BUENOS AIRES.— Hugo Chávez y Álvaro Uribe, presidentes de Venezuela y Colombia, respectivamente, finalmente dieron ayer por superada la crisis diplomática abierta en marzo pasado y se mostraron dispuestos a iniciar una nueva etapa en las relaciones bilaterales, en una reunión celebrada en la ciudad venezolana de Punto Fijo.
“Todo comenzó y terminó bien. Termina con un gran optimismo. Acá iniciamos una nueva etapa de las relaciones”, explicó Chávez al término del cónclave en el que ambos mandatarios estuvieron a solas por más de dos horas. Por su parte, Uribe calificó el encuentro como “muy positivo”.
No alcanzaron las dos horas de reunión para reflotar todos los proyectos bilaterales, pero sí para analizar, discutir y hasta reprocharse conductas y descalificaciones del pasado reciente. “El presidente Chávez me recordó que no lo llamé cuando él puso fin a la mediación por la búsqueda del acuerdo humanitario con las FARC y tiene razón”, explicó el mandatario colombiano. El escenario del encuentro fue una oficina de la refinería que PDVSA tiene en Amuay, Paraguaná, la que luego recorrieron juntos.
Todo comenzó con un frío apretón de manos, sin abrazos ni chistes como en otros tiempos. Tampoco aparecieron los calificativos de “mafioso”, “terrorista” y “manejado a control del imperio”, con los que Chávez se refería a su par colombiano en el pasado reciente, o el “aliado del terrorista” con el que le respondía Uribe.
En este marco se firmaron acuerdos comerciales, menos el del tren binacional que quedó a estudio de las comisiones binacionales, y se prometió reanudar las reuniones al nivel de ministros “en los próximos meses”, pero todo se circunscribió a reparar las heridas de los últimos meses de agresiones mutuas. “Fue una reunión para volver a acercarse. Se estudiaron, se midieron y ahora vendrá la hora de trabajar de nuevo”, explicó una fuente diplomática venezolana.
Locuaz, como siempre, pero más tranquilo que de constumbre, el presidente Chávez agradeció a Uribe “su visita, su gesto para con esa conversación franca y cálida voltear completamente la página de la borrasca que pasó. Nos debíamos esa conversación”.
“En el fondo del alma mía lo que hay hacia Colombia es afecto, es amor, es compromiso de hermandad y de patria”, acotó el jefe de Estado venezolano.
De esa manera, la reunión de ayer fue una avance determinante para dar por superado el conflicto iniciado con el ataque colombiano a territorio ecuatoriano, que derivó en la muerte del número dos de las FARC, Luis Égar Devia Raúl Reyes. Sólo el gobierno ecuatoriano mantiene suspendidas las relaciones con Colombia después de aquel incidente.
De hecho, Chávez viajará el próximo martes a Quito para entrevistarse con el presidente Rafael Correa y según las fuentes consultadas “lleva un mensaje del presidente Uribe”, en un intento porque todo entre los tres países regrese a la situación previa al 1 de marzo, día del ataque colombiano al campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano.
La resolución del rescate de Íngrid Betancourt y el desempeño de Uribe en su enfrentamiento con la guerrilla colombiana, ya ayudó a que ambos gobiernos, el de Venezuela y Ecuador, tomaran distancia de la insurgencia. Ahora, como ayer, falta que los presidentes den el paso adelante para tratar de superar el conflicto.
“Todo comenzó y terminó bien. Termina con un gran optimismo. Acá iniciamos una nueva etapa de las relaciones”, explicó Chávez al término del cónclave en el que ambos mandatarios estuvieron a solas por más de dos horas. Por su parte, Uribe calificó el encuentro como “muy positivo”.
No alcanzaron las dos horas de reunión para reflotar todos los proyectos bilaterales, pero sí para analizar, discutir y hasta reprocharse conductas y descalificaciones del pasado reciente. “El presidente Chávez me recordó que no lo llamé cuando él puso fin a la mediación por la búsqueda del acuerdo humanitario con las FARC y tiene razón”, explicó el mandatario colombiano. El escenario del encuentro fue una oficina de la refinería que PDVSA tiene en Amuay, Paraguaná, la que luego recorrieron juntos.
Todo comenzó con un frío apretón de manos, sin abrazos ni chistes como en otros tiempos. Tampoco aparecieron los calificativos de “mafioso”, “terrorista” y “manejado a control del imperio”, con los que Chávez se refería a su par colombiano en el pasado reciente, o el “aliado del terrorista” con el que le respondía Uribe.
En este marco se firmaron acuerdos comerciales, menos el del tren binacional que quedó a estudio de las comisiones binacionales, y se prometió reanudar las reuniones al nivel de ministros “en los próximos meses”, pero todo se circunscribió a reparar las heridas de los últimos meses de agresiones mutuas. “Fue una reunión para volver a acercarse. Se estudiaron, se midieron y ahora vendrá la hora de trabajar de nuevo”, explicó una fuente diplomática venezolana.
Locuaz, como siempre, pero más tranquilo que de constumbre, el presidente Chávez agradeció a Uribe “su visita, su gesto para con esa conversación franca y cálida voltear completamente la página de la borrasca que pasó. Nos debíamos esa conversación”.
“En el fondo del alma mía lo que hay hacia Colombia es afecto, es amor, es compromiso de hermandad y de patria”, acotó el jefe de Estado venezolano.
De esa manera, la reunión de ayer fue una avance determinante para dar por superado el conflicto iniciado con el ataque colombiano a territorio ecuatoriano, que derivó en la muerte del número dos de las FARC, Luis Égar Devia Raúl Reyes. Sólo el gobierno ecuatoriano mantiene suspendidas las relaciones con Colombia después de aquel incidente.
De hecho, Chávez viajará el próximo martes a Quito para entrevistarse con el presidente Rafael Correa y según las fuentes consultadas “lleva un mensaje del presidente Uribe”, en un intento porque todo entre los tres países regrese a la situación previa al 1 de marzo, día del ataque colombiano al campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano.
La resolución del rescate de Íngrid Betancourt y el desempeño de Uribe en su enfrentamiento con la guerrilla colombiana, ya ayudó a que ambos gobiernos, el de Venezuela y Ecuador, tomaran distancia de la insurgencia. Ahora, como ayer, falta que los presidentes den el paso adelante para tratar de superar el conflicto.
José Vales, corresponsal, El Universal, 12 de julio.
0 Responses to "Chávez y Uribe pasan la página"
Publicar un comentario