sabe a quién le habla ni a quién se dirige. Hay que replantear eso para ser una voz fuerte, fresca y alternativa frente a los medios privados que tienen el pastel completo, aunque con estandarización del discurso, ideológica y de contenidos.
“Nuestra responsabilidad es crecer, no competir ni robarnos las audiencias. La cultura no está peleada con ‘lo entretenido’, es una mala hechura nuestra, es decir, hemos hecho programas culturales aburridísimos. Pero no tiene por qué ser así.
“La cultura es divertida, sonriente. Las ideas se pueden trabajar bajo otro tipo de textura, porque no le estamos hablando a intelectuales ni proponemos un desafío intelectual. Lo que sucede es que no hemos sabido llevar contenidos dentro de este marco de la cultura con un lenguaje desenfadado, fresco, inteligente, creativo, sin ínfulas de superioridad.
“Radio UNAM debe ser reconocida como una emisora universitaria, con una enorme capacidad de libertad, conocimiento, crítica y experimentación. Las características de las radios públicas son otras, aunque coincidimos en muchas, como en ofrecer a los oyentes los espacios de participación para construir una mejor sociedad.
“Tenemos un proyecto inicial que nos obliga a transformar la emisora en una radio contemporánea y moderna. Debemos encontrar la forma radiofónica para que el oyente, idealmente joven, tenga aquí un espejo que lo retrate, le genere curiosidades y emoción”, concluyó Chamizo.
Las celebraciones por los 71 años de Radio UNAM se iniciaron el 5 de junio y concluirán el 27 de este mes, con emisiones como una antología de obras que han revolucionado la música, desde la antigüedad hasta 1937.
El día 19, a las 20 horas, se presentará en la sala Julián Carrillo el teatro radiofónico La última cinta de Krapp, obra original de Samuel Becket; al día siguiente, tomará los micrófonos Betsy Pecanins para ofrecer un concierto que se transmitirá también a partir de las 20 horas.
La interpretación de piezas contemporáneas de alumnos de la Escuela Nacional de Música de la UNAM los días 24 y 26 de junio completan las actividades de la celebración que culminará el viernes 27 con el recital ofrecido por el flautista Horacio Franco.
La cita es en el 96.1 de FM, en el 860 de AM o en el 9600 de onda corta. Para consultar la programación completa se puede ingresar a la página de Internet: www.radiounam.unam.mx
En entrevista con La Jornada, alude a la necesidad de que la emisora “camine para construir una nueva manera de acercarnos a las audiencias, no podemos imaginar una radio detenida. Si bien llevo cuatro meses al frente, he estado cerca desde 1987, conozco las entrañas y la encuentro bien, tanto por la rehabilitación del edificio como por el ánimo de los compañeros.
“Pero se necesita entrar en un proceso de introspección, sobre todo, buscar audiencias. Los medios públicos fuimos un poco ambiguos en aquello de no vivir bajo la tiranía del rating.
“No vimos a las audiencias, ahora tenemos que hacerlo, trabajar para el público sin perder la autenticidad, los principios, los valores, el sentido de la emisora. Tenemos que encontrar la forma y el fondo para nos oigan, para generar una alegría, una idea, una emoción. Hay que hablarle tanto al corazón como a la razón. Esa es la radio que sueño.”
Correr riesgos para cambiar
Chamizo considera que Radio UNAM vivió una suerte de inercia, “ahora hay que correr el riesgo y cambiar. La radio privada le aprendió mucho a la cultural, por ejemplo, el sismo de 1985 hizo que las emisoras comerciales tuviera un contacto de otra manera con los oyentes, algo que nosotros veníamos haciendo desde muchos años antes.
“Ellos lo hicieron bien, mientras que nuestras radios se quedaron en el camino. Hay quienes me han dicho que Radio UNAM está envejecida, hay algo de razón, pues hoy día la estación no sabe a quién le habla ni a quién se dirige. Hay que replantear eso para ser una voz fuerte, fresca y alternativa frente a los medios privados que tienen el pastel completo, aunque con estandarización del discurso, ideológica y de contenidos.
“Nuestra responsabilidad es crecer, no competir ni robarnos las audiencias. La cultura no está peleada con ‘lo entretenido’, es una mala hechura nuestra, es decir, hemos hecho programas culturales aburridísimos. Pero no tiene por qué ser así.
“La cultura es divertida, sonriente. Las ideas se pueden trabajar bajo otro tipo de textura, porque no le estamos hablando a intelectuales ni proponemos un desafío intelectual. Lo que sucede es que no hemos sabido llevar contenidos dentro de este marco de la cultura con un lenguaje desenfadado, fresco, inteligente, creativo, sin ínfulas de superioridad.
“Radio UNAM debe ser reconocida como una emisora universitaria, con una enorme capacidad de libertad, conocimiento, crítica y experimentación. Las características de las radios públicas son otras, aunque coincidimos en muchas, como en ofrecer a los oyentes los espacios de participación para construir una mejor sociedad.
“Tenemos un proyecto inicial que nos obliga a transformar la emisora en una radio contemporánea y moderna. Debemos encontrar la forma radiofónica para que el oyente, idealmente joven, tenga aquí un espejo que lo retrate, le genere curiosidades y emoción”, concluyó Chamizo.
Las celebraciones por los 71 años de Radio UNAM se iniciaron el 5 de junio y concluirán el 27 de este mes, con emisiones como una antología de obras que han revolucionado la música, desde la antigüedad hasta 1937.
El día 19, a las 20 horas, se presentará en la sala Julián Carrillo el teatro radiofónico La última cinta de Krapp, obra original de Samuel Becket; al día siguiente, tomará los micrófonos Betsy Pecanins para ofrecer un concierto que se transmitirá también a partir de las 20 horas.
La interpretación de piezas contemporáneas de alumnos de la Escuela Nacional de Música de la UNAM los días 24 y 26 de junio completan las actividades de la celebración que culminará el viernes 27 con el recital ofrecido por el flautista Horacio Franco.
La cita es en el 96.1 de FM, en el 860 de AM o en el 9600 de onda corta. Para consultar la programación completa se puede ingresar a la página de Internet: www.radiounam.unam.mx
Mónica Mateos Vega, La Jornada, 14 de junio.
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