A un ritmo mensual de 1,833 intentos de cruzar las fronteras de Estados Unidos, con edades promedio de entre 18 y 35 años y alto nivel de instrucción, la fuga de indocumentados cubanos en busca del “sueño americano” podría marcar este año una nueva cifra récord, según estadísticas disponibles.
Sólo por el Estrecho de Florida, el servicio de guardacostas estadunidense dice haber registrado un aumento de 21% en las acciones de fuga en relación con 2007, en tanto las Tropas Guardafronteras cubanas informaron de la captura este año de 17 embarcaciones con tripulaciones completas.
Del total de casos detectados “70% es movido por traficantes” que cobran hasta 12 mil dólares por persona y operan tanto en el Estrecho de Florida, la ruta marítima más usada, como en la llamada Vía Sur, que conecta la región meridional cubana con la península de Yucatán, desde donde los indocumentados son trasladados por tierra hasta la frontera con EU, según las fuentes.
Los traficantes, además de disponer de naves con hasta cuatro motores fuera de borda y sistema satelital, tienen colaboradores residentes en la isla encargados de agrupar a los ilegales y trasladarlos a los puntos de la costa donde serán recogidos. “Algunos de estos traficantes fueron en la década de 1960 líderes de grupos de infiltración de comandos armados y luego emplearon sus conocimientos de los mares en el tráfico de drogas”, según consta en investigaciones de la policía local. Desde 1966 y por gestiones de los anticastristas de Miami, los cubanos que ingresan de forma clandestina a EU reciben permiso de trabajo automático, por considerárseles desde entonces “perseguidos del régimen de Fidel Castro”. Por lo mismo, a los isleños que viven en ese país les está prohibido visitar libremente Cuba y hay un tope en el envío de remesas.
Según altos oficiales cubanos, la llamada Vía Sur se ha hecho más recurrente en tanto “aumenta el control marítimo por el norte”, donde fuerzas navales cubanas y de EU mantienen una cooperación puntual, la única entre los dos países, enfrentados desde hace casi medio siglo. En la isla hay 18 mexicanos presos por presunto tráfico de personas. En la primera quincena de julio delegaciones oficiales de Cuba y México tendrán en La Habana una segunda ronda de diálogo migratorio con vista a la firma de un acuerdo, quizá en septiembre, cuando se espera que el canciller Felipe Pérez Roque viaje a ese país.
Sólo por el Estrecho de Florida, el servicio de guardacostas estadunidense dice haber registrado un aumento de 21% en las acciones de fuga en relación con 2007, en tanto las Tropas Guardafronteras cubanas informaron de la captura este año de 17 embarcaciones con tripulaciones completas.
Del total de casos detectados “70% es movido por traficantes” que cobran hasta 12 mil dólares por persona y operan tanto en el Estrecho de Florida, la ruta marítima más usada, como en la llamada Vía Sur, que conecta la región meridional cubana con la península de Yucatán, desde donde los indocumentados son trasladados por tierra hasta la frontera con EU, según las fuentes.
Los traficantes, además de disponer de naves con hasta cuatro motores fuera de borda y sistema satelital, tienen colaboradores residentes en la isla encargados de agrupar a los ilegales y trasladarlos a los puntos de la costa donde serán recogidos. “Algunos de estos traficantes fueron en la década de 1960 líderes de grupos de infiltración de comandos armados y luego emplearon sus conocimientos de los mares en el tráfico de drogas”, según consta en investigaciones de la policía local. Desde 1966 y por gestiones de los anticastristas de Miami, los cubanos que ingresan de forma clandestina a EU reciben permiso de trabajo automático, por considerárseles desde entonces “perseguidos del régimen de Fidel Castro”. Por lo mismo, a los isleños que viven en ese país les está prohibido visitar libremente Cuba y hay un tope en el envío de remesas.
Según altos oficiales cubanos, la llamada Vía Sur se ha hecho más recurrente en tanto “aumenta el control marítimo por el norte”, donde fuerzas navales cubanas y de EU mantienen una cooperación puntual, la única entre los dos países, enfrentados desde hace casi medio siglo. En la isla hay 18 mexicanos presos por presunto tráfico de personas. En la primera quincena de julio delegaciones oficiales de Cuba y México tendrán en La Habana una segunda ronda de diálogo migratorio con vista a la firma de un acuerdo, quizá en septiembre, cuando se espera que el canciller Felipe Pérez Roque viaje a ese país.
Mnauel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 25 de junio.
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