Sin pruebas documentales de sustento, el diputado federal convergente Cuauhtémoc Velasco Oliva presentó ayer al ingeniero Leandro Zamora, colaborador suyo, como la fuente a la que Jonathan Carballido, funcionario de la Presidencia de la República, le informó que había aprestos para sobornar con 2.5 millones de dólares a diputados y senadores para aprobar la reforma energética.
Velasco Oliva dijo que no presentará denuncia alguna ante la Procuraduría General de la República, por lo que sabe del pretendido soborno, pero se llamó satanizado y sostuvo que nunca acusó a diputado alguno y menos en especial del PRI; asimismo defendió la versión de su colaborador y declaró que asume íntegramente la responsabilidad política y moral del caso.
El convergente respondió a las descalificaciones que de todos lados le llovieron por su denuncia, entre ellas de la presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, la Junta de Coordinación Política y legisladores de diferentes partidos, entre los que destaca el coordinador de la bancada del PRI, Emilio Gamboa, e incluso del senador panista Juan Bueno Torio, quien se pronunció por desaforarlo.
Y asumió, “por lo delicado que es y porque aspiro a que la discusión y votación sobre la reforma energética se decida con base a los argumentos, con base al debate que se está llevando a cabo y con base en una consulta nacional de cara a la nación y no por oscuros intereses”.
En conferencia de prensa, Velasco Oliva presentó al ingeniero Leandro Zamora como su amigo. “Lo conozco desde la LVII Legislatura, lo dejé de ver un tiempo, varios meses, que fue cuando él se acercó a las oficinas del señor presidente Felipe Calderón, pero con Leandro lo que me une son lazos de amistad”, explicó y lo calificó como “una persona honorable y tiene credibilidad”.
Entonces el ingeniero Zamora -—consultor en materia energética y gente que en forma sistemática ha documentado ilícitos e irregularidades en el sector energético, fundamentalmente en Comisión Federal de Electricidad”, explicó el diputado convergente—, habló del maiceo que no se ha consumado, que estaba en vías de preparación.
E indicó que el pasado 22 de abril, en un desayuno a las ocho y media de la mañana en el Sanborns Chapultepec, el susodicho Jonathan Carballido, asesor y jefe de Desarrollo Económico y Relaciones Pública de la Presidencia de la República, le dijo literalmente:
“Es increíble que se esté procediendo a armar un paquete económico para incentivar a los diputados con 2.5 millones de dólares para sacar una reforma energética y que el PAN siga navegando en la corrupción”.
Velasco Oliva dijo que no presentará denuncia alguna ante la Procuraduría General de la República, por lo que sabe del pretendido soborno, pero se llamó satanizado y sostuvo que nunca acusó a diputado alguno y menos en especial del PRI; asimismo defendió la versión de su colaborador y declaró que asume íntegramente la responsabilidad política y moral del caso.
El convergente respondió a las descalificaciones que de todos lados le llovieron por su denuncia, entre ellas de la presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, la Junta de Coordinación Política y legisladores de diferentes partidos, entre los que destaca el coordinador de la bancada del PRI, Emilio Gamboa, e incluso del senador panista Juan Bueno Torio, quien se pronunció por desaforarlo.
Y asumió, “por lo delicado que es y porque aspiro a que la discusión y votación sobre la reforma energética se decida con base a los argumentos, con base al debate que se está llevando a cabo y con base en una consulta nacional de cara a la nación y no por oscuros intereses”.
En conferencia de prensa, Velasco Oliva presentó al ingeniero Leandro Zamora como su amigo. “Lo conozco desde la LVII Legislatura, lo dejé de ver un tiempo, varios meses, que fue cuando él se acercó a las oficinas del señor presidente Felipe Calderón, pero con Leandro lo que me une son lazos de amistad”, explicó y lo calificó como “una persona honorable y tiene credibilidad”.
Entonces el ingeniero Zamora -—consultor en materia energética y gente que en forma sistemática ha documentado ilícitos e irregularidades en el sector energético, fundamentalmente en Comisión Federal de Electricidad”, explicó el diputado convergente—, habló del maiceo que no se ha consumado, que estaba en vías de preparación.
E indicó que el pasado 22 de abril, en un desayuno a las ocho y media de la mañana en el Sanborns Chapultepec, el susodicho Jonathan Carballido, asesor y jefe de Desarrollo Económico y Relaciones Pública de la Presidencia de la República, le dijo literalmente:
“Es increíble que se esté procediendo a armar un paquete económico para incentivar a los diputados con 2.5 millones de dólares para sacar una reforma energética y que el PAN siga navegando en la corrupción”.
Moisés Sánchez Limón, Crónica, 19 de junio.
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