El rey Juan Carlos de España elogió el valeroso combate al narcotráfico del gobierno federal y la estabilidad económica de México que se fortalecerán por las reformas impulsadas desde la administración del presidente Felipe Calderón.
El rey agradeció la colaboración de México en la lucha de España contra el azote terrorista y respaldó al presidente Calderón la “valerosa lucha contra el narcotráfico que habéis emprendido desde el comienzo de vuestro mandato”.
En el discurso ofrecido durante la cena de honor celebrada en el Palacio Real de Madrid, el monarca dijo que los empresarios españoles tienen confianza de invertir en México porque “es un mercado estable, dinámico, estratégicamente situado y abierto al exterior. Por otro lado, las reformas que habéis impulsado fortalecerán la economía y, con ella, el bienestar de todos los mexicanos”.
El rey Juan Carlos dijo que las relaciones comerciales entre ambos países viven un momento particularmente satisfactorio, ya que en los últimos años México es el primer destino de la exportación española a Iberoamérica y también se registra un crecimiento de las exportaciones mexicanas a España.
Agregó que España es el segundo inversionista mundial en México y expresó su complacencia por comprobar el empeño del presidente Calderón por hacer de México un país competitivo.
En un mensaje centrado en las relaciones comerciales, el monarca destacó que ambos países son pieza clave para las relaciones entre Iberoamérica y la Unión Europea. Además destacó la importancia de promover en ámbitos multilaterales su agenda de democracia, derechos humanos y Estado de Derecho.
“Nos enfrentamos a retos globales que desbordan nuestras fronteras y requieren respuestas conjuntas, a las que México ha sabido aportar su mejor colaboración”, como es el caso del terrorismo, añadió el rey.
Juan Carlos I dijo que ambos países deben ser ambiciosos y seguir alcanzando nuevas metas en las relaciones hispano-mexicanas.
El monarca recibió al panista y a su comitiva en el Palacio Real del El Pardo, donde se pasó revista a la Guardia Real, se lanzaron 12 salvas y se realizó el saludo a las banderas de ambos países. Después almorzaron en la residencia de la realeza, el Palacio de la Zarzuela, y por la noche acudieron a una cena de gala a la que asistieron 128 invitados.
El rey agradeció la colaboración de México en la lucha de España contra el azote terrorista y respaldó al presidente Calderón la “valerosa lucha contra el narcotráfico que habéis emprendido desde el comienzo de vuestro mandato”.
En el discurso ofrecido durante la cena de honor celebrada en el Palacio Real de Madrid, el monarca dijo que los empresarios españoles tienen confianza de invertir en México porque “es un mercado estable, dinámico, estratégicamente situado y abierto al exterior. Por otro lado, las reformas que habéis impulsado fortalecerán la economía y, con ella, el bienestar de todos los mexicanos”.
El rey Juan Carlos dijo que las relaciones comerciales entre ambos países viven un momento particularmente satisfactorio, ya que en los últimos años México es el primer destino de la exportación española a Iberoamérica y también se registra un crecimiento de las exportaciones mexicanas a España.
Agregó que España es el segundo inversionista mundial en México y expresó su complacencia por comprobar el empeño del presidente Calderón por hacer de México un país competitivo.
En un mensaje centrado en las relaciones comerciales, el monarca destacó que ambos países son pieza clave para las relaciones entre Iberoamérica y la Unión Europea. Además destacó la importancia de promover en ámbitos multilaterales su agenda de democracia, derechos humanos y Estado de Derecho.
“Nos enfrentamos a retos globales que desbordan nuestras fronteras y requieren respuestas conjuntas, a las que México ha sabido aportar su mejor colaboración”, como es el caso del terrorismo, añadió el rey.
Juan Carlos I dijo que ambos países deben ser ambiciosos y seguir alcanzando nuevas metas en las relaciones hispano-mexicanas.
El monarca recibió al panista y a su comitiva en el Palacio Real del El Pardo, donde se pasó revista a la Guardia Real, se lanzaron 12 salvas y se realizó el saludo a las banderas de ambos países. Después almorzaron en la residencia de la realeza, el Palacio de la Zarzuela, y por la noche acudieron a una cena de gala a la que asistieron 128 invitados.
Lorena López, enviada, Milenio, 12 de junio.
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