BOGOTÁ.- Tras el rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes el pasado 2 de julio, siento temor de que se desinfle la posibilidad de un canje humanitario de secuestrados por rebeldes presos, expresó a REFORMA el profesor Gustavo Moncayo, padre de un soldado secuestrado por la guerrilla.
En entrevista, este maestro, quien ha cobrado notoriedad en Colombia y en el mundo por las maratónicas caminatas que ha realizado a favor de la liberación de los secuestrados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) expresó su preocupación de que los 25 rehenes denominados "canjeables" sean olvidadas por Bogotá.
"No sé hasta qué punto sean importantes para el Gobierno las 25 personas que siguen allá. Nosotros no poseemos riquezas, pero sí tenemos un gran sentido humano", señaló Moncayo, cuyo hijo, Pablo Emilio, lleva 11 años en manos del grupo guerrillero más antiguo del continente americano.
"Lo que buscamos es humanizar esta guerra; que termine el odio, la sed de venganza de parte y parte. Es lo único que podemos hacer como familiares. Si es posible una solución negociada al conflicto, por qué seguir insistiendo en la guerra", expuso este profesor de Ciencias Sociales conocido como el "Caminante de la Paz".
"He estado pidiendo un acuerdo humanitario que termine con esta violencia, con el dolor y el sufrimiento de cientos de familias. Que no se juegue con la vida, los sentimientos, la angustia, la tristeza de las madres, de nuestros seres queridos secuestrados", abundó.
Aunque reconoció no tener evidencias, Moncayo dijo sospechar que el cinematográfico rescate de Betancourt y los otros 14 rehenes, mediante una misión encubierta del Ejército, fue una liberación adelantada que las FARC ya estaban dispuestas a concretar y que, por la intercepción militar de comunicaciones, se tuvo que acelerar.
Pese a sus temores de que el acuerdo humanitario no se concrete, Moncayo, de 55 años, no se da por vencido.
Actualmente, está preparando una gira, para agosto, por los Estados Unidos, en la que se reunirá con diversas figuras políticas, para promover la solución pacífica al conflicto colombiano, que asuela a este país desde hace décadas.
Incluso, espera poder reunirse con el virtual candidato demócrata a la presidencia, Barack Obama.
"Tendremos posiblemente una reunión con Obama. Ya están en curso las gestiones; hay personas allá, Organizaciones No Gubernamentales, que las adelantan, igual para las actividades a realizar en cada ciudad donde haríamos el recorrido", agregó.
Por lo que a México se refiere, tras haberse reunido el 21 de mayo con funcionarios de la Cancillería, no pierde la esperanza de que, en algún momento, pueda ser recibido por el Presidente Felipe Calderón.
"Aunque solicitamos una reunión y no se pudo concretar, ojalá el Presidente Calderón también nos pueda recibir en algún momento. Sería importante", confió Moncayo.
En entrevista, este maestro, quien ha cobrado notoriedad en Colombia y en el mundo por las maratónicas caminatas que ha realizado a favor de la liberación de los secuestrados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) expresó su preocupación de que los 25 rehenes denominados "canjeables" sean olvidadas por Bogotá.
"No sé hasta qué punto sean importantes para el Gobierno las 25 personas que siguen allá. Nosotros no poseemos riquezas, pero sí tenemos un gran sentido humano", señaló Moncayo, cuyo hijo, Pablo Emilio, lleva 11 años en manos del grupo guerrillero más antiguo del continente americano.
"Lo que buscamos es humanizar esta guerra; que termine el odio, la sed de venganza de parte y parte. Es lo único que podemos hacer como familiares. Si es posible una solución negociada al conflicto, por qué seguir insistiendo en la guerra", expuso este profesor de Ciencias Sociales conocido como el "Caminante de la Paz".
"He estado pidiendo un acuerdo humanitario que termine con esta violencia, con el dolor y el sufrimiento de cientos de familias. Que no se juegue con la vida, los sentimientos, la angustia, la tristeza de las madres, de nuestros seres queridos secuestrados", abundó.
Aunque reconoció no tener evidencias, Moncayo dijo sospechar que el cinematográfico rescate de Betancourt y los otros 14 rehenes, mediante una misión encubierta del Ejército, fue una liberación adelantada que las FARC ya estaban dispuestas a concretar y que, por la intercepción militar de comunicaciones, se tuvo que acelerar.
Pese a sus temores de que el acuerdo humanitario no se concrete, Moncayo, de 55 años, no se da por vencido.
Actualmente, está preparando una gira, para agosto, por los Estados Unidos, en la que se reunirá con diversas figuras políticas, para promover la solución pacífica al conflicto colombiano, que asuela a este país desde hace décadas.
Incluso, espera poder reunirse con el virtual candidato demócrata a la presidencia, Barack Obama.
"Tendremos posiblemente una reunión con Obama. Ya están en curso las gestiones; hay personas allá, Organizaciones No Gubernamentales, que las adelantan, igual para las actividades a realizar en cada ciudad donde haríamos el recorrido", agregó.
Por lo que a México se refiere, tras haberse reunido el 21 de mayo con funcionarios de la Cancillería, no pierde la esperanza de que, en algún momento, pueda ser recibido por el Presidente Felipe Calderón.
"Aunque solicitamos una reunión y no se pudo concretar, ojalá el Presidente Calderón también nos pueda recibir en algún momento. Sería importante", confió Moncayo.
Octavio Pineda, corresponsal, Reforma, 21 de julio.
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