Un grupo de 15 intelectuales pidió ayer, en conferencia de prensa, a la Suprema Corte de Justicia no convertirse en "juez de barandilla" y resolver a la brevedad el amparo que ese grupo interpuso contra la reforma electoral, que prohíbe a particulares contratar spots en radio y televisión en tiempos electorales.
Los integrantes de dicho grupo advirtieron que si la Corte continúan con lo que llamaron obstrucción de la ley y prácticas dilatorias contra el amparo que interpusieron el 21 de diciembre de 2007 y que el máximo tribunal atrajo el 27 de febrero, acudirán a instancias internacionales, entre ellas la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Manifestaron que en un régimen democrático se debe garantizar incluso la libertad de insultarse.
"Hay derechos básicos, como el de la expresión y no pueden restringirse en función de intereses ni de las mayorías ni la minorías, en todo régimen democrático debe respetarse el derecho hasta de insultarse...", sostuvo la historiadora Isabel Turrent.
Turrent, junto con Ángeles Mastretta, Federico Reyes Heroles, Leo Zuckerman, Héctor Aguilar Camín, Sergio Sarmiento, Luis de la Berreda, Luis Rubio y el abogado Fabián Aguinaco, entre otros, estuvieron presentes en la conferencia de prensa.
Consideraron que las campañas negativas en los medios de comunicación son parte intrínseca de las campañas electorales, lo cual no debe llevar a restringir la libertad de expresión.
Leo Zuckerman apeló a la autorregulación de los propios partidos y candidatos para impedir que la guerra sucia dinamite o descarrile un procesos electoral, pues --sostuvo-- la publicidad negativa persistirá pese a las prohibiciones y se buscará la manera de evadir la normatividad vigente.
"Las campañas negativas son como la energía, no se destruyen, sólo se transforman", explicó.
Luis de la Barreda coincidió con Zuckerman y sostuvo que los únicos límites que debe tener la guerra sucia en los medios de comunicación, vía la autorregulación, es no injuriar, calumniar ni abordar la vida íntima de las personas o invitar a cometer un delito.
En voz del abogado, Fabián Aguinaco, los intelectuales exigieron a la Corte una revisión individual del amparo que interpusieron contra el artículo 41 de la reforma electoral y no que se resuelva en bloque junto con otros recursos judiciales que han interpuesto contra esa misma ley y que en apariencia coinciden pero -aseguró-- difieren sustancialmente de su planteamiento.
"Exigimos que la Corte delibera y resuelva de manera singular nuestro caso, es nuestro derecho y es su obligación", establecieron.
Zuckerman confió en que la SCJN se comporte a la altura de las circunstancias y no como "un juez de barandilla que incurra en prácticas dilatorias", pues el caso que van a resolver es de lo más relevante para el país.
De igual manera cuestionó las facultades del Congreso de la Unión para modificar las leyes y advirtió el riesgo de que lo hagan de manera discrecional.
"No se puede modificar la Constitución a su antojo, en una de esas el Congreso de la Unión aprueba la esclavitud", atizó.
Los quince promotores del amparo son Héctor Aguilar Camín, Jorge Castañeda, Luis de la Barreda, Federico Reyes Heroles, Jorge Fernández Menéndez, Luis González de Alba, Ángeles Mastretta, Gerardo Estrada, José Roldán Xopa, Miguel Limón, Luis Rubio, Sergio Sarmiento, Isabel Turrent, Ramón Xirau y Leo Zuckerman.
Los integrantes de dicho grupo advirtieron que si la Corte continúan con lo que llamaron obstrucción de la ley y prácticas dilatorias contra el amparo que interpusieron el 21 de diciembre de 2007 y que el máximo tribunal atrajo el 27 de febrero, acudirán a instancias internacionales, entre ellas la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Manifestaron que en un régimen democrático se debe garantizar incluso la libertad de insultarse.
"Hay derechos básicos, como el de la expresión y no pueden restringirse en función de intereses ni de las mayorías ni la minorías, en todo régimen democrático debe respetarse el derecho hasta de insultarse...", sostuvo la historiadora Isabel Turrent.
Turrent, junto con Ángeles Mastretta, Federico Reyes Heroles, Leo Zuckerman, Héctor Aguilar Camín, Sergio Sarmiento, Luis de la Berreda, Luis Rubio y el abogado Fabián Aguinaco, entre otros, estuvieron presentes en la conferencia de prensa.
Consideraron que las campañas negativas en los medios de comunicación son parte intrínseca de las campañas electorales, lo cual no debe llevar a restringir la libertad de expresión.
Leo Zuckerman apeló a la autorregulación de los propios partidos y candidatos para impedir que la guerra sucia dinamite o descarrile un procesos electoral, pues --sostuvo-- la publicidad negativa persistirá pese a las prohibiciones y se buscará la manera de evadir la normatividad vigente.
"Las campañas negativas son como la energía, no se destruyen, sólo se transforman", explicó.
Luis de la Barreda coincidió con Zuckerman y sostuvo que los únicos límites que debe tener la guerra sucia en los medios de comunicación, vía la autorregulación, es no injuriar, calumniar ni abordar la vida íntima de las personas o invitar a cometer un delito.
En voz del abogado, Fabián Aguinaco, los intelectuales exigieron a la Corte una revisión individual del amparo que interpusieron contra el artículo 41 de la reforma electoral y no que se resuelva en bloque junto con otros recursos judiciales que han interpuesto contra esa misma ley y que en apariencia coinciden pero -aseguró-- difieren sustancialmente de su planteamiento.
"Exigimos que la Corte delibera y resuelva de manera singular nuestro caso, es nuestro derecho y es su obligación", establecieron.
Zuckerman confió en que la SCJN se comporte a la altura de las circunstancias y no como "un juez de barandilla que incurra en prácticas dilatorias", pues el caso que van a resolver es de lo más relevante para el país.
De igual manera cuestionó las facultades del Congreso de la Unión para modificar las leyes y advirtió el riesgo de que lo hagan de manera discrecional.
"No se puede modificar la Constitución a su antojo, en una de esas el Congreso de la Unión aprueba la esclavitud", atizó.
Los quince promotores del amparo son Héctor Aguilar Camín, Jorge Castañeda, Luis de la Barreda, Federico Reyes Heroles, Jorge Fernández Menéndez, Luis González de Alba, Ángeles Mastretta, Gerardo Estrada, José Roldán Xopa, Miguel Limón, Luis Rubio, Sergio Sarmiento, Isabel Turrent, Ramón Xirau y Leo Zuckerman.
Alejandro Páez, Crónica, 25 de junio.
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