'Voy agüitado, perdí hasta la democracia'

TIJUANA.- José María Vargas Aguilar, de 75 años y de oficio panadero, vivió tres días en tubos de drenaje pegados a la franja fronteriza de San Ysidro, esperando el momento indicado para burlar la vigilancia y llegar a alguna ciudad de EU donde pudiera conseguir trabajo para fincar un terreno en Michoacán.

Pese a su edad, don José aguantó los 34 grados centígrados de los últimos días en Tijuana, se compró leche y pan y así sobrevivió, hasta que se animó a cruzar la malla.

Esta vez la suerte no lo acompañó: al brincar la segunda cerca se atoró y pudo zafarse, pero unos metros adelante cayó de frente y suspiró: "ay mamacita". Por eso lo escuchó el agente fronterizo.

"Están caramba, me agarraron de la greña, yo sólo repetía 'no pistola', 'no comida'", cuenta en la Casa de Refugio Elvira a donde llegó luego de ser repatriado.

"Voy bien agüitado, de la deshidratación ni podía hablar, hasta ahora me recuperé en el hospital, me trajeron cargando, y luego hasta perdí la democracia... bueno esa tarjeta que a uno lo identifica", explica.

De acuerdo con el padre Luis Kendzierski, de la Casa del Migrante Scalabrini, las deportaciones de connacionales a esta frontera aumentaron un 30 por ciento, con respecto al año anterior.

"El Gobierno de México no debe pensar sólo en los migrantes que se van, sino en los que están regresando, y están regresando en gran número, la sociedad mexicana también tiene qué pensar en eso, cómo recibir a estos migrantes.

"(La Repatriación Humanitaria) Es un programa piloto que va funcionando despacito, esperamos que se vaya implementando con más ganas", confió.

Micaela Saucedo Casillas, Directora de la Casa de Refugio Elvira, señaló que en mayo se contabilizaron hasta mil 200 deportaciones en 24 horas.

Saucedo lamentó que el programa de Repatriación del Gobierno federal no ha dado los resultados que ella esperaba.

"Le pido al Gobierno federal que cumpla lo que (Felipe) Calderón vino a prometer aquí, ofreció repatriación digna, que se les iba a apoyar con el 100 por ciento (de su pasaje), inclusive con dinero para llegar a su lugar de origen, que cumplan, porque al migrante nada más le ven sus remesas, pero en la madrugada no hay quién los apoye", lamentó.
Aline Corpus, corresponsal, Reforma, 22 de junio.

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