BUENOS AIRES.— El resultado de la diplomacia en su máxima expresión comenzó a evidenciarse apenas ayer en el conflicto que mantienen Ecuador y Colombia. Ambos gobiernos aceptaron reanudar relaciones al nivel de encargados de negocios, después de una “silenciosa e imparable” diplomacia del ex presidente estadounidense James Carter, a través del centro internacional que lleva su nombre.
Casi al mismo tiempo en Bogotá y en Quito, César Mauricio Velásquez, jefe de prensa del gobierno colombiano, y la canciller María Isabel Salvador, leyeron sendos comunicados aceptando el restablecimiento de las relaciones en su más bajo nivel histórico desde el pasado 1 de marzo, cuando los militares colombianos atacaron el campamento del guerrillero de las FARC Raúl Reyes en territorio ecuatoriano.
“El gobierno de Colombia manifiesta su total disposición para reanudar relaciones diplomáticas con el gobierno del Ecuador de manera inmediata y sin precondiciones”, aseguró la administración Uribe.
En tanto, el presidente Rafael Correa confirmó en ese comunicado “la voluntad y decisión de reanudar, de manera inmediata, las relaciones diplomáticas a nivel de encargados de negocios con el gobierno de Colombia”.
Pero hubo un comunicado más el del Centro Carter que, según confirmaron fuentes gubernamentales en ambos países, hizo posible el acercamiento después de meses de labor por parte del ex presidente Carter, quien apeló a dos preceptos sagrados de la diplomacia. “El trabajo silencioso y la constancia”.
Desde el ataque militar colombiano que provocó la crisis, Carter se había comunicado varias veces con los mandatarios y con José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), con quien coordinó en todo momento su gestión de “buenos oficios”.
“El restablecimiento de relaciones diplomáticas también contribuirá con el trabajo de la OEA dirigido a acordar medidas de construcción de confianza, así como con los esfuerzos de ambos países para renovar mecanismos de cooperación que les permitan enfrentar sus problemas comunes”, expresa el texto del Centro Carter.
Después de este primer paso, ahora se espera que en el corto plazo ambos gobiernos puedan avanzar en el restablecimiento total de sus relaciones.
En Quito, fuentes gubernamentales expresaron que eso ocurrirá cuando se aseguren de que la administración Uribe “no vuelva a violar el territorio ecuatoriano”.
Casi al mismo tiempo en Bogotá y en Quito, César Mauricio Velásquez, jefe de prensa del gobierno colombiano, y la canciller María Isabel Salvador, leyeron sendos comunicados aceptando el restablecimiento de las relaciones en su más bajo nivel histórico desde el pasado 1 de marzo, cuando los militares colombianos atacaron el campamento del guerrillero de las FARC Raúl Reyes en territorio ecuatoriano.
“El gobierno de Colombia manifiesta su total disposición para reanudar relaciones diplomáticas con el gobierno del Ecuador de manera inmediata y sin precondiciones”, aseguró la administración Uribe.
En tanto, el presidente Rafael Correa confirmó en ese comunicado “la voluntad y decisión de reanudar, de manera inmediata, las relaciones diplomáticas a nivel de encargados de negocios con el gobierno de Colombia”.
Pero hubo un comunicado más el del Centro Carter que, según confirmaron fuentes gubernamentales en ambos países, hizo posible el acercamiento después de meses de labor por parte del ex presidente Carter, quien apeló a dos preceptos sagrados de la diplomacia. “El trabajo silencioso y la constancia”.
Desde el ataque militar colombiano que provocó la crisis, Carter se había comunicado varias veces con los mandatarios y con José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), con quien coordinó en todo momento su gestión de “buenos oficios”.
“El restablecimiento de relaciones diplomáticas también contribuirá con el trabajo de la OEA dirigido a acordar medidas de construcción de confianza, así como con los esfuerzos de ambos países para renovar mecanismos de cooperación que les permitan enfrentar sus problemas comunes”, expresa el texto del Centro Carter.
Después de este primer paso, ahora se espera que en el corto plazo ambos gobiernos puedan avanzar en el restablecimiento total de sus relaciones.
En Quito, fuentes gubernamentales expresaron que eso ocurrirá cuando se aseguren de que la administración Uribe “no vuelva a violar el territorio ecuatoriano”.
José Vales, El Universal, 7 de junio.
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